Así luce el hospital por dentro.
La presidenta madrileña inaugura este martes el Hospital Enfermera Isabel Zendal, un proyecto imponente levantado en solo cien días, con mil camas y circuitos de aire en constante renovación
Cien días han bastado para que Madrid cuente con el mayor hospital de emergencias de toda Europa: Enfermera Isabel Zendal.
Hospital Enfermera Isabel Zendal que permitirá liberar 1.000 camas de otros centros sanitarios madrileños, en caso de epidemias, pandemias o crisis sanitarias. El proyecto más ambicioso de la presidenta
Isabel Díaz Ayuso es ya una realidad en Valdebebas, y será inaugurado este mismo martes por la mañana.
Espacios estancos, zonas de tratamiento intermedio y UCIs equipadas con el material tecnológico más avanzado dan forma a un proyecto sanitario tan ambicioso como versátil, sectorizable y polivalente que se convertirá en el refuerzo del resto de centros de la Comunidad listo para entrar en acción en tiempo récord ante cualquier nuevo escenario de catástrofe o epidemia. La construcción se ha inspirado en el "milagro" de Ifema pero la versión ha mejorado aquella experiencia.
Techos de entre ocho y doce metros que permiten un mayor reparto de la carga vírica, circuitos de aire, con sistemas de climatización más bajos que mejoran la eficiencia energética y funcionan al triple de rendimiento que los que se emplearon en la Feria de Madrid (el aire de todo el complejo se renueva por completo cada cinco minutos frente a los 15 necesarios en el hospital de urgencia improvisado en el mes de marzo), espacios completamente estancos (en los que resulta imposible el contacto entre pacientes y personal sanitario sin trajes de protección EPI) y más de 22.000 metros cuadrados de zonas verdes, son su impresionante carta de presentación.
El coordinador, por el momento, será
Fernando Prados, quien se ocupó de las instalaciones habilitadas para el el bichito-19 en la Feria de Madrid, durante la primera ola. Porque debido al carácter polivalente de las instalaciones, el puesto de mayor responsabilidad no tiene vocación de permanencia.
Medidas de seguridad
Circulación de aire diferenciada, con renovación total cada cinco minutos y control de accesos biométrico. El complejo hospitalario es mucho más que un hospital. En su interior se ha logrado poner la arquitectura al servicio de las personas, con un doble objetivo: calidad asistencial para los pacientes y máxima seguridad para los profesionales sanitarios que desarrollarán su labor en un entorno de alto riesgo.
Para ello, el aire de la zona de los pacientes se recoge por circuitos cerrados de filtrado y se devuelve por un circuito limpio al punto de partida. Además, los accesos de personal y enfermos se realizan por lugares completamente diferenciados y el tránsito de material sanitario a las zonas asistenciales debe pasar por un proceso de doble control donde los trajes de protección EPI tienen un canal específico y distinto del resto de
commodities.
El
Hospital Enfermera Isabel Zendal es un gigante en todos los aspectos, el mejor dotado para el uso del mayor volumen de gases medicinales de toda España.
Cinco millones de kilos de acero dan forma a los tres pabellones asistenciales y el extra de logística en un escenario de ERTE nacional, contribuyendo a la reactivación del sector, con 14 adjudicatarios distintos y hasta 635 empresas auxiliares. Un total de 4.000 personas y 1.350 de forma simultánea han trabajado para hacerlo posible.
Los puntos de control de enfermería UCI disponen de sistema de exclusas de doble puerta para garantizar espacios estancos al personal, en las zonas más contagiosas. Y en el interior de cada unidad: monitor, ecógrafo, portátil de rayos, respiradores, camas equipadas con colchones especiales de masaje venoso y grúas electrónicas para mover a los pacientes.
Todo el hospital está cimentado sobre una gran losa de 80 centímetros de ancho pilotada en el terreno. Columnas de 18 metros de media, que llegan hasta los 25 metros en las zonas más sensibles, anclan este gigante sanitario en su privilegiada ubicación con vistas a la capital. Para garantizar la horizontalidad perfecta en los almacenes -y algunas de las zonas en contacto permanente con el exterior- el suelo se ha enriquecido con microfibras y se ha igualado con láser para conseguir un nivelado perfecto.
María Jamardo
Compartir:
