M. Priede
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No tiene vergüenza. Os voy a poner un ejemplo de cómo intoxicar (y esta vez con todas las de la ley) mediante falsos silogismos. Os lo pongo en otro tonalidad. Fijaos, no vale ni para un manual de lo burdo que es:
Colza 40 años después: casi todo lo que crees saber del Síndrome del Aceite Tóxico es falso
La peor crisis de la joven democracia española se produjo dos meses después del golpe de Estado del 23-F
Beatriz Delgado, afectada por el Síndrome del Aceite Tóxico con once años, en el Hospital Niño Jesús de Madrid en 1982.
Por
Julio Martín Alarcón
09/01/2021 - 19:11 Actualizado: 10/01/2021 - 14:26
La peor crisis de la joven democracia española se produjo dos meses después del golpe de Estado del 23-F. Casi todo lo que creen saber sobre la crisis del aceite adulterado de colza es falso. Por ejemplo, nadie compró 'aceite de colza'. Se vendió como aceite de oliva; más barato, eso sí. Ambos son excelentes para la salud. Otra cosa es ingerir aceite industrial que ha sido antes refinado para dar el pego.
No fue tampoco la verdadera causa del brote. La empresa de San Sebastian RAPSA entregó toneladas de ese aceite no apto para el consumo humano, que acabaría llegando a varias ciudades y pueblos de España. Barcelona fue una de esas ciudades y no se registró apenas ningún caso. Aun así, no hay dudas: el síndrome tóxico lo produjo el aceite adulterado de colza de uso industrial. Puede que hayan oído hablar de otras teorías y conspiraciones: son mentira.
Además de un terrible drama, la colza fue un enigma médico... que tenía solución. Una solución que no le gustaba a nadie. Epidemiológica. Mató, no tan al azar, a mil personas y dejó 20.000 afectados con terribles secuelas. Han pasado ya 40 años. Si se acuerdan de la colza, es que estuvieron expuestos aunque no conozcan lo más esencial. Si no es así, esta es una historia que ya no se les borrará de la cabeza. A millares de personas les destrozó la vida por nada. La codicia y la estupidez se llevan por delante a familias enteras. Cambiaron muchas cosas después.
Contra el Gobierno
El estallido: cuando aún se digería el ruido de sables del Congreso, en mayo de 1981, se colapsaron todos los hospitales de Madrid en apenas dos semanas. Se debía a una una avalancha de pacientes afectados por una rara afección que no salía en ningún manual médico del mundo. Sencillamente no existía.
Lo explica Juan Casado, el pediatra que descifraría el enigma médico. He hablado en varias ocasiones con él, la última frente a las cámaras, en el mismo Hospital Niño Jesús donde tras*currió todo para un documental aún en proceso de producción exactamente la semana antes de comenzar las restricciones por el el bichito: "Con el primer caso no pasaba nada, se ingresaba, se vigilaba... pero a continuación llegaban más y más casos, más pacientes, más pacientes, más pacientes, de tal manera que en ese momento los servicios de urgencias se colapsaban y en el hospital la preocupación se multiplicaba porque los pacientes ingresaban y ocupaban todas las camas".
El pediatra Juan Casado explica a Julio Martín Alarcón, en marzo de 2020, cómo se descubrió el origen del síndrome
Casado decide que es necesario formar un equipo diagnóstico: "Creé un grupo de investigación de médicos jovencitos: una todavía está aquí, la doctora Gómez Mardones...; el doctor Joaquín Otero, del laboratorio; la doctora Mercedes Ibáñez, de pediatría; un fisiólogo de la Facultad de Medicina porque entonces no teníamos ordenadores para analizar y cruzar los datos... Y este pequeño grupo, que nos reuníamos todas las mañanas para revisarlo todo, nos poníamos a trabajar con estos niños". El equipo se vio obligado a saltarse las directrices de Sanidad y aplicó un método para ir descartando posibilidades y lograr dar con un diagnóstico. Tenían que averiguar qué producía aquellos extraños síntomas.
El primer caso
Antes, a finales de abril, Jesús Vaquero, de diez años, era trasladado en ambulancia desde su casa en Torrejón de Ardoz al Hospital Rey. El primer paciente documentado del síndrome no llegó con vida. Esa misma tarde dos médicos le habían enviado a casa después de que sus padres le llevaran preocupados a la consulta ya que apenas podía respirar.
Un día más tarde, toda la familia, los padres y sus hermanos eran ingresados. En el Niño Jesús, Juan Casado y su equipo no tenían un diagnóstico. Ni ellos ni nadie. Entonces, Sanidad, tras practicar una autopsia a uno de los fallecidos adultos en el Hospital Rey, se encuentra una bacteria 'Pneumoniae'. La Dirección General a cargo de Luis Valenciano concluye que el brote se debe a la 'Pneumoiae' que provoca una neumonía atípica –no hay titulares con la palabra colza del momento porque no se sabía–.
