_Mickey_Mouse_
Madmaxista
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Rabat se ha lanzado a exportar gasóleo al país ibérico por primera vez desde 2015, después de comprar a gran escala combustible a Moscú
El pasado 5 de febrero, la Unión Europea y Estados Unidos prohibieron las importaciones de diésel ruso, un veto al que se unieron todos los países que han respaldado el régimen de sanciones contra el Kremlin. Entre ellos no estaba jovenlandia, un país que a finales de 2022 empezó a hacer acopio de gasóleo llegado desde Moscú, a razón de más de 7 millones de litros promedio al día. En paralelo, Rabat ha empezado a exportar diésel a España, un cambio de tendencia sin precedentes que ha puesto en guardia a autoridades y a grandes voces del sector energético.
Históricamente, jovenlandia había sido un importador regular de diésel para consumo doméstico. El flujo hacia el exterior de este combustible desde las costas marroquíes, ya escaso, prácticamente se cortó hace ocho años cuando cerró la única refinería del país. Pero la situación cambió radicalmente el pasado enero, cuando jovenlandia empezó a exportar producto con destino a España, Turquía, Ghana y la región sur de África desde la terminal Horizon Tanger. Rabat, de hecho, ha llegado a cubrir el 10% de la demanda mensual de diésel de España, valorada en alrededor de 60 millones de dólares (54,4 millones de euros), según datos recogidos del seguimiento internacional de barcos.
Además de la dirección del flujo del diésel, jovenlandia también ha cambiado su lista de proveedores preferentes. A finales de 2022, Rabat empezó a importar entre 50.000 y 100.000 barriles de combustible diarios desde Rusia, según convienen fuentes del sector, el equivalente a un promedio de más de 7 millones de litros de este combustible al día. Moscú, de hecho, desbancó puntualmente a algunos de los proveedores de cabecera de jovenlandia, como Arabia Saudí, en la recta final del año pasado. Este medio ha tratado de ponerse en contacto con el Reino de jovenlandia, sin éxito.
En medio de este giro, entre enero y marzo, a los puertos españoles han llegado dos cargamentos de diésel que han despertado suspicacias debido a su inusual trayectoria. Se trata de dos barcos que cargaron en Primork (Rusia) y partieron hacia Tánger, acreditando que el origen del combustible tras*portado era saudí.
El primero, el STI Clapham, portaba 23.000 toneladas de diésel con certificado saudí y descargó en Bilbao. El segundo, el Honesty, tras*portaba 47.000 toneladas y soltó la carga en Cartagena. Este último, estuvo retenido más tiempo del habitual por las autoridades portuarias a las que, según precisan fuentes cercanas, quedaron sorprendidas por su inusual trayectoria. Estas sospechas habrían sido puestas en conocimiento del Ministerio para la tras*ición Ecológica, que no ha contestado a las preguntas de este medio sobre estos hechos.
Existen distintas explicaciones, según varios especialistas en el mercado petrolífero consultados por este medio. Que los barcos que portan el diésel ruso descarguen en Tánger y allí carguen el combustible de origen saudí que después acaba en España. Que, una vez en la terminal jovenlandés, el diésel con sello ruso se vuelva a cargar en nuevos barcos y se reexporte como producto saudí. Que el gasóleo cargado en Moscú toque tierra en Tánger, lo que, oficialmente, otorgaría a este combustible el sello jovenlandés y, por tanto, podría comercializarse legalmente en España.
Lo cierto es que este combustible, una vez que supera el control aduanero y entra en territorio español, ese diésel se descarga en grandes tanques en los que se mezcla con cargamentos de distinto origen. Es ahí donde los camiones cisterna cogen el combustible base al que luego incorporan los aditivos específicos de cada marca para, finalmente, acabar en las gasolineras de todo el país.
Lo que evidencia este incremento de compras de diésel ruso por parte de países que no han suscrito las sanciones es que el diésel de Moscú sigue en el mercado. Así lo alertó este jueves el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, durante la presentación de los resultados trimestrales del grupo: «Lo más triste es que, a pesar de las sanciones, el diésel de Rusia continúa en el mercado. Sigue estando en el mercado europeo y sigue estando en el mercado español. Por supuesto, hay varios destinos, Turquía, el norte de África... pero este diésel está llegando a la UE. Espero que las autoridades europeas sean muy firmes en cuanto a mantener las sanciones a los productos rusos».
