Lo de los clientes es lo de menos, hipócrita e irónico, pero lo de menos. Es la corruptela flagrante y sistémica, desvergonzada, rijosa y trapacera del PSOE la que nos ha de preocupar. Y aún más la tibieza con la que la tratan los medios y la opinión pública, que todavía tiene lo de la Gurtel o los trajes de Camps entre ceja y ceja (bueno algunos solo disponen de una)