Hic Svnt Leones
Madmaxista
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Para poder conectar la Meseta del Anbre con la regasificadora ilegal de Gijón, una bomba de relojería que jamás abrirá...
Los ecolojetas y los rojeliers callados como pilinguis.
Visto bueno a un nuevo tramo de gasoducto entre León y Asturias de 4 millones en zona de alta protección ambiental
El proyecto, que el Ministerio autoriza y declara de utilidad pública, sale adelante a pesar de afectar de lleno a un hayedo, hábitat de especies en peligro como el urogallo o el oso pardo, que en gran parte se tendrá que talar, así como al Camino de Santiago protegido. Enagás aduce que el trazado actual está dañado por "deslizamientos, aplastamientos y plegados", pero lo cierto es que se ha visto afectado en buena medida por las obras de la Variante de Pajares para el futuro AVE entre el Principado y la meseta.
El Ministerio de tras*ición Ecológica y el Reto Demográfico autoriza y además declara de utilidad pública un proyecto de 4 millones de euros de inversión planteado por la empresa Enagás para ejecutar un nuevo tramo de gasoducto entre León y Asturias, a través de la Cordillera Cantábrica en la Montaña central leonesa, dentro del tubo que conecta desde hace años Oviedo con León.
Se trata de un espacio en concreto situado entre el municipio leonés de Villamanín y el concejo asturiano de Lena, de algo más de 4 kilómetros de longitud pero la mayor parte de ellos en suelo asturiano. Se instalará una conducción de fluido con un tubo de 20 pulgadas y 80 bar, que afecta a una zona de altísima protección ambiental, en plena Red Natura 2000 y en buena parte también en paralelo al Camino de Santiago en su variante de San Salvador, declarado protegido como Bien de Interés Cultural (BIC).
La principal afección ambiental del proyecto será en una amplia la masa forestal de hayedo, que tendrá que ser talado en una parte, afectándole en 6.690 metros cuadrados de ese hayedo. Se trata de un hábitat potencial tanto de oso pardo como de urogallo cantábrico, en peligro muy crítico de extinción. Sin embargo, la evaluación de impacto favorable otorgada en marzo de este mismo año aseguraba que "no es probable que por su localización y características el proyecto pueda afectarlas de forma apreciable".
El último trámite oficial se ha publicado este miércoles 3 de agosto en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP), firmado por el director general de Política Energética y Minas del Ministerio.
En la resolución favorable para Enagás, la principal empresa gasística de España, y en plena crisis energética y de combustibles, se explica que la construcción de esta nueva variante dentro del gasoducto llamado Aranda de Duero-Zamora-Salamanca-León-Oviedo, "se hace necesaria debido a las condiciones geológicas de los terrenos atravesados por el gasoducto original y los problemas de inestabilidad que presentan, que han llevado a que se produzcan deslizamientos y continuos aplastamientos y plegados de la actual conducción".
Se concreta que "estas circunstancias originan esfuerzos y tensiones no admisibles que han significado dos roturas del tubo en febrero de 2002 y abril de 2004, así como la necesidad de ejecución de una primera variante al trazado original, realizado en el año 2006, entre los PK 62 y 63 del gasoducto".
Entre Villamanín y Lena, sobre todo en Asturias
En detalle, el proyecto pretende dedicar los prácticamente 4 millones de euros (3.953.998 euros) a un nuevo trazado de 4,2 kilómetros de longitud, situado entre los puntos kilométricos 62,138, en Villamanín, y 65.494 en Lena. El nuevo conducto aprovechará para llevar en su interior un cable para comunicaciones de fibra óptica.
En realidad, aunque se mencionan problemas del terreno desde hace casi décadas, parte de la inestabilidad del trazado gasístico que parece justificar esta nueva obra se debe a la cercanía de los trabajos para ejecutar la variante ferroviaria de Pajares y sus túneles de 25 kilómetros de ida y vuelta bajo la Cordillera Cantábrica para que pase el AVE entre León y Asturias.
