El documental "2.000 mulas" aborda el fraude electoral en la última elección presidencial de EE.UU.

M. Priede

Será en Octubre
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14 Sep 2011
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Se lo acabo de escuchar a Lorenzo Ramírez y a César Vidal. Sería bueno que alguien diera con esa versión en español:



Geotracking como herramienta clave
El elemento metodológico en que se apoya toda la investigación es la facilidad de geotracking que todos los teléfonos celulares tienen hoy. “La idea es que todo teléfono está continuamente emitiendo un pin que es captado por apps, que comunica a esos apps 4 coordenadas: Latitud, Longitud, Elevación, y Hora -explica Phillips-. Con esos datos se puede reconstruir un patrón vital alrededor de cualquier persona/teléfono. Aun con el teléfono apagado, uno puede posiblemente ser trazado. Hay más de 3000 apps que hoy recolectan esos cuatro datos, y los venden a intermediarios.”​
El razonamiento fundamental de los investigadores fue el siguiente: identificaron todos los buzones electorales -donde la papeleta o balota del “absentee vote”, como se denominan los votos por correo, debe ser depositada por el votante, en cinco áreas urbanas de los swing states clave: Pennsylvania, Georgia, Arizona, Michigan y Wisconsin. Trazaron una “caja” pequeña alrededor de cada uno de esos buzones. También identificaron las organizaciones de militantes -bajo la forma de ONG o de “non profits”- que eran candidatos a organizar un mecanismo como el que estaban intentando descubrir, y que enseguida explicaremos. Luego, compraron tres trillones de “pins” o señales telefónicas para esas áreas urbanas, entre el 1 de octubre y el día de la elección (en Atlanta, hasta el 6 de enero).​
A continuación, elaboraron un software para buscar los teléfonos que cumpliesen la siguiente condición: haber estado en al menos diez buzones electorales distintos, y que además hubiesen estado al menos cinco veces en alguno de los locales de organización.​
El resultado es que descubrieron un número relevante de teléfonos en cada una de las ciudades que cumplían con esa condición. Esas son las mulas.​
La lógica de esto, dice Dinesh De Souza, el Director del documental, es que “no habría, en principio, razón para nadie para ir a más de un buzón, pues cada persona vota una vez. Pero podría concebirse alguna causa para visitar dos distintos, quizá… Se decidió optar por un margen mucho mayor (10 buzones), para estar seguro de que la conducta es sospechosa.” De ese modo se reducirá muy significativamente la cantidad de “falsos positivos”, eliminando a gente que no debería estar incluida pero que se incluyese por error.​
El mecanismo del fraude
El mecanismo es: personas contratadas -según un testimonio de una mula que accedió a hablar para los investigadores- concurrían a los locales, donde se les proveía de una cantidad determinada de papeletas de voto, en su sobre, donde figura el nombre datos y firma del votante de que se trate, y cobraban 10 dólares por cada papeleta introducida en el buzón (hay información que sugiere que este precio sería variable en distintas ciudades).​
Una pregunta que los investigadores se hicieron es: ¿cómo sabemos que esta persona no es parte de una familia muy grande y fue a llevar los votos de los demás miembros de esa familia? ¿Cómo sabemos que esta persona no trabaja cerca de un buzón electoral, y por tanto es normal que vaya con su celular a una ubicación cercana a ese buzón?​
Una buena pista es ver si va estrictamente a ese buzón electoral, y luego se aleja de él y a continuación o luego va a otro buzón electoral, etc. Estas cosas se tuvieron en cuenta para filtrar las señales de celular que no cumpliesen claramente con el patrón de movimientos de la “Mula”, que es: ir a la ONG, y luego ir a varios buzones electorales distintos; y luego repetir el ciclo.​
Otro elemento son los horarios. En muchos casos se iba a los buzones electorales a altas horas de la madrugada, por ejemplo. Un video muestra un votante a las 3:57 de la madrugada, que intenta introducir un paquete tan grueso de votos todos a la vez que algunos no entran por la ranura del buzón y caen a sus pies, de donde los levanta para completar la tarea. Nadie diría que este evento filmado corresponde a una actividad normal.​
Las dimensiones mínimas del fraude
Los autores de la investigación en True The Vote no dicen que estos sean los únicos casos de fraude que existieron. Lo que dicen es que identificaron al menos a las siguientes mulas en las ciudades en que investigaron:​
Atlanta, GEORGIA: 242 mulas que fueron a un promedio de 24 buzones electorales cada uno, y a 8 organizaciones, en un período de dos semanas.​
Phoenix, ARIZONA: se identificó algo más de 200 mulas. 20 visitas promedio cada una.​
Milwawkee, WISCONSIN: “sólo” 100 mulas, pero el número promedio de visitas de cada una a buzones sube a 28​
Detroit, MICHIGAN: Más de 500 mulas. Algunas de ellas llegaron a ir a más de 100 buzones electorales.​
Philadelphia, PENNSYLVANIA: Algo más de 1100 mulas identificadas. Unos 50 buzones electorales en promedio cada una. En este caso algunas de las mulas cruzan constantemente la frontera estatal con NewJersey, y no se sabe el origen de las papeletas.​
¿Cómo se puede conjeturar que los votos introducidos lo fueron para el Partido Demócrata?
Por un lado, está el extraño comportamiento electoral en las ciudades investigadas, donde una avalancha de votos Biden por correo cambió de modo inédito la tendencia del resto de los votos.​
En segundo lugar, las mulas han sido conectadas en muchos casos con la agitación opositora organizada por grupos de extrema izquierda vinculadas a los demócratas. En efecto, en 2020 hubo motines y desórdenes protagonizados por grupos como Antifa y Black Lives Matter a lo largo de todo el año (el lector recordará los incendios, las “zonas liberadas” como en Seattle, las estatuas derribadas, etc.). En las semanas antes de la elección hubo también algunas de esas movidas en las zonas investigadas por True The Vote. En Atlanta, por ejemplo, 67 de las “mulas” identificadas participaron regularmente en los desmanes. Esto se averiguó cruzando los datos de los teléfonos que concurrían a los buzones con los de quienes concurrieron a los desórdenes y motines.​
En tercer lugar, las organizaciones investigadas a donde las “mulas” concurrían tienen todas un perfil común: son ONG y “non profit” vinculadas al partido Demócrata, cuyos financiadores y donantes principales son, públicamente, figuras de alto perfil de esa filiación política.​
¿De dónde se sacan las papeltas introducidas en los buzones por las mulas?

