¿Qué dicen ahora los que hace justo dos años gritaban desesperados que la Administración haga LO-QUE-SEA para conseguir mascaras? Pues lo hizo.
Esos inconscientes nunca aceptarán que el culpable último de todos estos problemas es una Administración tan poderosa. Sin ese gigante, no salen estos cabezudos.