Bulldozerbass
Madmaxista
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Compara esas cosas con esto:
A cualquiera que tenga mínimamente desarrollada la sensibilidad artística se le pone los vellos de punta desde los primeros segundos. tras*mite nostalgia, pasión, alegría, felicidad, fuerza, energía, motivación... todo eso al mismo tiempo removiéndose en lo más profundo de tu alma. ESO es arte. Eso es buena música.
No, perdona, eso es una cosa de grupo y de canción que en mi época jevi era de afeminados. Otra cosa es que tu la hayas escuchado en algunos momentos de tu vida y que al escucharla tu cerebro libere dopamina o lo que sea que te causa placer y lo flipes. No te culpo. Pero esa canción es una cosa.
A mí por ejemplo me producen recompensas químicas cerebrales algunas canciones de Manolo Escobar porque me trasladan a una niñez feliz en casa de mis abuelos, pero también me lo produce el primer disco de Deicide porque me traslada a tiempos de desparrame con los colegas en los bajos de Moncloa, y me lo produce Janis Joplin porque me traslada emocionalmente a una novia que tenia jipi con la que me hinchaba a porros.
La movida es que puede haber música buena o mala desde un punto de vista objetivo y técnico, pero ese aspecto de la música solo realmente solo le interesa a músicos, técnicos de sonido, productores, vendepúas, vendecuerdas, vendeamplis, y gente que se dedica profesionalmente, semiprofesionalmente o son aficionados a la música.
A mí no me dió por el indie cuando salió, y eso que me pasaba la vida en Malasaña intentando ligar con las indies, yo cuando Los Planetas empezaron a ser conocidos andaba con camisetas de los Sex Pistols, Napalm Death etc, pero luego ya bien avanzados los 2000 los empecé a escuchar montando en bicicleta y me molaron algunos temas. Pero no me molaron porque estuvieran bien tocados, ni por el sonido, ni por la voz del cateto del Jota, sino porque iba montando en bicicleta y conociendo una ciudad nueva. Cada vez que los escucho me apetece montar en bicicleta y me recuerda a ciertos edificios, olores y minifaldas. La música para mí no es buena ni mala, es un sazonador de la vida.