El precio de la electricidad y la puñetera nevera. ¿Cómo conservar alimentos cuando el precio de la luz se dispare y los cortes sean frecuentes?

Le estaba dando vueltas esta mañana. Tengo una nevera vieja que gasta un porrón de luz, y menos mal que va incluida en el alquiler. Dado que los fondos de inversión se están haciendo con la generación de electricidad y la van a subir de precio una barbaridad (los salarios de los chinos cada día son más altos y nosotros nos empobrecemos a marchas forzadas), convendría comprar ahora buenos electrodomésticos, que es lo que están haciendo los useños viendo la inflación que ya tienen (nosotros también, sólo hace falta comprobar el precio de la fruta en el supermercado) y para darle salida al dinero que les entrega el Estado (salen a 16 euros la hora; trabajando ganan 12, por eso no quieren trabajar). Lo mismo se puede decir de esos Seiscientos eléctricos que pronto aparecerán en el mercado a menos de cinco mil euros, y que dentro de unos años será un lujo tener, dado que las baterías también se encarecerán de manera brutal. En los años 60 tener un Seiscientos o un Renault 8 era mucho más caro que tener ahora un SUV. Volvemos allí, a los 70, los 60, y seguiremos bajando. PENSAD CÓMO VIVÍAN VUESTROS ABUELOS PORQUE A ESO VAMOS.

Esto, en mi infancia, era un lujo.





Y de un tamaño menor serán los coches eléctricos, y no más de doscientos kilos de peso. Los coches de las dimensiones actuales, para ricos. Las motos eléctricas tipo Vespa serán habituales:



Hablo para lonchafinistas, los de ahora y los que se vayan sumando en unos años, porque la electricidad continuará encareciéndose y sin ninguna garantía de que no suframos apagones frecuentes por falta de tensión en la red. Será normal disponer de baterías en casa para el frigorífico ¿Cómo se arreglaban para conservar alimentos antes de que hubiese electricidad? Pues con sal, vinagre, aceite y grasa de lechón, así de fácil.

Mis abuelos paternos vivían cerca de la costa, en línea recta unos veinte kilómetros, sin embargo para llegar allí había que bajar al valle, luego ir por la orilla del río otros 18 kilómetros. ¿Y cómo demonios se las arreglaban para comer pescado con frecuencia? Había un pescadero que se lo llevaba a la aldea, en mulos, y encima no venía por la orilla del río sino que partía de otro pueblo costero. Subía un puerto de 700 metros de altura, bajaba, atravesaba el valle y subía a la aldea. Salía a las tres de la mañana a pie y con tres mulos cargados, para mediodía ya había llegado a la aldea y con la carga casi vacía, así que para deshacerse de ello dejaba el pescado mucho más barato. En la aldeas que quedaban más altas, no comían pescado, de ahí que por la falta de yodo era muy frecuente que la gente padeciese de bocio.



Entonces no se sabía la causa, lo mismo que la de 'el mal de la rosa', las mejillas encarnadas, principio de 'pelagra', un mal muy extendido en el norte de Europa y en países con poco sol y por tanto falta de vitaminas esenciales: "Muchos fueron los nombres que se le otorgaron a esta enfermedad, antes de acuñarse la denominación actual, como por ejemplo: "lepra asturiana" o "italiana", "lepra de Lombardía", "mal de la rosa", "escorbuto de los Alpes", "enfermedad de Saint-Aman" o "de Stracham"

Pelagra - Wikipedia, la enciclopedia libre

es.wikipedia.org

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Ahora, por suerte, tenemos complementos vitamínicos muy baratos que nos ayudarán.

A lo que voy: ¿cómo se las arreglaban para mantener el pescado quince días, que era la frecuencia con la que pasaba el pescadero? En aceite o vinagre; la carne en sal o grasa de lechón.

Ahora ya sabemos que las grasas naturales y el aceite de oliva no son malos (en los 60 se decía que el aceite de oliva no era bueno; luego se metieron con las grasas), y lo que nos daña son los hidratos de carbono de baja calidad: azúcares (que también se usan como conservantes), almidón y cereales refinados.

Mirad qué buena pinta tienen:







Además los aceites son reutilizables y se pueden consumir, no hay por que tirarlos, y lo mismo la grasa. Hombre, tampoco duran eternamente; pero tampoco en la nevera. Diez litros de aceite para conserva duran muchísimo, no digamos el vinagre y la sal, que son baratísimos. Los alimentos conservados en sal, antes de ingerirlos se ponen a remojo, también con el vinagre.

No os riáis de estas cosas porque vamos hacia atrás a toda máquina, y en aquel entonces la gente era dura y sabía sufrir, hoy no valemos nada. Pensemos en cómo se las arreglaban para vivir y aprendamos de ellos.