M. Priede
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Pandemics and Pandemonium - Quillette
(I)
Publicado el 2 de junio de 2020
Pandemias y Pandemónium
escrito por Joel Kotkin
Minneapolis y centros urbanos en todo Estados Unidos están ardiendo, más directamente en respuesta al brutal asesinato de un hombre neցro por un oficial de policía blanco de Minnesota. Pero la ira provocada por la fin de George Floyd es sintomática de una profunda sensación de alienación que se ha estado construyendo durante años entre millones de urbanitas pobres de la clase trabajadora. Las perspectivas ya reducidas que enfrentan estas personas solo han empeorado por el ataque imprevisto de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo de el bichito-19 y las políticas diseñadas para combatirla.
Al igual que las pandemias anteriores , el bichito ha devastado las comunidades más pobres, donde las personas viven en las viviendas más concurridas, se ven obligadas a viajar en tras*porte público y a trabajar en los trabajos "esenciales" más expuestos , la mayoría de los cuales están mal pagados. A diferencia de los ricos de Gotham, de los cuales el 30 por ciento pudo abandonar la ciudad y trabajar de forma remota, la clase trabajadora permaneció obligada a soportar condiciones de hacinamiento mientras la enfermedad azotaba la ciudad. No sorprende entonces que los habitantes del empobrecido Bronx hayan sufrido casi el doble de muertes por el bichito-19 que aquellos en el distrito más rico pero más denso de Manhattan.
Este patrón se puede observar a nivel mundial. En España , la mayor parte de las infecciones y los ingresos reducidos se concentran en las zonas más pobres. Se pueden encontrar disparidades similares en países tan variados como China, Japón, Francia e Italia . Incluso en Singapur igualitario , las infecciones han aumentado precipitadamente entre los trabajadores migrantes del país, una subclase que tiende a vivir en dormitorios llenos de gente. Del mismo modo, en Los Ángeles, los pobres han muerto por el bichito-19 a un ritmo cuatro veces mayor que la población general de la ciudad. Tanto en Nueva Orleans como en Detroit , la gran mayoría de las víctimas mortales se han producido entre afroamericanos desproporcionadamente empobrecidos.
Como si esto ya no fuera lo suficientemente malo, ahora estamos comenzando a ver las consecuencias económicas de los bloqueos. En los EE. UU., Aproximadamente la mitad de todas las pérdidas de empleo en abril se produjeron en campos con salarios bajos, como restaurantes, hoteles y parques de atracciones; en contraste , los trabajos de información y finanzas apenas se tocaron. Casi el 40 por ciento de los estadounidenses que ganan menos de $ 40,000 al año han perdido sus empleos a medida que las ganancias salariales obtenidas durante los primeros dos años de la administración Trump se evaporaron en gran medida.
Estas divisiones sociales se están extendiendo ahora a los países en desarrollo, donde la reducción de la pobreza, que duró décadas, se está deteniendo. La Organización Internacional del Trabajo cree que 1.600 millones de personas podrían perder el trabajo como resultado de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo y los bloqueos. Según el Banco Mundial , África subsahariana representará aproximadamente la mitad de los aproximadamente 50 millones de personas a punto de ser empujados a la pobreza extrema.
Durmiendo en un volcán
A fines de la década de 1840, Alexis de Tocqueville advirtió a las élites europeas que estaban "durmiendo en un volcán" de furioso resentimiento de la clase trabajadora. La amenaza al orden social establecido desde hace mucho tiempo en Europa que Tocqueville identificó siguió una tradición de disturbios de base que se remonta a la época medieval, particularmente a raíz de la escasez de granos y las pandemias que socavaron la estabilidad económica y social.
Estos primeros "disturbios" no se limitaron a áreas pobres o aldeas empobrecidas. El levantamiento de Wat Tyler en el siglo XIV golpeó Londres, donde los campesinos y los artesanos saquearon a los ricos e intimidaron a sus autoridades. Al final, los manifestantes fueron empalados en picos, pero dejaron un legado de miedo a sus contrapartes más acomodadas. 1 A lo largo de ese siglo lleno de pestes, que redujo la población en un 40-50 por ciento, 2 violencia similar estalló en Francia, 3 Flandes, Florencia, Lübeck, tras*ilvania, Croacia, Estonia, Galicia, Suecia, y culminó en la gran Rebelión Campesina de 1525 en Alemania.
Países asiáticos como Japón 4 y China sufrieron traumas similares, el peor de los cuales ocurrió durante la Rebelión de Taiping que comenzó en 1850. La rebelión finalmente fue sofocada más de una década después, con una pérdida masiva de vidas. Parte del programa Taiping sería adoptado más tarde por Sun Yat-sen, quien derrocaría al régimen imperial, y luego por Mao Tse-tung y los comunistas. 5 Si la esa época en el 2020 de la que yo le hablo continúa devastando sus economías, podemos esperar ver disturbios similares en las grandes ciudades del mundo en desarrollo: Mumbai, Delhi, Lagos, Sao Paulo, Ciudad de México, donde la desigualdad y la pobreza ya abundan.