En concreto, el propio Gobierno en diciembre de 2021 autorizaba obras adicionales del proyecto ferroviario por valor de 17,3 millones en el tramo Sotiello-Campomanes de la Línea de Alta Velocidad de Asturias, justificándolo en "incrementar los niveles de seguridad del sostenimiento de la ladera de Campomanes y obligando a construir una variante del gasoducto León-Oviedo" que ahora se autoriza. Porque la estabilización de la pantalla anulaba de lleno más de 600 metros de esa conducción del gas de la línea León-Oviedo.
Tal y como determinó la declaración de impacto ambiental, este proyecto discurrirá por la primera de las tres alternativas que la compañía había planteado, la cual atraviesa tanto la carretera N-630 como la línea férrea Venta de Baños-Gijón, coincidiendo a lo largo de 760 metros con el Camino de San Salvador (Camino de Santiago que conecta León con Asturias), circulando por la cresta del paraje La Travesona.
El hayedo tendrá amplias talas
Desde un punto de vista geotécnico también se recomendaba optar por esta alternativa, dado que su trazado discurriría principalmente por materiales de roca, con menos pendientes en gran parte de su recorrido, excepto en su tramo final, donde habría gran estabilidad del suelo al atravesar un amplio bosque de hayedo, el cual será talado en una amplia parte.
Entre otras medidas compensatorias y preventivas, continuando con lo aprobado en la DIA, el proyecto deberá incluir una nueva plantación para compensar la pérdida de arbolado, la cual se mantendrá en los años posteriores, sobre una superficie que al menos será de 6,5 veces la superficie de hayedo talada, localizada en un área en que las posibilidades de éxito de la plantación sean máximas, según se estima en el impacto ambiental, que añade que el cronograma de las obras se deberá ajustar para evitar molestias a la fauna en sus épocas más vulnerables.
El proyecto afectará a una superficie total de 38.996 metros cuadrados de hábitats de interés comunitario pertenecientes a la Red Natura 2000, así como a otros 1.248 de vegetación de ribera y 408 de vegetación de lindero.
Los ecolojetas y los rojeliers callados como pilinguis.
Visto bueno a un nuevo tramo de gasoducto entre León y Asturias de 4 millones en zona de alta protección ambiental
El proyecto, que el Ministerio autoriza y declara de utilidad pública, sale adelante a pesar de afectar de lleno a un hayedo, hábitat de especies en peligro como el urogallo o el oso pardo, que en gran parte se tendrá que talar, así como al Camino de Santiago protegido. Enagás aduce que el...
ileon.eldiario.es
Visto bueno a un nuevo tramo de gasoducto entre León y Asturias de 4 millones en zona de alta protección ambiental
El proyecto, que el Ministerio autoriza y declara de utilidad pública, sale adelante a pesar de afectar de lleno a un hayedo, hábitat de especies en peligro como el urogallo o el oso pardo, que en gran parte se tendrá que talar, así como al Camino de Santiago protegido. Enagás aduce que el trazado actual está dañado por "deslizamientos, aplastamientos y plegados", pero lo cierto es que se ha visto afectado en buena medida por las obras de la Variante de Pajares para el futuro AVE entre el Principado y la meseta.
El Ministerio de tras*ición Ecológica y el Reto Demográfico autoriza y además declara de utilidad pública un proyecto de 4 millones de euros de inversión planteado por la empresa Enagás para ejecutar un nuevo tramo de gasoducto entre León y Asturias, a través de la Cordillera Cantábrica en la Montaña central leonesa, dentro del tubo que conecta desde hace años Oviedo con León.
Se trata de un espacio en concreto situado entre el municipio leonés de Villamanín y el concejo asturiano de Lena, de algo más de 4 kilómetros de longitud pero la mayor parte de ellos en suelo asturiano. Se instalará una conducción de fluido con un tubo de 20 pulgadas y 80 bar, que afecta a una zona de altísima protección ambiental, en plena Red Natura 2000 y en buena parte también en paralelo al Camino de Santiago en su variante de San Salvador, declarado protegido como Bien de Interés Cultural (BIC).
