RAIGAMBRE: EL ANDALUCISMO, ¿QUINTA COLUMNA DEL ISLAM EN LA PENÃNSULA?
---------- Post added 20-jun-2015 at 12:02 ----------
El azote del traidor: ..Blas Infame..un pueblerino de pueblo..
---------- Post added 20-jun-2015 at 12:03 ----------
El azote del traidor: ..Blas Infame..un pueblerino de pueblo..
---------- Post added 20-jun-2015 at 12:06 ----------
Ediciones de Alerta Digital
Madrid
Andalucía
Baleares
Cataluña
Castilla y León
Reino de Valencia
Galicia
Vascongadas
|
RSS y redes sociales de AD
Armando Robles | 95037 lecturas
Blas Infante, el absurdo mito andaluz
Tamaño del texto: + (mayor) / - (menor)
Para la gente cultivada de Andalucía, la figura de Blas Infante corresponde a la de un fantoche separatista fascinado con el cuento de Al Andalus y con el islam. Los alcaldes y dirigentes andaluces del PP, sin embargo, han vuelto a reivindicar la figura del fantoche como ‘Padre de la Patria Andaluza’, durante los actos institucionales del Día de Andalucía.
Como a mucha de esta gente del PP le da igual un roto que un descosido, repasemos brevemente quién fue Blas Infante y lo que quiso. Converso al islam tras un viaje a jovenlandia para buscar a los herederos de Boabdil, el último rey jovenlandés de Granada, Blas Infante defendió una Andalucía independiente que tuviese como principal referencia histórica la etapa de Al Andalus, que él idealizó hasta el delirio. En su obra ‘El ideal andaluz’ propone un Estado andaluz independiente hermanado con jovenlandia. Incluso en una de sus delirantes citas sostenía que el “idioma andaluz” (sic) debía escribirse con caracteres árabes y no latinos.
El ‘Padre de la patria andaluza’ fue también un eminente masón, como seguramente no conoce la mayoría de los cargos públicos del PP en Andalucía. A mayor abundamiento, Blas Infante solicitó la entrada a la masonería en 1923 en una logia reunificada llamada Isis y Osiris y perteneciente al Gran Oriente de España.
Nada de lo anterior parece importar a los cargos públicos del PP. Desde muy de mañana depositaron clavelitos verdes y blancos en los monolitos levantados en honor de Blas Infante hasta en la aldea más mísera de Andalucía. Los democristianos de Zoilo, los liberales de Teófila, los progres de Celia Villalobos, los hijos de papá con seguro político, organizaron su festejo andalucista en honor a una antigualla a la que ninguno de ellos ha leído nunca.
Nuestros populares, tan beligerantes con la memoria de Sabino Arana, se sienten sin embargo emocionadísimos al recordar a quien fue cien veces peor. Los magníficos cipayos del andalucismo orquestaron su acción a espalda de la inmensa mayoría de los andaluces, escasamente sensibles a la incomparable capacidad de aggiornamento de nuestra clase política, que saltó del ‘Cara al sol’ al ‘Andaluces levantaos’, y del azul mahón al verde califal, como Suárez saltó del franquismo a la democracia liberal sin tocar baranda.
El estado jovenlandesal del PP andaluz puede medirse, asimismo, por esas declaraciones institucionales repletas de loas a la “patria andaluza” y al valor menospreciante de algunos políticos catalanes, cuando ellos saben que el mayor desprecio que ha recibido y recibe esta tierra procede de quienes durante lustros se han dedicado a canjear estampitas electorales a cambio de un vinito, un bocadillo, una peonada o un viaje en autobús al programa de Juan y Medio.
¿Cuántos años lleva Andalucía sufriendo las políticas procaces y ofensivas para la dignidad de los andaluces que llevan a cabo los propios andaluces? La antología del engaño y la comedia que vive Andalucía cada 28 de febrero hubiese provocado el rubor del mismísimo Mairena machadiano, a la vez que nos descubre lo alejados que viven los políticos de sus votantes. Ni como ideólogo, ni como político, ni como historiador, ni siquiera como rapsoda de los reyezuelos nazaríes, considero que no hay nada interesante ni que valga la pena recordar del botarate al que llaman ‘Padre’ de una patria que no es la que reconocemos como única.
Naturalmente que yo soy falible, no como los que convierten en dogma de fe las excrecencias ideológicas de alguien tan gris, tan mediocre y tan abyecto como Blas Infante.
