Alami
Madmaxista
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En todas las reuniones de cualquier nivel de representantes catalanes con homólogos israelíes hubo un miembro de la embajada española tomando notas
Con el embajador rabioso, Artur Mas hizo un balance “exitoso” de su viaje oficial a Israel antes de emprender el regreso a Barcelona. Sin embargo, cuando ya habían terminado los actos previstos en el programa, el embajador español, que se negó reiteradamente a hacer declaraciones a los periodistas y a los corresponsales, envió unas declaraciones a la agencia Efe de Madrid para ridiculizar al president de la Generalitat.
“Nuestro principal reto es aprender cómo Israel ha sabido trasladar la masa crítica de generación de conocimiento a la cadena productiva de nuestro país”, señaló el president Mas. “Tenemos centros de investigación y una base científica muy relevante, por eso ahora de lo que se trata es de proyectarla al máximo, dentro y fuera de Catalunya, aplicando el modelo de Israel”.
En los cuatro días que duró el viaje, el president ha estado acompañado de 30 empresas catalanas tecnológicas y de los directores de los principales centros de investigación que se autofinanciaron el viaje. Se han firmado cinco convencidos con las cuatro principales universidades de Israel, y también con la agencia israelí para la investigación y el desarrollo Matimop. Con estos acuerdos, el Govern pone en marcha un programa de colaboración científica entre ambos países con una inversión de un millón de euros por parte de cada país.
En todas las visitas del president estuvo presente el embajador español, Fernando Carderera, y en todas las reuniones de cualquier nivel de representantes catalanes con homólogos israelíes hubo un miembro de la embajada española tomando notas. A preguntas de los periodistas, el embajador declinó hacer declaraciones públicas considerando que no debía restar protagonismo al president de la Generalitat, pero en privado comentó a enviados especiales y corresponsales que “todo va muy bien según lo previsto”. También lo hizo después de la visita al presidente de Israel, Shimon Peres, reunión en la que en ningún momento Mas planteó la idea concreta del “estado propio para Catalunya” como él mismo admitió ante los periodistas. “Si no me preguntan, no digo nada”, reiteró el president.
El embajador impuso la presencia de la bandera española en la corona de la ofrenda floral en el Museo del Holocausto y el president Mas no puso ninguna objeción. Fuentes del Govern informaron que el president había dado instrucciones para evitar a toda costa cualquier imagen conflictiva como la que portagonizó Josep Lluís Carod-Rovira en el viaje con el president Maragall. La tesis del president de la Generalitat se basa en que “lo más importante es dar imagen de seriedad”.
Mas llegó a declarar y agradecer públicamente la colaboración de la embajada española en la organización del viaje. Cuando terminó el programa oficial, el president se despidió del embajador, que como había tenido que seguirle durante un maratón de cuatro días tampoco disimulaba su cansancio: “Quedas liberado”. Sin embargo, por la tarde, la agencia Efe, que apenas cubrió el viaje, difundió un teletipo fechado en Madrid, con unas declaraciones del embajador de clara intención denigratoria: “Con Peres apenas habló cinco minutos”, declaró el embajador. Ya dejó dicho el ministro de Exteriores, José Manuel Garcia-Margalló que su departamento haría "todo lo posible" y utilizaría "todos los instrumentos a su alcance", para impedir que el proceso soberanista catalán se internacionalice. De hecho, ya ocurrió tras los viajes de Mas a Rusia y a Brasil que medios progubernamentales de Madrid que no habían cubierto el viaje divulgaron informaciones que se demostraron falsas o distorsionadas suministradas por el ministerio.
El balance exitoso de Mas en Israel excita al embajador español
Con el embajador rabioso, Artur Mas hizo un balance “exitoso” de su viaje oficial a Israel antes de emprender el regreso a Barcelona. Sin embargo, cuando ya habían terminado los actos previstos en el programa, el embajador español, que se negó reiteradamente a hacer declaraciones a los periodistas y a los corresponsales, envió unas declaraciones a la agencia Efe de Madrid para ridiculizar al president de la Generalitat.
“Nuestro principal reto es aprender cómo Israel ha sabido trasladar la masa crítica de generación de conocimiento a la cadena productiva de nuestro país”, señaló el president Mas. “Tenemos centros de investigación y una base científica muy relevante, por eso ahora de lo que se trata es de proyectarla al máximo, dentro y fuera de Catalunya, aplicando el modelo de Israel”.
En los cuatro días que duró el viaje, el president ha estado acompañado de 30 empresas catalanas tecnológicas y de los directores de los principales centros de investigación que se autofinanciaron el viaje. Se han firmado cinco convencidos con las cuatro principales universidades de Israel, y también con la agencia israelí para la investigación y el desarrollo Matimop. Con estos acuerdos, el Govern pone en marcha un programa de colaboración científica entre ambos países con una inversión de un millón de euros por parte de cada país.
En todas las visitas del president estuvo presente el embajador español, Fernando Carderera, y en todas las reuniones de cualquier nivel de representantes catalanes con homólogos israelíes hubo un miembro de la embajada española tomando notas. A preguntas de los periodistas, el embajador declinó hacer declaraciones públicas considerando que no debía restar protagonismo al president de la Generalitat, pero en privado comentó a enviados especiales y corresponsales que “todo va muy bien según lo previsto”. También lo hizo después de la visita al presidente de Israel, Shimon Peres, reunión en la que en ningún momento Mas planteó la idea concreta del “estado propio para Catalunya” como él mismo admitió ante los periodistas. “Si no me preguntan, no digo nada”, reiteró el president.
El embajador impuso la presencia de la bandera española en la corona de la ofrenda floral en el Museo del Holocausto y el president Mas no puso ninguna objeción. Fuentes del Govern informaron que el president había dado instrucciones para evitar a toda costa cualquier imagen conflictiva como la que portagonizó Josep Lluís Carod-Rovira en el viaje con el president Maragall. La tesis del president de la Generalitat se basa en que “lo más importante es dar imagen de seriedad”.
Mas llegó a declarar y agradecer públicamente la colaboración de la embajada española en la organización del viaje. Cuando terminó el programa oficial, el president se despidió del embajador, que como había tenido que seguirle durante un maratón de cuatro días tampoco disimulaba su cansancio: “Quedas liberado”. Sin embargo, por la tarde, la agencia Efe, que apenas cubrió el viaje, difundió un teletipo fechado en Madrid, con unas declaraciones del embajador de clara intención denigratoria: “Con Peres apenas habló cinco minutos”, declaró el embajador. Ya dejó dicho el ministro de Exteriores, José Manuel Garcia-Margalló que su departamento haría "todo lo posible" y utilizaría "todos los instrumentos a su alcance", para impedir que el proceso soberanista catalán se internacionalice. De hecho, ya ocurrió tras los viajes de Mas a Rusia y a Brasil que medios progubernamentales de Madrid que no habían cubierto el viaje divulgaron informaciones que se demostraron falsas o distorsionadas suministradas por el ministerio.
El balance exitoso de Mas en Israel excita al embajador español
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