El populacho único culpable de sostener la democracia fascista

castguer

Madmaxista
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Desídia y vagancia, culpables de sostener la democracia fascista. En todo país controlado por ladrones, la ignorancia activa se toma por conocimiento y los fines se convierten en dar cumplimiento a las pasiones serviles. Parece que, al fin, cada vez son menos los que pueden negar que vivimos en una oligárquica de partidos estatales dentro de una monarquía legitimada por la fuerza de la no ruptura con el régimen anterior. Cada vez son menos los que pueden decir que el poder judicial es independiente, pues ha quedado evidenciado que son los propios partidos políticos los que designan a los miembros del gobierno de los jueces. Con ello la corrupción está ya salvaguardada. Cada vez son menos los que pueden mantener que existe el equilibrio necesario para sin mayores problemas afirmar que existe división de poderes, pertinente para la existencia de un estado en el que los distintos poderes se sopesen entre ellos y la corrupción de todo tipo y la prevaricación no se produzca o si se produce sea cercenada la cabeza del que lo produjo.

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Cuanto mayor es la población implicada, menor la posibilidad de una democracia representativa directa. En su principio todos los imperios son pequeños pueblos que presumen de ser grupos de iguales. En el momento en que esos grupos aumentan su poder y, sobre todo, el número de su población, comienza el proceso por el cual las decisiones van alejándose de la mayoría para ponerse al alcance únicamente de minorías cada vez más herméticas.
 
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