"El libro más odiado del mundo".Esther Vilar.

antonio zarte

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Lo escribió en 1971. Nada que no se haya dicho ya aquí pero esperamos una nueva edición.Más que nada para cabrear a la tropa.




¿Quién es Esther Vilar?
Esther Vilar es una escritora, socióloga, psicóloga y médica germano-argentina. Pese a haber estudiado Medicina en la Universidad de Buenos Aires, el paso a la escritura vino al recibir una beca para continuar sus estudios en Alemania. Por primera vez tenía tiempo de leer, descubriendo una pasión que la hizo alejarse de su profesión primera y lanzarse a escribir. Decidió retirarse un año para probar suerte como escritora y es entonces cuando redactó 'El varón domado' (1971). La trilogía la completan 'El varón polígamo' (1976) y 'Modelo para un nuevo machismo' (1977). Después decidió dedicarse al teatro



Esther Vilar ha dado media vuelta a la marcha emancipatoria. La mujer doma al hombre con traidores trucos para hacer de él un esclavo sumiso, y luego lo lanza afuera, a la vida hostil, para que gane dinero. 'Como contraprestación' le pone 'la vagina a su disposición a intervalos regulares'... Así de impetuosa e hirientemente, pero con algún encanto, resuelve Esther Vilar el arcaico enigma tejido en torno al mundo de la mujer, y desenmascara a sus compañeras de sesso como a unas empedernidas explotadoras que obtienen su buen capital de la mera anatomía". Así hablaba a finales de los 70 el periódico alemán Der Spiegel de 'El varón domado', el que posiblemente sea uno de los libros más odiados del mundo. La obra cumple ahora 50 años, más irritante que nunca (o al menos tan irritante como siempre), aunque ya en el momento de su publicación encontró en la polémica su mejor aliada de ventas.

El poder de seducción negativo
'El varón domado' vendió más de dos millones de ejemplares en cuestión de meses (en España fue el tercero más vendido en 1975) y logró la etiqueta de "libro maldito". "Las mujeres hacen que los varones trabajen para ellas, piensen por ellas, carguen en su lugar con todas las responsabilidades. Las mujeres explotan a los hombres. Y, sin embargo, los varones son robustos, inteligentes, imaginativos, mientras que las mujeres son débiles, sencillas y carecen de fantasía. ¿Cómo es que, a pesar de ello, son las mujeres las que explotan a los hombres, y no a la inversa? ¿Será, tal vez, que la fuerza, la inteligencia y la imaginación no son en absoluto condiciones del poder, sino de la sumisión? ¿Que el mundo esté gobernado no por la capacidad, sino por los seres que no sirven más que para dominar, o sea, por las mujeres? Mas; de ser así, ¿cómo consiguen las mujeres que sus víctimas no se sientan humilladas y engañadas, sino como lo que en modo alguno son, como dueños, como 'señores'? ¿Cómo consiguen las mujeres inspirar a los varones ese sentimiento de felicidad que experimentan cuando trabajan para ellas, esa conciencia orgullosa de su superioridad que les espolea a rendir cada vez más?", escribe la autora, que planteó una visión completamente diferente a la expuesta por Simone de Beauvoir en 'El segundo sesso' al señalar que el hombre ha trabajado para la mujer a lo largo de la historia mientras que ella ha adoptado roles complementarios.

Te cambio un coito por tu sueldo
Esta controvertida crítica del activismo también negó la opresión estructural, aseguró que considerar a las mujeres como víctimas es humillante y poco realista y señaló que las mujeres del primer mundo son las más privilegiadas de la humanidad. Tampoco dejó de criticar a quienes dedican "demasiado" tiempo a su estética. Sin embargo, fue la manera en la que habló de cómo las mujeres, según sus palabras, ofrecen el coito a intervalos regulares como contraprestación y recurriendo al chantaje emocional para que los hombres trabajen para ellas y carguen con todas las responsabilidades el asunto que se hizo más mediático.

