Yo hace unos años ya sabía que el trabajo en la empresa privada cada vez iría a peor, que en aquella época ya era una merienda de neցros y que las cosas se pondrían antiestéticas. No pensaba que tendríamos una crisis económica tan fuerte, pero me puse rápidamente a salvar mi bonito ojo ciego y entré en la función pública. Es una satisfacción ver que todo se derrumba a mi alrededor mientras yo me salvo. No me he podido comprar un Q7 ni un BMW como muchos del sector de la construcción en sus años buenos, pero yo tengo la nómina cada día 28 ingresada en mi cuenta y ellos no pueden decir lo mismo. Saludos,
Coincidencias. Hace dos años me largué de la publica (con salvavidas, excedencia) y me pasé a autónomo. De momento me va mucho mejor de lo que esperaba (que no era mucho). No canto victoria, a saber como irá mañana.
Ni ahora ni antes se me había ocurrido comprar un BMW: ¿para qué lo quiero si tengo el metro en la puerta de casa?
Satisfacción? si, mucha. Pero esto es subjetivo.