Una de las características de la modernidad es el FALSO DEBATE y la CONFUSIÓN. Lo que se traslada a la opinión pública (mejor dicho, lo que se construye como tal) es un falsa dicotomía entre dos posturas enfrentadas, con las que ocultar lo esencial de la cuestión a tratar. Además, sumado a esto (y formando parte del engaño) en todos los debates se mezclan los intereses del pueblo llano (o mejor dicho, los que deberían ser sus intereses) con los de las élites que los dominan y someten.
Pues bien, hecha esta salvedad, lo que está claro es que el ISLAM (tanto el “moderado” o “asimilado”, como el “radical” en segunda instancia), es de mucho interés para las élites occidentales, concretamente europeas, y lo es por la sencilla razón de que es un sistema de dominación que se muestra firme y vigoroso a lo largo de los siglos, a diferencia del sistema de dominación occidental, que da síntomas claros de agotamiento.
Hasta ahora los poderes fácticos en occidente han optado por degradar-someter al pueblo llano por medio del hedonismo-consumismo y han apretado tanto en esa dirección que las sociedades europeas ya no son viables económicamente, la gente ya no es funcional ni siquiera para producir-consumir, a diferencia de lo que ocurre con las potencias emergentes o emergidas. Además han impulsado la división-enfrentamiento (feminismo, gaysismo, inmigracionsmo, antirracismo, etc.) y esto va creando al caldo de cultivo necesarario para la siguiente etapa...
Europa es un geriátrico, Europa está endeudada y Europa no tiene fuentes de energía, ¿quién tiene esos tres recursos (demografía sana, dinero y petróleo)? casualmente el ISLAM. La otra opción geográfica (geopolítica) es Rusia, pero ésta es un rival imperialista de primer orden, y EEUU nunca ha permitido ni permitirá una alianza entre aquélla y Europa, ya que supondría el fin de EEUU como primera potencia mundial. El papel de China está por ver, pero algo tenemos seguro: también quiere ser la primera potencia mundial (con Rusia como aliada) y las élites de occidente tratanb de evitarlo...
La opción ISLAM no sólo es ahora la mejor opción para las élites europeas, también lo ha sido en otras épocas; los nazis y otros poderes europeos ya coquetearon con él y, finalmente, después de la segunda guerra mundial los vencedores usaron al islam como arma contra el comunismo. Otra colaboración importante fue cuando el imperio visigodo ibérico estaba en decadencia, con enfrentamientos internos y con sublevaciones por doquier en todo su territorio; en esa situación una de las facciones enfrentadas INVITÓ a los fiel a la religión del amores a entrar... esa fue la famosa y sangrienta oleada turística fiel a la religión del amora que duró tantos siglos. Y esa invitación tuvo lugar porque las élites visigodas vieron en ella la única opción de mantener su status.
Ahora estamos en un momento histórico en el que las élites de occidente vuelven a necesitar al ISLAM... Una pregunta que surge es, ¿por qué entonces los atentados terroristas*** islámicos en Europa?, ¿no son acaso contraproducentes a la hora de introducir, poco a poco, el Islam? Si nos quedamos en los titulares, en lo superficial, en lo mediático y en lo frívolo, la respuesta es SÍ. Pero si analizamos lo que ESTÁ SUCEDIENDO en realidad, dejando a un lado prejuicios, ideologías y dogmatismos, lo que vemos es que, so pretexto de luchar contra el islam radical, lo que se hace es proteger al islam moderado-integrado, favoreciendo así su expansión. ¿Cómo y cuándo lo hacen?... Vemos claramente como a cada atentado terrorista islámico se suceden reacciones de la ultraderecha y, contra ésta, reacciones de las izquierdas y el progresismo; y como síntesis de todo ello los gobiernos promulgan medidas que “satisfacen” a los dos bandos (falsos bandos creados para consumo de masas...); ¿y cuales son esas medidas?
1- Aumentan los recursos contra el terrorismo (incluido, y sobre todo, el terrorismo islámico).
2- Aumentan las medidas de integración y protección de los pagapensiones pacíficos y moderados. No en vano nos repiten constatemente que los más perjudicados del avance del ISIS son los millones de fiel a la religión del amores que huyen de aquellas tierras y que llegan a Europa con el atributo de REFUGIADO (status superior al del viajero por razones económicas). En cambio, apenas llegan a Europa algunos de los cientos de miles de cristianos sirios que, en buena lógica deberían ser (y son) los más perseguidos por el ISIS y los primeros en querer llegar a Europa, siendo como son, por razones obvias, mucho más asimilables que los fiel a la religión del amores.