Sanidad pide a los hospitales que tomen medidas anticontagio, ya que se piensa que se tras*mite por el aire
Se instruye entonces a los hospitales para tomar medidas anticontagio -ya que se tras*mite por el aire- y se prepara la distribución además de los antibióticos necesarios que atacan la bacteria. Se mantendría esa versión durante un mes y medio a pesar de no explicar bien los síntomas ni su comportamiento.
Cuando comenzaban los macrojuicios de la Casa de Campo, ocurrió sin embargo algo en EEUU. Un brote con síntomas prácticamente idénticos a los de la Colza. En el CDC de Atlanta se acordaron del caso de España cinco años antes -habían enviado equipos de estudio- y sacaron de nuevo los datos que disponían.
Para entonces, la tecnología de laboratorio había mejorado bastante y se pudieron hacer análisis más precisos. Concluyeron que un agente químico los DPAP-L también presentes en el brote de EEUU, había sido los causantes del síndrome. Correspondían concretamente a la partida de el aceite de los Ferrero refinado en la planta ITH de Sevilla, no a las demás, corroborando toda la evidencia epidemiológica.
Palabra de ciencia [es decir, como lo pongas en duda eres acientífico e irracional]
[Premisa número 1] No se podía reproducir en humanos y en cobayas no se obtuvieron resultados: [Premisa número 2] las muestras tampoco eran excelentes. [Y ahora viene la falsa conclusión, porque si hay que concluir algo es justamente lo contrario] Es decir, toda la evidencia apuntaba abrumadoramente a la serie de hallazgos de Casado, los del CDC y los de decenas de estudios que se publicaron después. Sin embargo, el hecho de que no se pudiera reproducir ni afirmar categóricamente qué agente químico lo había causado mantuvo las tesis de los conspiracionistas, que dudaron de la versión del aceite. [ O lo que es lo mismo: No tengo pruebas porque las pruebas que me aportaron son malas; basándome en esto concluyo que lo que digo es científico aunque no tenga prueba ninguna, de lo cual se deduce que quien me critique apoya 'tesis conspiranoicas'. ¿Os dais cuenta de cómo se manipula a quienes no son capaces de seguir un razonamiento, es decir, a la mayoria? Pero es que encima es torpe]
Se buscó a un cabeza de turco de la administración para que el estado se hiciera cargo de las indemnizaciones
El hallazgo del CDC no se registró España como para exculpar al único miembro de la administración que fue condenado por el caso de la Colza en los juicios de 1995 contra las autoridades. El artífice de incluir la anilidas para evitar precisamente el consumo humano, fue hallado culpable de negligencia al interpretar el Tribunal que había puesto en peligro al los ciudadanos por introducir un químico letal para diferenciarlo, ya que "era previsible que los estafadores acabaran desviandólo al consumo humano..." Se teoriza que fue una tras*formación de las anilidadas lo que produjo el agente tóxico.
La absurda conspiración
El trasfondo residía también en el problema de las indemnizaciones: para que el estado fuera subsidiario, puesto que los Ferrero, Bengoechea y demás miembros de la trama no tenían tanto dinero, hacía falta un cabeza de turco. El hombre que ayudó a Casado a convencer al ministro de que era el aceite, cargó con la culpa. Las indemnizaciones fueron mezquinas y escasas.
Además, para poder acceder a ellas era necesario firmar un papel antes del juicio en el que los afectados afirmaban haber consumido aceite de Colza. De lo contrario no se podía reclamar. Una figura para protegerse y que en cambio dio la vuelta a la tortilla: muchas personas y entre ellos destacados médicos y especialistas seguidores de Muro consideraron que se debía a una forma de tapar la verdad.
Así camparon durante años las teorías alternativas que no eran capaz de explicar por qué toda la evidencia científica señalaba al aceite, ni por qué los tomates eran una mera conjetura. El maldito aceite desnaturalizado de Colza, que en España se vende ahora como de Canola. Es excelente, sólo que sin un cambio de nombre no venderían ni una botella en todo el país.
[Es decir: no hay pruebas de que fue el aceite, pero si piensas que no fue el aceite eres un conspiranoico porque la ciencia no te dará nunca la razón, y lo que digo es de sentido común, ¿cómo puedes ser tan petulante de no entenderlo?]
SOBRE ESTE ASUNTO DE LA COLZA ABRÍ UN HILO HACE TIEMPO
INTOXICACIONES EL CONFIDENCIAL (COMPLETO)
*JULIO MARTÍN ALARCÓN es guionista de una serie de TV y un documental sobre el caso de Colza que produce Vertice 360º .
