El problema es que, para querer tener razón, llegáis a manipular las reglas de juego para distorsionar la realidad. Y no, las cosas no funcionan así. Cuando te acercas a esa realidad, de forma desapasionada, sin prejuicios, es cuando te das cuenta de que simplemente no encaja con esos relatos.
El ejemplo de China es palmario. Cuando el estado se encargaba de todo, era miseria absoluta. Dejó de hacerlo, y aunque siga controlando desde la distancia, con libertad económica ha tenido 30 años de crecimiento brutales. ¿Bajo qué punto de vista ese crecimiento puede argumentarse en que sigan teniendo algo de control estatal????
Pedevesa es la empresa pública que se encarga de sacar el petróleo en Venezuela. Tienen un puñetero mar de petróleo bajo sus pies. Pues bien, llevan 25 años que ni siquiera son capaces de extraer petróleo, cada vez su producción es menor, a pesar de que tienen todos los recursos del estado. Se mueren de hambre, trabaja el doble de gente que hace unas décadas, y extraen una pequeña parte.
Lo mismo pasa con Pemex, en México. Es como tener una puñetera caja fuerte llena de oro y ser tan inútil que no eres capaz ni de sacarlo.
Por la misma regla de tres, Haití debería ser el pais más rico del mundo.
A priori, sobre la gestión empresarial, no tiene que ser mejor o peor que al frente esté el estado o un empresario.
No, claro que no. Haití ni tiene libertad económica (es de los PEORES países del mundo) ni tiene seguridad jurídica. Los dos pilares para que la economía funcione.
Y POR SUPUESTO que importa si está al frente el estado o un empresario. ¿De dónde sacas esas ideas?
Lo más importante, CON DIFERENCIA, es la falta de cálculo económico, que tan bien explica el gran Antxo Bastos. Una empresa pública que rompe el sistema de precios automáticamente no tiene señales. No sabe qué debe producir, ni cuánto, ni a qué precio. Lo cual imposibilita completamente el éxito.
En el momento en que destrozas los precios relativos, en que rompes con lo que te une al proceso de oferta y demanda, estás quitando los pies del sueldo. Tus decisiones serán aleatorias, tus resultados serán ininterpretables.
Pero es que luego vienen otras características de la empresa pública, que se dan en el 100% de las veces, que si bien no imposibilitan (como la anterior...) la rentabilidad, son enormes palos en las ruedas:
- Será dirigida por criterios políticos y no de productividad
- Quien tome las decisiones ni se está jugando su dinero, ni está vinculando su futuro a la rentabilidad, sino a las órdenes del partido
- La estructura sí o sí se convertirán en un mar de burocracia improductiva
- Los puestos de trabajo se terminarán convirtiendo en pseudofuncionarios, con menor productividad y mejores condiciones laborales
- Será un nido de enchufados donde toda la cadena política aprovechará para colocar a los suyos
- Al no tener competencia no habrá ni innovación ni necesidad de inversión para maximizar la competitividad.
- Los precios serán arbitrarios según la decisión de un señor en el despacho, sin relación alguna con la realidad
- Los agujeros de presupuesto serán tapados con dinero público, evitando que se produzcan las decisiones lógicas que suceden en toda empresa que pierde dinero (reestructuración, cambio de estrategia, despidos, etc...)
- La mezcla entre subvención estatal, dinero ingresado, supuesto servicio a la sociedad, 'deformará' completamente las cuentas reales justificando cualquier situación futura, por horrible que sea
- En caso de enorme fracaso (lo más frecuente...), la solución más probable sea huida hacia adelante, aumentando subvenciones. Porque es lo que dirá cualquier auditoría, hecha por los mismos políticos que la manejan: es que hace falta más dinero
- Sus directivos provendrán de la política, tendrán sueldos escandalosos, y toda su cúpula será un retiro dorado para aparcar políticos en segunda fila. Que, por supuesto, no tendrán ni fruta idea ni del sector ni de dirigir empresas.
¿Te suena?
Aquí la cuestión es a quién beneficia. Si la riqueza nacional está en manos de corporaciones extranjeras, tu país es una cosa, son las multinacionales las que deciden el destino de tu país. Los beneficios se van fuera.
Si el estado controla los recursos naturales, el país es el dueño de su destino
Si no lo entiendes es porque tu ideología pesa más que tu sentido común
Esa es la trampa mortal. Los políticos te han convencido que una empresa ineficiente, que necesita tu aportación para sobrevivir porque no es capaz ni de mantenerse aún teniendo monopolio o pseudomonopolio, es algo bueno para ti.
Y porque te han creado un chip en el cual crees que los beneficios son lo más importante de una empresa. Cuando resulta, que en estos casos, quizás una multinacional es capaz de tener (pongamos, algo medio...) un 10% de beneficios sobre facturación, manteniendo un montón de puestos de trabajo y pagando toneladas de impuestos, mientras que la empresa estatal en vez de tener beneficios tiene unas pérdidas de un 30% de su facturación.
¿Y me dices que es ideología? No, no señor. Si no partes precisamente de esa premisa tan errónea (¿a quién beneficia?), y encima desde una perspectiva irreal (es mejor una empresa estatal que te cueste un huevo...), es IMPOSIBLE que con cuentas en la mano pensases que una empresa estatal es algo mejor.
No es algo nuevo. El comunismo, en su conjunto, es así. Y lo sabemos, y sabemos que no funciona.
Pero es que en España tenemos el ejemplo del INI, hace 70 años las principales industrias eran monopolios estatales. Y fue un desastre, en los 70 no podían pagar sus nóminas, eran un nido de enchufados, hacían que los precios fueran completamente absurdos, y cayeron como moscas en cuanto hubo la más mínima competencia.
Y ahora tienes tu Correos, tu RTVE, tu Renfe, perdiendo dinero a espuertas. Y sí, claro; luego te hacen cuentas de esas milagrosas, para hacer como que no pierden tanto, metiendo a empresas como Loterías (que es un monopolio digamos que 'sencillo' de tener beneficios
) o Paradores nacionales, cuyo inmovilizado es patrimonio nacional que han puesto a su disposición.
Y no hablemos de las tropecientas mil empresas menores, a nivel de CCAA, donde simplemente se enchufa a la hija del alcalde o al primo del concejal, para que tengan un museo de interpretación del mejillón pardo que visitan 17 personas al año y que necesita 5 nóminas.
De hecho, los pocos casos en que el modelo sí que ha funcionado (existen!), en países árabes o nórdicos o del sureste asiático, las cosas son muy distintas. El estado deja el funcionamiento y la dirección en manos privadas, que son las que gestionan. Con reglas de empresa privada.
Porque en el momento en que el estado toma el control y la decisiones, game over. Se producen en cadena todos esos hechos que te he comentado.