Demonio de Tasmania
Madmaxista
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Este fin de semana estuve en Málaga, la tierra de mi señora. Nos dimos una vuelta por el centro de la ciudad y lo que vi me hizo pensar (calle de Alcazabilla, Císter y zona del Museo Picasso). El 99% de los turistas que vi eran blancos europeos y algunos norteamericanos por su acento. Se veía alguna familia de indios y un grupo de japoneses. Todo a tope de gente, imposible sentarte en un bar a partir de las 13:00 h., mientras, antes de esa hora, los camareros en la calle no paran de ofrecerte que te sientes en sus negocios (algo que no había visto en la vida). Se escucha inglés especialmente, alemán, francés e italiano. Español poco. Y yo me pregunto: ¿de qué van a vivir ciudades como Málaga, que ha apostado todo a este tipo de turismo, cuando el declive demográfico de la población blanca europea sea un hecho evidente? ¿Podrán ser viables ciudades como Málaga, donde han arrasado todo para construir horriblemente, cuando las tarifas aéreas se pongan por las nubes? Porque toda esta gente viene en avión.
Quizás yo esté totalmente equivocado, pero pienso que al turismo de masas, tal y como lo concebimos actualmente, no le quedan más de veinte o treinta años de vida (quizás menos), porque los jovenlandeses, los chinos, los chinos y los árabes no hacen turismo de masas. Solo viajan los muy ricos de esas sociedades, a los que solo les interesan las tiendas de lujo y les importan una cosa las playas, los parques naturales, los museos y los monumentos. Estos ricazos para nada van a ocupar los millones de plazas hoteleras y apartamentos turísticos de ciudades como Málaga, la costa del Sol y otras zonas turísticas españolas. Entonces, ¿de qué shishi van a vivir estas ciudades? Pienso que se avecina una debacle. Esto es como la fiebre del oro. Sacar tajada todo lo que se pueda, especialmente los forrados de toda la vida que viven del negocio turístico en sus diversas facetas y luego que arda Troya.
Quizás yo esté totalmente equivocado, pero pienso que al turismo de masas, tal y como lo concebimos actualmente, no le quedan más de veinte o treinta años de vida (quizás menos), porque los jovenlandeses, los chinos, los chinos y los árabes no hacen turismo de masas. Solo viajan los muy ricos de esas sociedades, a los que solo les interesan las tiendas de lujo y les importan una cosa las playas, los parques naturales, los museos y los monumentos. Estos ricazos para nada van a ocupar los millones de plazas hoteleras y apartamentos turísticos de ciudades como Málaga, la costa del Sol y otras zonas turísticas españolas. Entonces, ¿de qué shishi van a vivir estas ciudades? Pienso que se avecina una debacle. Esto es como la fiebre del oro. Sacar tajada todo lo que se pueda, especialmente los forrados de toda la vida que viven del negocio turístico en sus diversas facetas y luego que arda Troya.