¿Tiene el libro cabida en un mundo políticamente correcto?
Al poco de publicarse el libro, Esther Vilar se enfrentó a la lider germana feminista del momento, Alice Swartzer, que no dudó en tacharla durante la acalorada charla de "fascista perversos". "Nunca dos personas se enfrentaron de una forma tan viva, feroz, personal y llena de repruebo en la televisión alemana", reflejó una vez más Der Spiegel. En la televisión de nuestro país Vilar también tuvo su momento de la mano de José María Íñigo, que la llevó a su programa, 'Estudio abierto', dejando de piedra a la audiencia con su curioso sentido del empoderamiento. Tampoco faltó en 'The Tonight Show' en 1973, el que entonces era el programa del momento. El repruebo jamás se alejó de ella. La atacaron en un baño de Alemania y fue insultada durante décadas a causa del libro. "No me había imaginado el aislamiento en el que me encontraría después de escribir este libro. Tampoco había previsto las consecuencias que traería incluso para mi vida privada -las amenazas violentas todavía no acabaron al día de la fecha", dijo en 1998.

Su tesis era tajante: las mujeres son cinceladas como criaturas infrahumanas, incapaces de inteligencia, integridad o sentimiento, y hacen de los hombres sus voluntariosos esclavos. Aseguraba que la mujer consume mientras el hombre trabaja, y no dudó en señalar que la mujer carece de conciencia alguna. "Es cierto que la manipulación femenina de los hombres ha sido considerada durante mucho tiempo por los hombres con una mezcla de condescendencia, hostilidad y satisfacción, mientras que entre las mujeres ha sido aceptada con demasiada frecuencia como el medio más eficaz para alcanzar el poder. Pocas veces se ha preguntado: 'Si una mujer puede conseguirlo todo mediante la manipulación excepto su respeto por sí misma, ¿vale la pena?', escribía al respecto Ingrid Bengis en 1974 en el 'New York Times'.

Hablamos del libro más odiado por el feminismo, pues la psicóloga germano-argentina invirtió el incipiente discurso feminista al asegurar que el hombre es quien realmente está oprimido en las sociedades industrializadas. Si en el momento de su publicación fue controvertido, la reedición del libro, cincuenta años después, sigue picando. "Es una invitación a atreverse a pensar fuera de los dogmas de la ideología de género", señalan desde Deusto, editorial encargada de la reedición.

Una feminista incomprendida, dijo de sí
"Mi feminismo es incomprendido", dijo en una ocasión la autora, que considera que sus tesis son más revolucionarias que las defendidas por el feminismo por haber "hecho del hombre el esclavo de su mujer". Atacó a las madres solteras, a las amas de casa ("las tareas domésticas son tan fáciles que en las clínicas psiquiátricas son tradicionalmente el trabajo de fulastres que no son aptas para realizar ningún otro tipo de trabajo", escribió) y a las emancipadas ("el trabajo elegido por la mujer emancipada rara vez implica esfuerzo o responsabilidad, aunque se hace creer que implica ambos").

Ella, por otra parte, fue siempre consciente del poder de la controversia tanto de su pluma como de su lengua. "Es un libro muy grosero. Es blanco y neցro. Quise que así fuera. De lo contrario, nadie habría escuchado. No me interesa la revolución. No quiero cambiar todas las reglas; la gente debe encontrar sus propias soluciones. Sólo quería concienciar de que son los hombres los que están esclavizados, no las mujeres", dijo al New York Times.

En definitiva, la autora aseguró que la mujer, más vanidosa que intelectual, adopta características dignas de un bebé para hacer aflorar el afecto paternal de la pareja, hace del sesso su arma para tener poder y ve a los hijos como un seguro de manutención. Sin duda, un libro con estos mensajes hoy resultaría impensable, por lo que la ya reedición resulta controvertida. En un mundo donde la corrección política es la máxima, ¿tiene cabida una obra así?


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