---------- Post added 20-jun-2015 at 12:09 ----------
Blas Infante, el absurdo mito andaluz | Alerta Digital
---------- Post added 20-jun-2015 at 12:02 ----------
El azote del traidor: ..Blas Infame..un pueblerino de pueblo..
---------- Post added 20-jun-2015 at 12:03 ----------
El azote del traidor: ..Blas Infame..un pueblerino de pueblo..
---------- Post added 20-jun-2015 at 12:06 ----------
Ediciones de Alerta Digital
Madrid
Andalucía
Baleares
Cataluña
Castilla y León
Reino de Valencia
Galicia
Vascongadas
|
RSS y redes sociales de AD
Armando Robles | 95037 lecturas
Blas Infante, el absurdo mito andaluz
Tamaño del texto: + (mayor) / - (menor)
Para la gente cultivada de Andalucía, la figura de Blas Infante corresponde a la de un fantoche separatista fascinado con el cuento de Al Andalus y con el islam. Los alcaldes y dirigentes andaluces del PP, sin embargo, han vuelto a reivindicar la figura del fantoche como ‘Padre de la Patria Andaluza’, durante los actos institucionales del Día de Andalucía.
Como a mucha de esta gente del PP le da igual un roto que un descosido, repasemos brevemente quién fue Blas Infante y lo que quiso. Converso al islam tras un viaje a jovenlandia para buscar a los herederos de Boabdil, el último rey jovenlandés de Granada, Blas Infante defendió una Andalucía independiente que tuviese como principal referencia histórica la etapa de Al Andalus, que él idealizó hasta el delirio. En su obra ‘El ideal andaluz’ propone un Estado andaluz independiente hermanado con jovenlandia. Incluso en una de sus delirantes citas sostenía que el “idioma andaluz” (sic) debía escribirse con caracteres árabes y no latinos.
El ‘Padre de la patria andaluza’ fue también un eminente masón, como seguramente no conoce la mayoría de los cargos públicos del PP en Andalucía. A mayor abundamiento, Blas Infante solicitó la entrada a la masonería en 1923 en una logia reunificada llamada Isis y Osiris y perteneciente al Gran Oriente de España.
Nada de lo anterior parece importar a los cargos públicos del PP. Desde muy de mañana depositaron clavelitos verdes y blancos en los monolitos levantados en honor de Blas Infante hasta en la aldea más mísera de Andalucía. Los democristianos de Zoilo, los liberales de Teófila, los progres de Celia Villalobos, los hijos de papá con seguro político, organizaron su festejo andalucista en honor a una antigualla a la que ninguno de ellos ha leído nunca.
Nuestros populares, tan beligerantes con la memoria de Sabino Arana, se sienten sin embargo emocionadísimos al recordar a quien fue cien veces peor. Los magníficos cipayos del andalucismo orquestaron su acción a espalda de la inmensa mayoría de los andaluces, escasamente sensibles a la incomparable capacidad de aggiornamento de nuestra clase política, que saltó del ‘Cara al sol’ al ‘Andaluces levantaos’, y del azul mahón al verde califal, como Suárez saltó del franquismo a la democracia liberal sin tocar baranda.
El estado jovenlandesal del PP andaluz puede medirse, asimismo, por esas declaraciones institucionales repletas de loas a la “patria andaluza” y al valor menospreciante de algunos políticos catalanes, cuando ellos saben que el mayor desprecio que ha recibido y recibe esta tierra procede de quienes durante lustros se han dedicado a canjear estampitas electorales a cambio de un vinito, un bocadillo, una peonada o un viaje en autobús al programa de Juan y Medio.
¿Cuántos años lleva Andalucía sufriendo las políticas procaces y ofensivas para la dignidad de los andaluces que llevan a cabo los propios andaluces? La antología del engaño y la comedia que vive Andalucía cada 28 de febrero hubiese provocado el rubor del mismísimo Mairena machadiano, a la vez que nos descubre lo alejados que viven los políticos de sus votantes. Ni como ideólogo, ni como político, ni como historiador, ni siquiera como rapsoda de los reyezuelos nazaríes, considero que no hay nada interesante ni que valga la pena recordar del botarate al que llaman ‘Padre’ de una patria que no es la que reconocemos como única.
Naturalmente que yo soy falible, no como los que convierten en dogma de fe las excrecencias ideológicas de alguien tan gris, tan mediocre y tan abyecto como Blas Infante.
---------- Post added 20-jun-2015 at 12:09 ----------
Blas Infante, el absurdo mito andaluz | Alerta Digital