M. Priede
Será en Octubre
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Es bueno el título. Para el optimista sería el contrario: después de la oscuridad viene la luz. En el caso del autor del artículo, el inversor Bill Bonner, nos sugiere el resplandor por encima de lo normal que produce una estrella poco antes de que se extinga, o de una bombilla a punto de fundirse. El señor Bonner quiere quedarse en esa luz junto a una minoría. Bien, él sabrá.
Al final del túnel, o mejor dicho, de los túneles, viene la luz; y aun nos queda el más oscuro, o los más oscuros, porque no sabemos si será el último desde el final de la segunda guerra mundial, que es cuando empezó el último paradigma económico, el del estado de bienestar, desde 1980 basado en una deuda creciente. Nunca Europa conoció un tiempo tan largo de paz; sobre todo desde el momento en que la tecnología cambió el poder de los ejércitos, hasta entonces centrado en el número de soldados. No nos engañemos: lo único que nos ha librado de la guerra es la doctrina de la destrucción mutua asegurada, que ahora se está abandonando, y de nuevo será Europa el escenario donde los anglos desarrollen su sueño hegemónico, que ya se ha esparcido por el globo: Australia, Nueva Zelanda, GB, Irlanda (la han metido dentro), Israel, EEUU, Canadá (India a medias y Suráfrica se les ha caído).
Hoy mismo discutí con otra persona, que tiene un buen calcetín de ahorro y dice que no hay de qué preocupuarse, que las "turbulencias" ya han pasado y que todos los problemas son culpa de Trump. Añade que soy un pesimista. "Ves demasiados telediarios -le dije- y lees prensa oficialnoica, o sea, prensa. Además al anticiclón de las Azores tu optimismo o mi pesimismo le importa un rábano: si la suma de la deuda pública y privada de todo el mundo supera en un 700% el PIB mundial, es así, y si eres optimista como si eres pesimista, a la deuda le va a dar lo mismo, porque el dinosaurio va a seguir ahí y días tras día haciéndose más grande". Me tomó, como siempre, por loco, excéntrico, incluso ridículo. En fin, yo, que no tengo casi nada, me veré tan estropeado como el que más, pero no me remorderá la conciencia por haber tenido en mi mano la posibilidad de atenuar el mal, e incluso con posibilidades de sacar beneficio, en lugar de haber perdido gran parte de los ahorros que me aseguraban el futuro. Jamás tuve futuro en nada ni conocí la seguridad. Ya le avisé varias veces a lo largo de estos años. Que con el pan de su optimismo se lo coma.
La columna. Por cierto: qué manía de usar la prosa como un anuncio, con tanto punto y aparte y frase para memorizar. Pero en fin, lo importante es lo que dice. Se nota que vive de vender valores bursátiles. No sé si buenos o malos, que de eso no entiendo. La razón de fondo es lo que importa.
Al final del túnel, o mejor dicho, de los túneles, viene la luz; y aun nos queda el más oscuro, o los más oscuros, porque no sabemos si será el último desde el final de la segunda guerra mundial, que es cuando empezó el último paradigma económico, el del estado de bienestar, desde 1980 basado en una deuda creciente. Nunca Europa conoció un tiempo tan largo de paz; sobre todo desde el momento en que la tecnología cambió el poder de los ejércitos, hasta entonces centrado en el número de soldados. No nos engañemos: lo único que nos ha librado de la guerra es la doctrina de la destrucción mutua asegurada, que ahora se está abandonando, y de nuevo será Europa el escenario donde los anglos desarrollen su sueño hegemónico, que ya se ha esparcido por el globo: Australia, Nueva Zelanda, GB, Irlanda (la han metido dentro), Israel, EEUU, Canadá (India a medias y Suráfrica se les ha caído).
Hoy mismo discutí con otra persona, que tiene un buen calcetín de ahorro y dice que no hay de qué preocupuarse, que las "turbulencias" ya han pasado y que todos los problemas son culpa de Trump. Añade que soy un pesimista. "Ves demasiados telediarios -le dije- y lees prensa oficialnoica, o sea, prensa. Además al anticiclón de las Azores tu optimismo o mi pesimismo le importa un rábano: si la suma de la deuda pública y privada de todo el mundo supera en un 700% el PIB mundial, es así, y si eres optimista como si eres pesimista, a la deuda le va a dar lo mismo, porque el dinosaurio va a seguir ahí y días tras día haciéndose más grande". Me tomó, como siempre, por loco, excéntrico, incluso ridículo. En fin, yo, que no tengo casi nada, me veré tan estropeado como el que más, pero no me remorderá la conciencia por haber tenido en mi mano la posibilidad de atenuar el mal, e incluso con posibilidades de sacar beneficio, en lugar de haber perdido gran parte de los ahorros que me aseguraban el futuro. Jamás tuve futuro en nada ni conocí la seguridad. Ya le avisé varias veces a lo largo de estos años. Que con el pan de su optimismo se lo coma.