Si hay alguien que esto no le pilla de sorpresa es a mí. En 2008 ya escribí sobre ello tras ver el documental Hacking Democracy. Pues bien, suma y sigue.

En realidad este sistema de elección fraudulento ocurre desde siempre en todo el mundo anglosajón; sus ciudadanos viven muy bien y nadie se preocupa por estas cosas... Sin embargo todo cambió tras la derrota de Trump, cuando medio país cayó en la cuenta de que les habían robado. Y como ahora el Imperio está perdiendo la hegemonía, y de seguir a este ritmo pronto entrará en fase terminal, puede traer consecuencias graves, así que este documental, a diferencia del anterior, de 2006, sí puede hacer daño.

De todos modos aquel documental estaba producido por HBO, hacking democracy - Buscar con Google , así que es posible que si tarde o temprano esto estalla, también forme parte del plan lo de explotar definitivamente cualquier apariencia de democracia demostrando que nunca la hubo realmente, y de ese modo, todos de cabeza a la tiranía. ¿Para qué luchar a favor de lo que siempre fue un fraude? No os extrañe que la oligarquía destruya el sistema en el que hemos estado.

Todavía me parece más grave el golpe de Estado del Capitolio para apuntalar el fraude electoral, pero a eso no se atreverán, creo yo.

Ojalá alguien dé con el enlace al documental en español, o subtitulado:

(9) En Australia, lo mismo que en Reino Unido y EE.UU., las garantías de los recuentos electorales son un completo timo | Burbuja.info

(2) Las condiciones carcelarias de los detenidos por 'el asalto al Capitolio' el 6 de enero pasado. No daréis crédito. Ni en el Gulag | Burbuja.info
 
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