Margallo apuesta por "explorar vías de convivencia" entre Catalunya y España
El ministro de Exteriores insiste en la "vía muerta" del soberanismo y
asegura que las relaciones "pueden acomodarse sin necesidad de modificar la Constitución"
El ministro estonio de Exteriores asegura entender los argumentos de España y Catalunya pero rechaza comparaciones con los estados bálticos
El ministro de Asuntos exteriores español, José Manuel García Margallo, se vió obligado ayer a explicar a los periodistas estonios, el proceso soberanista que se vive en Catalunya y las razones por las que en España no es posible la vía báltica que vivieron Letonia, Estonia y Lituania. Tras la reunión que celebraron en Tallín con el ministro de exteriores estonio, Urmas Paet, el ministro español tuvo que contestar a tres preguntas de los periodistas estonios sobre Catalunya y su derecho a decidir.
Margallo explicó a los periodistas estonios las diferencias entre el proceso de las repúblicas bálticas y el caso de Catalunya: “Cualquier comparación entre la guandoca de los pueblos y un estado democrático es una aventura intelectual harto complicada de defender”, y que tendría consecuencias para Catalunya, como la declaración unilateral de independencia, con la salida automática de la Unión Europea. Pero también se mostró partidario de “explorar vías alternativas de convivencia de Catalunya con el resto de España”, para mantener una relación que nace en la “Hispania romana y se consagra con los Reyes católicos”. Unas vías de convivencia que traerían más ventajas que la vía que ha seguido hasta ahora el Gobierno de la Generalitat “que es una vía muerta, cegada”. Vías de convivencia que el ministro de Asuntos Exteriores español considera que son posibles encontrar dentro de la cuestión, sin necesidad de modificarla, o de ir a una nueva constitución. Margallo, que se declaró partidario “más de tender puentes que de volar puentes”, está convencido de ello eso sí, siempre que “las dos partes estén dispuestas a sentarse con ánimo de negociar y no de romper”, y esa solución que se encuentre “siempre será mejor si está dentro del marco constitucional”.
Dentro de esas vías, el ministro Margallo se refirió en concreto a la financiación autonómica, y se mostró convencido de que la Constitución permite “fórmulas flexibles”, una vez conocidas las balanzas fiscales, que está seguro que podrían ser asumidas por todas las comunidades autónomas.
Y ya que el ministro de exteriores español era preguntado por los periodistas estonios, también el ministro estonio tuvo que responder, a preguntas de los periodistas españoles, por cómo se ve el proceso desde este país. Delante del ministro Margallo, el ministro de Exteriores estonio, Urmas Paet, no tuvo problema en reconocer que “hay muchos argumentos del Gobierno central que se pueden entender” lo mismo que se entienden otros argumentos de la Generalitat de Catalunya “que ayudan a la independencia”. La suerte, indicó Paet, y la diferencia con las repúblicas bálticas, es que “España es un país democrático, y estos debates es muy positivo que se desarrollen en regímenes democráticos, porque dentro del estado de derecho se encontrarán fórmulas para decidir su futuro”, y en un estado de derecho “se podrá solucionar la cuestión de manera que la mayoría esté contenta, y nadie enseñar nada a nadie”.
Eso sí, el ministro de Exteriores subrayó que pese a que Estonia está orgullosa de la vía báltica por la que accedió a la independencia, “no se pueden comparar las dos situaciones”, lo mismo que dijo su homólogo lituano el martes junto a Margallo.
Margallo apuesta por "explorar vías de convivencia" entre Catalunya y España