Aunque jovenlandia es el país más cercano a los puertos rusos del Báltico de los que no han suscrito las sanciones, otros están dando salida a mayores volúmenes de diésel ruso. Como Turquía, que desde el inicio del veto ha disparado las importaciones de diésel ruso a un ritmo de alrededor de 450.000 barriles diarios, un volumen suficiente para cubrir el 70% de la demanda de Europa.
amp.elmundo.es
El pasado 5 de febrero, la Unión Europea y Estados Unidos prohibieron las importaciones de diésel ruso, un veto al que se unieron todos los países que han respaldado el régimen de sanciones contra el Kremlin. Entre ellos no estaba jovenlandia, un país que a finales de 2022 empezó a hacer acopio de gasóleo llegado desde Moscú, a razón de más de 7 millones de litros promedio al día. En paralelo, Rabat ha empezado a exportar diésel a España, un cambio de tendencia sin precedentes que ha puesto en guardia a autoridades y a grandes voces del sector energético.
Históricamente, jovenlandia había sido un importador regular de diésel para consumo doméstico. El flujo hacia el exterior de este combustible desde las costas marroquíes, ya escaso, prácticamente se cortó hace ocho años cuando cerró la única refinería del país. Pero la situación cambió radicalmente el pasado enero, cuando jovenlandia empezó a exportar producto con destino a España, Turquía, Ghana y la región sur de África desde la terminal Horizon Tanger. Rabat, de hecho, ha llegado a cubrir el 10% de la demanda mensual de diésel de España, valorada en alrededor de 60 millones de dólares (54,4 millones de euros), según datos recogidos del seguimiento internacional de barcos.
Además de la dirección del flujo del diésel, jovenlandia también ha cambiado su lista de proveedores preferentes. A finales de 2022, Rabat empezó a importar entre 50.000 y 100.000 barriles de combustible diarios desde Rusia, según convienen fuentes del sector, el equivalente a un promedio de más de 7 millones de litros de este combustible al día. Moscú, de hecho, desbancó puntualmente a algunos de los proveedores de cabecera de jovenlandia, como Arabia Saudí, en la recta final del año pasado. Este medio ha tratado de ponerse en contacto con el Reino de jovenlandia, sin éxito.
En medio de este giro, entre enero y marzo, a los puertos españoles han llegado dos cargamentos de diésel que han despertado suspicacias debido a su inusual trayectoria. Se trata de dos barcos que cargaron en Primork (Rusia) y partieron hacia Tánger, acreditando que el origen del combustible tras*portado era saudí.
El primero, el STI Clapham, portaba 23.000 toneladas de diésel con certificado saudí y descargó en Bilbao. El segundo, el Honesty, tras*portaba 47.000 toneladas y soltó la carga en Cartagena. Este último, estuvo retenido más tiempo del habitual por las autoridades portuarias a las que, según precisan fuentes cercanas, quedaron sorprendidas por su inusual trayectoria. Estas sospechas habrían sido puestas en conocimiento del Ministerio para la tras*ición Ecológica, que no ha contestado a las preguntas de este medio sobre estos hechos.
Existen distintas explicaciones, según varios especialistas en el mercado petrolífero consultados por este medio. Que los barcos que portan el diésel ruso descarguen en Tánger y allí carguen el combustible de origen saudí que después acaba en España. Que, una vez en la terminal jovenlandés, el diésel con sello ruso se vuelva a cargar en nuevos barcos y se reexporte como producto saudí. Que el gasóleo cargado en Moscú toque tierra en Tánger, lo que, oficialmente, otorgaría a este combustible el sello jovenlandés y, por tanto, podría comercializarse legalmente en España.
Lo cierto es que este combustible, una vez que supera el control aduanero y entra en territorio español, ese diésel se descarga en grandes tanques en los que se mezcla con cargamentos de distinto origen. Es ahí donde los camiones cisterna cogen el combustible base al que luego incorporan los aditivos específicos de cada marca para, finalmente, acabar en las gasolineras de todo el país.
Lo que evidencia este incremento de compras de diésel ruso por parte de países que no han suscrito las sanciones es que el diésel de Moscú sigue en el mercado. Así lo alertó este jueves el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, durante la presentación de los resultados trimestrales del grupo: «Lo más triste es que, a pesar de las sanciones, el diésel de Rusia continúa en el mercado. Sigue estando en el mercado europeo y sigue estando en el mercado español. Por supuesto, hay varios destinos, Turquía, el norte de África... pero este diésel está llegando a la UE. Espero que las autoridades europeas sean muy firmes en cuanto a mantener las sanciones a los productos rusos».
Aunque jovenlandia es el país más cercano a los puertos rusos del Báltico de los que no han suscrito las sanciones, otros están dando salida a mayores volúmenes de diésel ruso. Como Turquía, que desde el inicio del veto ha disparado las importaciones de diésel ruso a un ritmo de alrededor de 450.000 barriles diarios, un volumen suficiente para cubrir el 70% de la demanda de Europa.
Marruecos empieza a vender diésel a España tras cargar millones de litros diarios en Rusia
El pasado 5 de febrero, la Unión Europea y Estados Unidos prohibieron las importaciones de diésel ruso, un veto al que se unieron todos los países que han respaldado el régimen de