La principal afección ambiental del proyecto será en una amplia la masa forestal de hayedo, que tendrá que ser talado en una parte, afectándole en 6.690 metros cuadrados de ese hayedo. Se trata de un hábitat potencial tanto de oso pardo como de urogallo cantábrico, en peligro muy crítico de extinción. Sin embargo, la evaluación de impacto favorable otorgada en marzo de este mismo año aseguraba que "no es probable que por su localización y características el proyecto pueda afectarlas de forma apreciable".
El último trámite oficial se ha publicado este miércoles 3 de agosto en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP), firmado por el director general de Política Energética y Minas del Ministerio.
En la resolución favorable para Enagás, la principal empresa gasística de España, y en plena crisis energética y de combustibles, se explica que la construcción de esta nueva variante dentro del gasoducto llamado Aranda de Duero-Zamora-Salamanca-León-Oviedo, "se hace necesaria debido a las condiciones geológicas de los terrenos atravesados por el gasoducto original y los problemas de inestabilidad que presentan, que han llevado a que se produzcan deslizamientos y continuos aplastamientos y plegados de la actual conducción".
Se concreta que "estas circunstancias originan esfuerzos y tensiones no admisibles que han significado dos roturas del tubo en febrero de 2002 y abril de 2004, así como la necesidad de ejecución de una primera variante al trazado original, realizado en el año 2006, entre los PK 62 y 63 del gasoducto".
Entre Villamanín y Lena, sobre todo en Asturias
En detalle, el proyecto pretende dedicar los prácticamente 4 millones de euros (3.953.998 euros) a un nuevo trazado de 4,2 kilómetros de longitud, situado entre los puntos kilométricos 62,138, en Villamanín, y 65.494 en Lena. El nuevo conducto aprovechará para llevar en su interior un cable para comunicaciones de fibra óptica.
En realidad, aunque se mencionan problemas del terreno desde hace casi décadas, parte de la inestabilidad del trazado gasístico que parece justificar esta nueva obra se debe a la cercanía de los trabajos para ejecutar la variante ferroviaria de Pajares y sus túneles de 25 kilómetros de ida y vuelta bajo la Cordillera Cantábrica para que pase el AVE entre León y Asturias.
En concreto, el propio Gobierno en diciembre de 2021 autorizaba obras adicionales del proyecto ferroviario por valor de 17,3 millones en el tramo Sotiello-Campomanes de la Línea de Alta Velocidad de Asturias, justificándolo en "incrementar los niveles de seguridad del sostenimiento de la ladera de Campomanes y obligando a construir una variante del gasoducto León-Oviedo" que ahora se autoriza. Porque la estabilización de la pantalla anulaba de lleno más de 600 metros de esa conducción del gas de la línea León-Oviedo.
Tal y como determinó la declaración de impacto ambiental, este proyecto discurrirá por la primera de las tres alternativas que la compañía había planteado, la cual atraviesa tanto la carretera N-630 como la línea férrea Venta de Baños-Gijón, coincidiendo a lo largo de 760 metros con el Camino de San Salvador (Camino de Santiago que conecta León con Asturias), circulando por la cresta del paraje La Travesona.
El hayedo tendrá amplias talas
Desde un punto de vista geotécnico también se recomendaba optar por esta alternativa, dado que su trazado discurriría principalmente por materiales de roca, con menos pendientes en gran parte de su recorrido, excepto en su tramo final, donde habría gran estabilidad del suelo al atravesar un amplio bosque de hayedo, el cual será talado en una amplia parte.
Entre otras medidas compensatorias y preventivas, continuando con lo aprobado en la DIA, el proyecto deberá incluir una nueva plantación para compensar la pérdida de arbolado, la cual se mantendrá en los años posteriores, sobre una superficie que al menos será de 6,5 veces la superficie de hayedo talada, localizada en un área en que las posibilidades de éxito de la plantación sean máximas, según se estima en el impacto ambiental, que añade que el cronograma de las obras se deberá ajustar para evitar molestias a la fauna en sus épocas más vulnerables.
El proyecto afectará a una superficie total de 38.996 metros cuadrados de hábitats de interés comunitario pertenecientes a la Red Natura 2000, así como a otros 1.248 de vegetación de ribera y 408 de vegetación de lindero.