¿Por qué los estados europeos permiten y/o impulsan todo esto? ¿Por qué no favorecen la integración a secas del islam moderado sin necesidad del islam radical, es decir, sin necesidad de terrorismo? pues por razones obvias: los pueblos europeos no lo aceptarían. En cambio, presentando al MAL ABSOLUTO antes nuestras narices (como es el ISIS ahora, y antes el nazismo, o el comunismo...), todo lo demás nos parece aceptable, cuando no fantástico, incluido el islam “moderado”... e incluida nuestra propia degradación, ya que ante tanto “terror externo” nuestra degradación (inmensa realmente) parece poca cosa...
Es el método más antiguo de dominación: infundir MIEDO a lo externo mediante la creación a tal efecto de un monstruo; al mismo tiempo que se promueve la arrogancia y el engreimiento como miedo a lo interno, esto es, miedo a descubrir y aceptar nuestra propia degradación; conclusión (síntesis): el problema es el monstruo y no yo (no nosotros).
*** No hace falta que sean atentados de falsa bandera, quizá sean, ciertamente, atentados reales promovidos por las élites islámicas para meter prisa a sus homónimas europeas en el sentido de ir cumpliendo con la agenda pactada (que iría con retraso); pero una cosa está clara: sea cual sea el origen de los atentados, las consecuencias de los mismos son las mencionadas: medidas de protección y promoción del islam moderado-integrado (so pretexto de combatir al islam radical).
Obviamente todo esto es muy resumido y se puede matizar mucho más pero, en esencia, ese es el momento histórico en el que nos encontramos: antes de que las minorías poderhabientes atisben una mínima posibilidad de que la gigantesca degradación occidental (a la que ellas han llevado a sus pueblos) sea revertida por los propios pueblos europeos (previa toma de conciencia) será "corregida" por un nuevo sistema de dominación (con el islam como herramienta), no sin que corra, por supuesto, bastante sangre en el ínterin. Y esto no significa que el "bien" gane al "mal" (ni viceversa), sino que el MAL se actualiza a las nuevas condiciones.
En nuestras manos está evitar pasar de la más absoluta degradación en un sentido (hedonismo, epicureísmo y pusilanimidad hasta el infinito), a la más absoluta degradación en el sentido contrario. Para ello lo primero es tomar conciencia de lo que somos, o en lo que nos hemos convertido, poco más que piltrafas; y una vez asumida nuestra condición actual, debemos tomar las riendas de nuestro destino, sacar fuerza de donde no la hay, llenarnos de razones, y todo ello junto a nuestros iguales; por tanto, hay que prescindir de las castas de expertos que dirigen nuestras vidas, y que conforman los ESTADOS y el GRAN CAPITAL; pero éstos sólo podrán ser despojados de su poder y sus poltronas cuando tengamos un proyecto y una estrategia, porque la violencia a secas lo único que construiría (en el mejor de los casos, es decir, en caso de "victoria") una sociedad revanchista que en nada mejoraría cualitativamente la anterior. Un ejemplo de ello lo tenemos en Espartaco; él era ciudadano tracio libre y cuando fue hecho prisionero lo alistaron en las legiones romanas; se escapó y, una vez capturado de nuevo, fue convertido en esclavo gladiador. Cuando se volvió a escapar reunió a un ejército de 50.000 esclavos, con la particularidad de que el 99% de ellos eran esclavos de nacimiento (por tanto, no conocían la libertad, y mucho menos la responsabilidad y esfuerzo sin fin que ésta conlleva)... Después de que los esclavos aprovecharan las primeras victorias ante las legiones romanas, para destruir, apiolar y violar sin miramientos a soldados y civiles, Espartaco se dio cuenta de que no iban a construir una sociedad mejor y que, además, por ello mismo, la victoria era imposible, dado que no había una componente jovenlandesal superior en su ejército comparado con la tiranía de Roma.
Lo dicho, el Islam no está aquí por casualidad, y tampoco sólo por el mérito de las élites islámicas, sino porque lo necesitan las élites locales y por nuestra absoluta degradación: la absoluta degradación del pueblo llano; un pueblo llano que está tanto o más poco equilibrado que las élites del poder de las que emana tal degradación... Salviano de Marsella describió de igual forma al pueblo llano del imperio romano en la decadencia de éste. Así acabó ese imperio, y no tuvo continuación directa con otro sistema de dominación de la misma magnitud adaptado a las nuevas condiciones... lo cual fue aprovechado por ciertos pueblos para construir sociedades libres, sin esclavitud, basadas en la convivencia hermanada. Durante los 16 siglos posteriores las élites de poder han ido tomando nota de sus errores, de tal forma que ahora SÍ tienen preparado el nuevo sistema de dominación que sustituirá al disfuncional y envejecido sistema de dominación occidental. En nuestras manos está impedírselo; es nuestra decisión seguir ir siendo, como hasta ahora, OBJETOS de la historia, o bien optar por ser SUJETOS activos de la misma.
Para finalizar, sirva este texto de Ibn Asad:
"Veamos el currículum vitae de un ciudadano medio de cualquier sociedad moderna de un país desarrollado, con brevedad y con las inevitables generalizaciones: un niño nace, y acto seguido, es medicado por el miedo que sus padres tienen a las enfermedades. Posteriormente, con cuatro o cinco años, sus padres le escolarizan por miedo a no poder ofrecerle ellos mismos una educación que integre a su hijo en una sociedad a la que tienen miedo. El niño crece aprendiendo de un profesor al que tiene miedo, comportándose según los patrones establecidos por miedo a no ser aceptado por el grupo, respetando a otros niños y profesores que amenazan a través del miedo. El niño continúa insertado en el sistema educativo –“estudiando”- por miedo a decepcionar las expectativas colocadas en él.
Dentro de ese sistema, “escoge” una formación universitaria por miedo al porvenir, miedo al futuro, miedo a quedarse encerrado: busca una “salida” profesional. En este medio preuniversitario, se inicia en la sexualidad, poniéndose un condón por miedo al SIDA. Finalmente inicia sus estudios universitarios según los miedos generales: carrera con más “salidas”, preferencia de la familia miedosa, ambiente de miedo... En la universidad tiene miedo a suspender, miedo a perder la “beca”, miedo a tener que pagar más dinero por tener miedo; y, tras unos cuantos años de angustias y miedos, se “gradúa” en un estudio del que tiene miedo que no sirva para insertarse en el mercado laboral. Por este miedo, hace un “master”, una “post-graduación”, una especialización porque tiene miedo de que lo ya estudiado no sea suficiente. Paralelamente, como tiene miedo a la soledad, conoce a una mujer y, tras cierto miedo al compromiso por parte de ambos, deciden casarse, a pesar del miedo que supone hacerlo sin tener un empleo estable. Sin embargo, él consigue un trabajo en una corporación a través de un proceso selectivo que da miedo. Trabaja en una corporación más de 40 horas semanales por miedo a quedarse en el paro, y no poder afrontar la hipoteca que firmó para vivir en un apartamento en el que su mujer tiene miedo cuando se queda sola. Él obedece a un jefe al que tiene miedo; inculca miedo a sus subordinados; actúa tal y como se espera de él por miedo a no ser aceptado por la empresa; silencia indignidades que presencia dentro del entorno de trabajo por miedo a romper el “secreto profesional”. Poco a poco, es promocionado: él tiene miedo a no poder con tanta responsabilidad; no tiene tiempo nada más que para el trabajo, y así su matrimonio se ve afectado. Él tiene miedo de que su mujer le sea infiel, por lo que él mismo engaña a su mujer con la secretaria, completamente a escondidas, porque tiene miedo a que lo descubran. Sigue promocionando en el trabajo aunque tenga miedo a la crisis y a los recortes de plantilla. Tiene poder adquisitivo y puede comprar ciertos productos que aplaquen su miedo: firma seguros varios que cubren riesgos a diferentes miedos (incendios, accidentes, terremotos...), apoya activamente a partidos políticos que hablan del miedo a una amenaza terrorista, se hace una vasectomía por miedo a tener más hijos de los que ya tienen (1 ó 2, si es que tienen), compra una gran casa en las afueras de la ciudad por miedo a la inseguridad del centro, y la blinda con muros, alarmas y cámaras por miedo a los ladrones. Continúa trabajando en la corporación, y ahorra mucho dinero que guarda en un banco por miedo a perderlo. También invierte en un plan de pensiones porque tiene miedo de llegar a viejo sin garantías sociales; también firma un seguro de vida con 50 años porque tiene miedo de morir demasiado pronto. Así, con sesenta y pico años, se jubila en la empresa, y tiene miedo de sentirse inútil y miedo a aburrirse. Como defensa de estos miedos, se convierte en un jubilado insoportable, y ese mal carácter le causa algunos problemas de salud. Visita al médico, y este le mete el miedo en el cuerpo, del infarto, del colesterol, del cáncer, de la artrosis... Evita todos los vicios que ha tenido durante toda su vida, y que en la vejez le causan miedo. Ya es tarde: enferma gravemente y –como tiene un miedo atroz a la fin- la medicina moderna hace todo lo posible para prolongar la enfermedad. En una agonía mantenida con fármacos, los médicos le suministran potentes opiáceos que alejan al moribundo del miedo al dolor. El ciudadano moderno muere, y su último pensamiento fue observar el miedo a cuestionarse si la vida así vivida tiene algún sentido...
¿Queda entendido? El motor del modo de vida moderno es uno: el miedo."
"La danza final de Kali"
Ibn Asad