El mundo postmoderno es complejo. En el siglo XIX y principio del XX, el bien y el mal estaban perfectamente determinados. La cuestión clara era conseguir los datos, analizarlos objetivamente, y decidir qué hacer, dado el nivel jovenlandesal al que uno aspirara.
Pero la objetividad era clara.
En el mundo postmoderno todas las fronteras se vuelven plásticas. Ya no existe objetividad, sino poder de control sobre las mentes humanas. La mente humana ha caído del pedestal: las técnicas del márqueting, y ya ni tan sólo eso, simplemente el control monetario, político y militar de los medios de comunicación, son suficientes para controlar a la "masa".
Se repite el mismo mensaje miles de veces, se prohíbe mostrar otros mensajes, o cuando se muestran, se rodean de insultos y descalificaciones, y se obtiene lo que se quiere.
El nacional españolismo ha encontrado la piedra filosofal. Ya no necesita el poder militar, oprimir, destruir, rapiñar. No. El control social, la ingeniería social, que es limpia y no mancha como la sangre, es mucho más efectiva.
Centraliza todo el poder político y económico, dando recompensas a los que se acerquen (dándoles premios) y castiga a los que se queden lejos. En poco tiempo, tendrás todo tu poder cerca.
A los que estaban en tu contra, edúcales en el nacionalismo españolista. Dales Selección de fútbol. Háblales de lo maravillosa que es España. Que salgan por la tele gente gritando España, España! cuando haya Eurocopas, o motos, o lo que sea. Quien diga España es una cosa, al talego.
Y ya está. De manera irónica, los que te odiaban irán cambiando, adaptando sus comportamientos a lo que tú quieras. Sin sangre, sin odios. Ellos mismos lo querrán, ni tan sólo notarán el cambio, creerán que son "ellos mismos".
Obviamente, mantén un reducto de "seres perversos, anti-españoles". Mantenlos a raya, con las leyes claramente definiendo que no pueden escaparse. Quítales todo el poderío económico, sonsacándoles las mejores empresas. Gasta muy poco en su territorio, y gástalo todo en tu sitio. Machácalos a impuestos (pero no divulgues públicamente las cifras). Pero dales parcialmente el derecho a quejarse, para que los tuyos, en su proceso de reeducación-ingeniería-social, puedan continuar odiándolos, y no miren a su interior y vean quien realmente los tiene controlados.
Y ya está. Con esto, tendrás el poder, serás amado y respetado. Y los que te odiaban, te amarán (excepto el reducto, que está ahí solo porque tú lo quieres). Y tú te reirás internamente por lo listo que eres, ya que en el fondo los desprecias.
Pero la objetividad era clara.
En el mundo postmoderno todas las fronteras se vuelven plásticas. Ya no existe objetividad, sino poder de control sobre las mentes humanas. La mente humana ha caído del pedestal: las técnicas del márqueting, y ya ni tan sólo eso, simplemente el control monetario, político y militar de los medios de comunicación, son suficientes para controlar a la "masa".
Se repite el mismo mensaje miles de veces, se prohíbe mostrar otros mensajes, o cuando se muestran, se rodean de insultos y descalificaciones, y se obtiene lo que se quiere.
El nacional españolismo ha encontrado la piedra filosofal. Ya no necesita el poder militar, oprimir, destruir, rapiñar. No. El control social, la ingeniería social, que es limpia y no mancha como la sangre, es mucho más efectiva.
Centraliza todo el poder político y económico, dando recompensas a los que se acerquen (dándoles premios) y castiga a los que se queden lejos. En poco tiempo, tendrás todo tu poder cerca.
A los que estaban en tu contra, edúcales en el nacionalismo españolista. Dales Selección de fútbol. Háblales de lo maravillosa que es España. Que salgan por la tele gente gritando España, España! cuando haya Eurocopas, o motos, o lo que sea. Quien diga España es una cosa, al talego.
Y ya está. De manera irónica, los que te odiaban irán cambiando, adaptando sus comportamientos a lo que tú quieras. Sin sangre, sin odios. Ellos mismos lo querrán, ni tan sólo notarán el cambio, creerán que son "ellos mismos".
Obviamente, mantén un reducto de "seres perversos, anti-españoles". Mantenlos a raya, con las leyes claramente definiendo que no pueden escaparse. Quítales todo el poderío económico, sonsacándoles las mejores empresas. Gasta muy poco en su territorio, y gástalo todo en tu sitio. Machácalos a impuestos (pero no divulgues públicamente las cifras). Pero dales parcialmente el derecho a quejarse, para que los tuyos, en su proceso de reeducación-ingeniería-social, puedan continuar odiándolos, y no miren a su interior y vean quien realmente los tiene controlados.
Y ya está. Con esto, tendrás el poder, serás amado y respetado. Y los que te odiaban, te amarán (excepto el reducto, que está ahí solo porque tú lo quieres). Y tú te reirás internamente por lo listo que eres, ya que en el fondo los desprecias.