TercioVascongado
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Es tan sencillo como que la inversión crea riqueza y la especulación la extrae. Es un grado jovenlandesal, el mismo que distingue a quien hace préstamos razonables de un usurero, o al que comercia con bienes de necesidad con el que abusa de esa necesidad para enriquecerse mucho más allá de lo razonable.
Es una visión muy simplista. Seguramente si le preguntas a cualquier casero, te podría decir que él provee un servicio y juega con las reglas que le pone el Estado y las del propio mercado. Resumirlo en que el arrendador simplemente extrae riqueza cuando lo que está haciendo es arriesgar su patrimonio y su tiempo es una visión bastante subjetiva de la historia. Los bienes de necesidad los explotan muchas empresas multinacionales. Veo bastante demagógico pretender que nadie pueda hacer negocio con ellos y lo de enriquecerse más allá de lo razonable, más de lo mismo y especialmente en el caso que nos ocupa que es el de un pequeño tenedor.
En el caso de la vivienda siempre se va a lo mismo. Se pretende extender una supuesta culpa a los arrendadores de la situación actual del mercado inmobiliario cuando lo que se debería hacer es exigir al Estado que liberalice el suelo y cree viviendas de protección en régimen de alquiler, por ejemplo. En lugar de eso, nuestros políticos, que sí que se dedican a extraer riqueza sin aportar nada a cambio, tienden al absurdo de la hiperregulación y de la intervención. Los resultados son obvios. La sarama ideológica socialista nunca ha traído nada bueno.
Si nos atenemos a coordenadas estrictamente jovenlandesales, la conducta de cualquier arrendador que opere bajo amparo de las leyes del Estado y no incumpla sus leyes, es jovenlandesalmente irreprochable.
Vivimos en un país socialista con una constitución socialista que no reconoce el derecho a la propiedad privada como algo esencial. Con un Estado hiperregulador, omnipresente y omnipotente que genera cada año miles de leyes nuevas. Con una sistema legal poco o nada garantista. Con un mercado que no tiene nada de libre porque está intervenido y que no favorece la competencia. Y aún así a los socialistas pretenden que la culpa de la situación del mercado inmobiliario es de los propietarios. LOS huevonES.
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