Hay un problema: para la mayoría de la población, la vivienda es el único medio de ahorro real que tienen. Una solución a este problema es el tantas veces anunciado Ibi progresivo por número de viviendas con un mismo dueño, sin importar que sea una persona física o jurídica.
Eso permitiría que una o dos viviendas fueran ahorro y el resto fueran tratadas como bienes de lujo con unos impuestos acordes. Para hacer que se vendieran rápido, podría ponerse un tiempo de un año entre su construcción y empezar a pagar impuestos por la propiedad, así las promotoras construirían solo lo realmente necesario a un precio adecuado para no quebrar rápidamente por no poder hacer frente a los impuestos tras un año. En caso de no poder vender, pasarían a ser propiedad de la administración, y la promotora tendría que seguir pagando los créditos pedidos.
Eso provocaría una falta de empleo en la construcción y los paletas tendrían que derivarse al mantenimiento, haciendo caer el precio de las reformas.
Todo con un verdadero sistema progresivo de Ibi a nivel nacional, en el que alguien como el bufón de la Sexta tendría que pagar, por sus 30 pisos, un millón de euros al año. Y aún estaríamos lejos de los niveles de impuestos que tiene la vivienda en eeuu, por ejemplo.