Cirujano de hierro
Será en Octubre
Las direcciones de los institutos de Enseñanza media más antiguos de Madrid, el Cardenal Cisneros y el San Isidro, han puesto fin a una anomalía, derivada del conservadurismo en la enseñanza española de los siglos XIX y XX. Ambos institutos fueron dotados de hombres clásticos de tamaño natural y desmontables, adquiridos a la vez en París en 1878, para que sus alumnos estudiaran anatomía, ya que reproducen el cuerpo humano con total realismo. Tanto que los dos penes, que están en rigidez*, fueron guardados en la misma caja ya que se estimó que los jóvenes españoles no podían ver los aparatos genitales y más de esa forma. Afortunadamente la caja, que quedó en poder del instituto Cardenal Cisneros fue descubierta al hacer la catalogación de los fondos en 2007, pero el miembro viril del hombre de San Isidro no ha sido devuelto hasta el pasado martes y por un periodo de diez años, ya que es muy complicado determinar la propiedad. A diferencia del que posee el Cardenal Cisneros, el miembro viril del hombre clástico de San Isidro será expuesto ahora, pero no en su lugar, sino al lado y con la historia de su periplo.
En 1878 Manuel María José de Galdo, exalcalde de Madrid, senador, doctor en Medicina Ciencias y Derecho y catedrático de Historia Natural en el Instituto Cardenal Cisneros fue enviado como representante del Gobierno español a la Exposición Universal de París. Este hombre de ciencia, autor del primer Manual de Historia Natural, que se convirtió en libro de texto, aprovechó su viaje para adquirir numerosos modelos clásticos en la tienda que el médico Louis Auzoux había abierto en la capital francesa para comercializar las piezas que elaboraba en sus talleres de la localidad de Saint Aubin d´Ecosville donde había nacido.
Estos modelos estaban fabricados con cartón piedra al que se daba forma con moldes de plomo recubiertos de madera, a los que se añadía cáñamo encolado para reproducir los nervios, venas y arterias. Posteriormente eran pintados. Además, tenían la ventaja de ser totalmente desmontables por lo que se podía abrir cada órgano para estudiarlo por dentro. Tras reproducir el ojo y el oído, Auzoux había fabricado un hombre clástico de tamaño natural en 1925 con el que había conseguido un gran éxito, hasta el punto de que en 1933 abrió su tienda parisina y comenzó a publicitar su modelo en universidades y organismos oficiales. Durante ese tiempo había ido perfeccionando su modelo, que construía en dos tamaños (1,80 y 1,16 metros) que habían pasado de tener 665 piezas desmontables y 356 detalles anatómicos a tan solo 129 piezas, pero con 1.115 detalles anatómicos. Además, sus talleres fabricaban hasta un centenar de piezas, desde pelvis o cerebelos humanos hasta caballos, caracoles o cerebros de topo.
No es extraño que Galdo, que había fundado en 1848 un Gabinete de Historia Natural en el instituto Cardenal Cisneros, aprovechando los objetos legados por el Museo Nacional de Ciencias Naturales, decidiera adquirir dos hombres clásticos de tamaño natural para los dos únicos institutos de Madrid, el Cardenal Cisneros, entonces llamado Noviciado, y el San Isidro, que habían sido fundados en 1845 y compartían claustro de profesores. Según unas versiones, pagó 2.000 pesetas y, según otras, el coste fue de 3.000, al adquirir también varios modelos de órganos humanos y animales. Por entonces era posible que los institutos pudieran mejorar directamente su material científico, pues en 1877 el Gobierno les había autorizado a disponer de la cuarta parte de los ingresos por matrícula para destinarla a este fin.
Guardados en una caja
Los dos hombres clásticos fueron enviados a Madrid. Cuando el instituto San Isidro recibió su modelo comprobó que no tenía aparato genital, pero no consta que lo reclamara. Mientras en el Cardenal Cisneros cuando montaron el suyo comprobaron que la caja que llevaba el aparato genital contenía dos penes en rigidez*, sin duda uno de ellos del instituto de la calle Toledo, pero no se le entregó pues las autoridades académicas debieron pensar que aquello no podía ser mostrado a los adolescentes, por lo que la caja de cartón con ambos órganos fue guardada.
Tuvieron que pasar 129 años hasta que en 2007, cuando se procedió a la catalogación del rico patrimonio científico del instituto Cardenal Cisneros, apareció la caja y comenzaron las conversaciones para devolver uno de los penes al San Isidro. El pasado 19 de febrero, Rafael Martín, jefe de estudios del instituto San Isidro, recogió la pieza. El hombre clástico de San Isidro volvía a estar completo. “Yo quería haber dado publicidad a la cesión, pues me parecía una buena forma de llamar la atención sobre la riqueza e importancia del patrimonio que tienen los institutos”, afirma Rafael Martín.
Atribuye lo sucedido con los órganos genitales de los hombres clásticos a la pacatería existente en la época. “Era una etapa en la que la sociedad española era más conservadora y debieron pensar que a lo mejor en Francia podían ver el aparato genital masculino, pero no en España. Por eso los guardaron”.
La cesión de esta pieza no ha sido una entrega sin más. “Nos la han cedido en depósito por diez años, pues el tema legal era muy complicado y era un problema ceder la propiedad”, asegura Martín. De la misma opinión es Mar Ruiz-Calero, directora del Cardenal Cisneros desde hace tres años. “El problema es que no hay ningún documento que indique que el órgano sea de ellos y ambos aparatos estaban en nuestro centro. Por eso Patrimonio nos indicó que era mejor hacer una cesión. Supongo que el director que haya dentro de diez años renovará el depósito, pues, al menos desde mi dirección no han existido obstáculos. De hecho, pensando en ellos, cuando en el curso 2019-2020 ambos hombres clásticos fueron restaurados pedí que se hiciera lo mismo con ambos aparatos”.
Lo curioso es que, según reconoce Rafael Martín, el miembro viril del hombre de San Isidro no será colocado en su correspondiente enganche. “Preferimos ponerlo al lado con la historia de lo que estos modelos representaron para el conocimiento de la anatomía”. Esta decisión ha sorprendido en el Cardenal Cisneros donde en septiembre de 2021, con motivo de su 175 aniversario, celebrado con casi dos años de retraso a causa de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo, el instituto mostró parte de su material científico en el que el protagonismo se lo llevó el hombre clástico completo, si bien se mostraron también algunos de los más de cincuenta modelos del mismo fabricante como el oído o la lengua, pero no las piezas anatómicas de animales que están pendientes de restauración.
Una vez, con todos sus órganos, el hombre clástico del San Isidro formará parte de una exposición que en el mes de mayo la Universidad Complutense dedicará a Louis Auzoux en el Museo del Traje, para la que el instituto de la calle Toledo, cuyo patrimonio científico está como el del Cardenal Cisneros entre los mejores de España, ha cedido 54 piezas fabricadas por este estudioso francés. Habrá que ver si en ella muestra su miembro recuperado.
Pedro Montoliú
Cronista de la Villa de Madrid
El Cardenal Cisneros devuelve su miembro viril al San Isidro 144 años después