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El complejo armamentistico-militar de EEUU se prepara para atacar Rusia, y de rebote Europa, minada con 181 reactores nucleares ¿Europa se suicida?
El lingüista, filósofo, escritor y analista político, considerado un referente intelectual en todo el mundo, analiza la crisis desatada en el este europeo y, sobre todo, se pregunta, y responde, qué se puede y debe hacer para detenerla.
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Esa es la situación actual. Y eso no es todo. La crisis de Ucrania amenaza con una guerra nuclear; lo que significa una guerra terminal. No se escapa nada ni nadie. El país que lance el primer ataque quedará destrozado hasta tal punto que los afortunados serán los que mueran rápido. Y eso no es una perspectiva remota. pilinguin ya emitió una alerta nuclear, probablemente simbólica, pero no sabemos dónde podría acabar.
Rusia tiene un sistema de alerta muy débil. Depende del radar, que solo llega al horizonte, a diferencia de EE.UU. que usa detección por satélite y advierte a la primera señal de ataque inminente. Rusia apenas tiene alertas de ataque y, por lo tanto, podría hacer un ataque devastador incluso en caso de accidente, como los que han ocurrido muchas veces y en los que la intervención humana ha evitado la destrucción total.
La amenaza empeoró mucho cuando Trump desmanteló el Tratado INF entre Reagan y Gorbachov, dejando a Moscú a pocos minutos de misiles nucleares colocados cerca de sus fronteras. Tras la expansión de la OTAN realizada por Clinton y sus sucesores, el desmantelamiento del tratado ABM que hizo George W. Bush tuvo consecuencias similares.
Según las encuestas, más de un tercio de los estadounidenses están a favor de "tomar medidas militares (en Ucrania) aunque esté en juego la guerra nuclear con Rusia". Eso significa que más de un tercio de los estadounidenses obviamente no tienen la menor idea de lo que significa un conflicto nuclear y escuchan proclamas heroicas en el Congreso y los medios sobre crear una zona de exclusión aérea, algo que hasta ahora está evitando el Pentágono porque entiende que eso requeriría destruir instalaciones antiaéreas en Rusia y, probablemente, pasar a una guerra nuclear. Y lo mismo sucede con los europeos; si supiesen lo que significa un desastre nuclear, Europa estaría levantada, no con armas sino protestas
Dejando de lado esta locura, resulta obvio para cualquiera que tenga un cerebro funcionando que, nos guste o no, habrá que ofrecer a pilinguin algún tipo de salida, al menos si nos preocupa algo el destino de los ucranianos y del mundo. Desafortunadamente, parece que los atrevidos y simples imitadores de Winston Churchill son más atractivos que preocuparse por las víctimas de Ucrania y más allá.
¿Qué podemos hacer? La única opción es trabajar con fuerzo educando, organizando y realizando acciones que consigan comunicar las amenazas que enfrentamos y movilizar al conjunto. No es una tarea sencilla. Pero es necesaria para sobrevivir.