Sin embargo, incluso las ciudades ricas están sintiendo el calor del volcán Tocqueville, con el aumento de la falta de vivienda y el desorden masivo. En algunas ciudades, los gobiernos progresistas han acelerado la liberación de elementos criminales para evitar el aumento de los riesgos de infección por el bichito-19 en prisión; Algunos de estos, al menos en Nueva York devastada , están utilizando su libertad para cometer nuevos crímenes. Mientras tanto, en San Francisco , los crímenes no violentos apenas se castigan. Los mercados al aire libre de drojas y el panhandling están reproduciendo el tipo de malestar urbano común que caracterizaba el Londres de Dickens.
¿Pueden las clases medias escapar del caos y la rebelión?
Para las clases medias y altas, la primera respuesta a la peste o al caos es la huida. Al igual que sus contrapartes renacentistas y medievales, las clases altas, incluido el aproximadamente un tercio que puede trabajar de forma remota en sus computadoras portátiles, se han desmantelado en gran medida para evitar los peligros que representa la esa época en el 2020 de la que yo le hablo. 6 El demógrafo Wendell Cox estima que en los últimos meses Nueva York ha perdido tantos residentes como ganó en el último medio siglo.
Este éxodo ha puesto de relieve la división entre los pobres y la cómoda alta burguesía urbana . La pobreza concentrada creció incluso en los "buenos tiempos": el número de estas áreas de alta pobreza ha crecido constantemente en las últimas décadas y se ha duplicado el tamaño de la población entre 1980 y 2018. Durante la última década, el New York Times registra que las ciudades se han ido desde "motores de crecimiento y oportunidad" hasta lugares "con límites invisibles pero cada vez más impermeables que separan enclaves de riqueza y privilegios de los bloques dentados de edificios antiguos y lotes vacantes donde los trabajos son escasos y donde la vida es difícil y, con demasiada frecuencia, corta . "
Durante los disturbios anteriores, las clases altas urbanas estaban más aisladas de la violencia del centro de la ciudad, ya que generalmente quemaban barrios distantes como el sur de Chicago, el Brixton de Londres o los barrios de París. Pero los disturbios de Floyd no han sido contenidos en los guetos. Las protestas se extendieron rápidamente a vecindarios urbanos acomodados como Uptown en Minneapolis, el histórico Washington DC , el Barclays Center en el centro de Brooklyn, el centro comercial Grove en Los Ángeles e incluso Beverly Hills, así como símbolos de orden como el Ayuntamiento de Filadelfia .
(I)
Publicado el 2 de junio de 2020
Pandemias y Pandemónium
escrito por Joel Kotkin
Minneapolis y centros urbanos en todo Estados Unidos están ardiendo, más directamente en respuesta al brutal asesinato de un hombre neցro por un oficial de policía blanco de Minnesota. Pero la ira provocada por la fin de George Floyd es sintomática de una profunda sensación de alienación que se ha estado construyendo durante años entre millones de urbanitas pobres de la clase trabajadora. Las perspectivas ya reducidas que enfrentan estas personas solo han empeorado por el ataque imprevisto de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo de el bichito-19 y las políticas diseñadas para combatirla.
Al igual que las pandemias anteriores , el bichito ha devastado las comunidades más pobres, donde las personas viven en las viviendas más concurridas, se ven obligadas a viajar en tras*porte público y a trabajar en los trabajos "esenciales" más expuestos , la mayoría de los cuales están mal pagados. A diferencia de los ricos de Gotham, de los cuales el 30 por ciento pudo abandonar la ciudad y trabajar de forma remota, la clase trabajadora permaneció obligada a soportar condiciones de hacinamiento mientras la enfermedad azotaba la ciudad. No sorprende entonces que los habitantes del empobrecido Bronx hayan sufrido casi el doble de muertes por el bichito-19 que aquellos en el distrito más rico pero más denso de Manhattan.
Este patrón se puede observar a nivel mundial. En España , la mayor parte de las infecciones y los ingresos reducidos se concentran en las zonas más pobres. Se pueden encontrar disparidades similares en países tan variados como China, Japón, Francia e Italia . Incluso en Singapur igualitario , las infecciones han aumentado precipitadamente entre los trabajadores migrantes del país, una subclase que tiende a vivir en dormitorios llenos de gente. Del mismo modo, en Los Ángeles, los pobres han muerto por el bichito-19 a un ritmo cuatro veces mayor que la población general de la ciudad. Tanto en Nueva Orleans como en Detroit , la gran mayoría de las víctimas mortales se han producido entre afroamericanos desproporcionadamente empobrecidos.
Como si esto ya no fuera lo suficientemente malo, ahora estamos comenzando a ver las consecuencias económicas de los bloqueos. En los EE. UU., Aproximadamente la mitad de todas las pérdidas de empleo en abril se produjeron en campos con salarios bajos, como restaurantes, hoteles y parques de atracciones; en contraste , los trabajos de información y finanzas apenas se tocaron. Casi el 40 por ciento de los estadounidenses que ganan menos de $ 40,000 al año han perdido sus empleos a medida que las ganancias salariales obtenidas durante los primeros dos años de la administración Trump se evaporaron en gran medida.