HistoriaColza 40 años después: casi todo lo que crees saber del Síndrome del Aceite Tóxico es falso
La peor crisis de la joven democracia española se produjo dos meses después del golpe de Estado del 23-F
Por
Julio Martín Alarcón
09/01/2021 - 19:11 Actualizado: 10/01/2021 - 14:26
La peor crisis de la joven democracia española se produjo dos meses después del golpe de Estado del 23-F. Casi todo lo que creen saber sobre la crisis del aceite adulterado de colza es falso. Por ejemplo, nadie compró 'aceite de colza'. Se vendió como aceite de oliva; más barato, eso sí. Ambos son excelentes para la salud. Otra cosa es ingerir aceite industrial que ha sido antes refinado para dar el pego.
No fue tampoco la verdadera causa del brote. La empresa de San Sebastian RAPSA entregó toneladas de ese aceite no apto para el consumo humano, que acabaría llegando a varias ciudades y pueblos de España. Barcelona fue una de esas ciudades y no se registró apenas ningún caso. Aun así, no hay dudas: el síndrome tóxico lo produjo el aceite adulterado de colza de uso industrial. Puede que hayan oído hablar de otras teorías y conspiraciones: son mentira.
Además de un terrible drama, la colza fue un enigma médico... que tenía solución. Una solución que no le gustaba a nadie. Epidemiológica. Mató, no tan al azar, a mil personas y dejó 20.000 afectados con terribles secuelas. Han pasado ya 40 años. Si se acuerdan de la colza, es que estuvieron expuestos aunque no conozcan lo más esencial. Si no es así, esta es una historia que ya no se les borrará de la cabeza. A millares de personas les destrozó la vida por nada. La codicia y la estupidez se llevan por delante a familias enteras. Cambiaron muchas cosas después.
Contra el Gobierno
El estallido: cuando aún se digería el ruido de sables del Congreso, en mayo de 1981, se colapsaron todos los hospitales de Madrid en apenas dos semanas. Se debía a una una avalancha de pacientes afectados por una rara afección que no salía en ningún manual médico del mundo. Sencillamente no existía.
Lo explica Juan Casado, el pediatra que descifraría el enigma médico. He hablado en varias ocasiones con él, la última frente a las cámaras, en el mismo Hospital Niño Jesús donde tras*currió todo para un documental aún en proceso de producción exactamente la semana antes de comenzar las restricciones por el el bichito: "Con el primer caso no pasaba nada, se ingresaba, se vigilaba... pero a continuación llegaban más y más casos, más pacientes, más pacientes, más pacientes, de tal manera que en ese momento los servicios de urgencias se colapsaban y en el hospital la preocupación se multiplicaba porque los pacientes ingresaban y ocupaban todas las camas".
Casado decide que es necesario formar un equipo diagnóstico: "Creé un grupo de investigación de médicos jovencitos: una todavía está aquí, la doctora Gómez Mardones...; el doctor Joaquín Otero, del laboratorio; la doctora Mercedes Ibáñez, de pediatría; un fisiólogo de la Facultad de Medicina porque entonces no teníamos ordenadores para analizar y cruzar los datos... Y este pequeño grupo, que nos reuníamos todas las mañanas para revisarlo todo, nos poníamos a trabajar con estos niños". El equipo se vio obligado a saltarse las directrices de Sanidad y aplicó un método para ir descartando posibilidades y lograr dar con un diagnóstico. Tenían que averiguar qué producía aquellos extraños síntomas.
El primer caso
Antes, a finales de abril, Jesús Vaquero, de diez años, era trasladado en ambulancia desde su casa en Torrejón de Ardoz al Hospital Rey. El primer paciente documentado del síndrome no llegó con vida. Esa misma tarde dos médicos le habían enviado a casa después de que sus padres le llevaran preocupados a la consulta ya que apenas podía respirar.
Un día más tarde, toda la familia, los padres y sus hermanos eran ingresados. En el Niño Jesús, Juan Casado y su equipo no tenían un diagnóstico. Ni ellos ni nadie. Entonces, Sanidad, tras practicar una autopsia a uno de los fallecidos adultos en el Hospital Rey, se encuentra una bacteria 'Pneumoniae'. La Dirección General a cargo de Luis Valenciano concluye que el brote se debe a la 'Pneumoiae' que provoca una neumonía atípica –no hay titulares con la palabra colza del momento porque no se sabía–.
Sanidad pide a los hospitales que tomen medidas anticontagio, ya que se piensa que se tras*mite por el aire
Se instruye entonces a los hospitales para tomar medidas anticontagio -ya que se tras*mite por el aire- y se prepara la distribución además de los antibióticos necesarios que atacan la bacteria. Se mantendría esa versión durante un mes y medio a pesar de no explicar bien los síntomas ni su comportamiento.
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