Estas divisiones sociales se están extendiendo ahora a los países en desarrollo, donde la reducción de la pobreza, que duró décadas, se está deteniendo. La Organización Internacional del Trabajo cree que 1.600 millones de personas podrían perder el trabajo como resultado de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo y los bloqueos. Según el Banco Mundial , África subsahariana representará aproximadamente la mitad de los aproximadamente 50 millones de personas a punto de ser empujados a la pobreza extrema.
Durmiendo en un volcán
A fines de la década de 1840, Alexis de Tocqueville advirtió a las élites europeas que estaban "durmiendo en un volcán" de furioso resentimiento de la clase trabajadora. La amenaza al orden social establecido desde hace mucho tiempo en Europa que Tocqueville identificó siguió una tradición de disturbios de base que se remonta a la época medieval, particularmente a raíz de la escasez de granos y las pandemias que socavaron la estabilidad económica y social.
Estos primeros "disturbios" no se limitaron a áreas pobres o aldeas empobrecidas. El levantamiento de Wat Tyler en el siglo XIV golpeó Londres, donde los campesinos y los artesanos saquearon a los ricos e intimidaron a sus autoridades. Al final, los manifestantes fueron empalados en picos, pero dejaron un legado de miedo a sus contrapartes más acomodadas. 1 A lo largo de ese siglo lleno de pestes, que redujo la población en un 40-50 por ciento, 2 violencia similar estalló en Francia, 3 Flandes, Florencia, Lübeck, tras*ilvania, Croacia, Estonia, Galicia, Suecia, y culminó en la gran Rebelión Campesina de 1525 en Alemania.
Países asiáticos como Japón 4 y China sufrieron traumas similares, el peor de los cuales ocurrió durante la Rebelión de Taiping que comenzó en 1850. La rebelión finalmente fue sofocada más de una década después, con una pérdida masiva de vidas. Parte del programa Taiping sería adoptado más tarde por Sun Yat-sen, quien derrocaría al régimen imperial, y luego por Mao Tse-tung y los comunistas. 5 Si la esa época en el 2020 de la que yo le hablo continúa devastando sus economías, podemos esperar ver disturbios similares en las grandes ciudades del mundo en desarrollo: Mumbai, Delhi, Lagos, Sao Paulo, Ciudad de México, donde la desigualdad y la pobreza ya abundan.
Sin embargo, incluso las ciudades ricas están sintiendo el calor del volcán Tocqueville, con el aumento de la falta de vivienda y el desorden masivo. En algunas ciudades, los gobiernos progresistas han acelerado la liberación de elementos criminales para evitar el aumento de los riesgos de infección por el bichito-19 en prisión; Algunos de estos, al menos en Nueva York devastada , están utilizando su libertad para cometer nuevos crímenes. Mientras tanto, en San Francisco , los crímenes no violentos apenas se castigan. Los mercados al aire libre de drojas y el panhandling están reproduciendo el tipo de malestar urbano común que caracterizaba el Londres de Dickens.
¿Pueden las clases medias escapar del caos y la rebelión?
Para las clases medias y altas, la primera respuesta a la peste o al caos es la huida. Al igual que sus contrapartes renacentistas y medievales, las clases altas, incluido el aproximadamente un tercio que puede trabajar de forma remota en sus computadoras portátiles, se han desmantelado en gran medida para evitar los peligros que representa la esa época en el 2020 de la que yo le hablo. 6 El demógrafo Wendell Cox estima que en los últimos meses Nueva York ha perdido tantos residentes como ganó en el último medio siglo.
Este éxodo ha puesto de relieve la división entre los pobres y la cómoda alta burguesía urbana . La pobreza concentrada creció incluso en los "buenos tiempos": el número de estas áreas de alta pobreza ha crecido constantemente en las últimas décadas y se ha duplicado el tamaño de la población entre 1980 y 2018. Durante la última década, el New York Times registra que las ciudades se han ido desde "motores de crecimiento y oportunidad" hasta lugares "con límites invisibles pero cada vez más impermeables que separan enclaves de riqueza y privilegios de los bloques dentados de edificios antiguos y lotes vacantes donde los trabajos son escasos y donde la vida es difícil y, con demasiada frecuencia, corta . "
Durante los disturbios anteriores, las clases altas urbanas estaban más aisladas de la violencia del centro de la ciudad, ya que generalmente quemaban barrios distantes como el sur de Chicago, el Brixton de Londres o los barrios de París. Pero los disturbios de Floyd no han sido contenidos en los guetos. Las protestas se extendieron rápidamente a vecindarios urbanos acomodados como Uptown en Minneapolis, el histórico Washington DC , el Barclays Center en el centro de Brooklyn, el centro comercial Grove en Los Ángeles e incluso Beverly Hills, así como símbolos de orden como el Ayuntamiento de Filadelfia .