La columna. Por cierto: qué manía de usar la prosa como un anuncio, con tanto punto y aparte y frase para memorizar. Pero en fin, lo importante es lo que dice. Se nota que vive de vender valores bursátiles. No sé si buenos o malos, que de eso no entiendo. La razón de fondo es lo que importa.
Las señales del mercado indican que pronto llegará el final de la fiesta.
¿Quieres ganar mucho dinero rápidamente?
No somos apostadores. No somos especuladores. Y no somos buenos prediciendo el futuro.
Pero vemos lo que parece un patrón muy simple (PMS), que podría dar sus frutos.
Lo resumimos en términos poéticos: siempre está el amanecer antes de la oscuridad.
Complacencia peligrosa
Nos referimos a algo que no ha pasado en casi un cuarto de siglo – un amanecer tan brillante que está cegando a los inversores del riesgo al que se enfrentan.
No sabemos lo que pasará pero reconocemos un PMS cuando lo vemos.
Específicamente, estamos hablando del “medidor de miedo” de Wall Street, el índice de volatilidad de la Bolsa de Opciones Financieras de Chicago (CBOE), o VIX. El VIX mide el nivel de volatilidad – cambios en el precio – que esperan los inversores para el S&P 500 durante 30 días.
Durante los últimos 24 años, el nivel promedio para el VIX ha sido de 19,65. El martes 9 de mayo cayó por debajo de 10 – algo que solo hemos visto suceder nueve veces desde 1990.
Esa lectura, como explicó también Juan Ignacio Fernández, fue la más baja desde 1993.
Los inversores suelen usar como sinónimos la volatilidad y el riesgo. Pero se trata de dos cosas totalmente distintas. Típicamente, cuando el VIX está tan bajo, no marca la ausencia de riesgo, sino una complacencia peligrosa.
Lo que es interesante sobre este período en nuestra historia es que, a pesar del alto nivel de complacencia entre los inversores, hay muchas cosas por las que los inversores no se están preocupando y muchas razones para que suba el VIX.
¡Estás despedido!
Hace dos semanas el presidente Trump despidió al director del FBI, James Comey.
¿Por qué?
No lo sabemos. Pero The New York Times dice que fue porque Comey estaba investigando si la campaña de Trump conspiró con los rusos.
¿Noticia falsa?
Probablemente. Pero es un serio ataque por un serio medio de noticias falsas. Podría ponerse feo.
Mientras, los insiders inteligentes nos dicen que Trump podría estar destinado al fracaso.
Dicen que todo el establishment de Washington, las universidades, los elementos del Estado Profundo, los Demócratas, y muchos Republicanos están en su contra.
Cada vez que los medios hablan de él tratan de hacerlo parecer menso. Las fotos lo muestran feo. Están contra él.
Como Nixon en 1973, podría no poder sostenerse. Nixon duró solo 19 meses después del Watergate.
Trump tiene un gran apoyo en muchas áreas del país. Es un luchador con menos integridad y vergüenza. No sabemos qué pasará.
Para el propósito de hoy, no importa lo que pase. El resumen es: habrá problemas.
Hielo pulido
Mientras, Trump es el comandante de la milicia imperial más letal y más extendida en la historia.
Además, tal vez sea el más descuidado e impulsivo líder en esa posición.
Barcos de guerra gigantes rondan los siete mares. Drones, misiles, aviones de guerra y bombarderos de alta altitud rondan el aire. Y cientos de misiles balísticos intercontinentales subterráneos esperan escuchar la voz de su maestro.
¿Qué podría salir mal?
¿Cuál es tu opinión? (La impulsividad y el descuido probablemente no son cosas que quieres en un líder… ¡salvo que inviertas en el VIX!).
Las acciones estadounidenses están operando cerca de los máximos de su rango. Cada paso que toman es sobre hielo pulido.
Los inversores han agregado casi 2 billones de dólares al valor del S&P 500 en los últimos tres años. Aun así, las 500 compañías representadas en el índice, en promedio, obtuvieron menos ganancias por acción el año pasado que hace tres años.
Es decir, los inversores están pagando por un “crecimiento” que no está ahí.
Además, más de la mitad del aumento en el S&P 500 se debe a solo cinco acciones. Este tipo de ajuste de la profundidad del mercado también es una clásica señal de advertencia de un pico de burbuja.
Apostar por Trump
¿Por qué los inversores comprarían acciones tan caras?
Algunos analistas creen que eso respondía a las expectativas que estaban siendo depositadas en la nueva Administración Trump.
El presidente prometió bajar los impuestos, cortar la regulación de Wall Street y gastar 1 billón de dólares en infraestructura. Esto levantaría las ganancias corporativas y los precios de las acciones.
Pero no habrá un importante recorte de impuestos, ni un programa de infraestructura grande, ni cortes importantes en la regulación.
¿Por qué no?
Porque en esta instancia, la confusión, contradicciones y agendas contrastantes en la Casa Blanca y el Partido Republicano hacen casi imposible cualquier importante victoria legislativa.
No sabemos qué pasará. Y para esta oportunidad no importa. No apostaremos por un resultado particular. Apostaremos por una subida del miedo.
El actual período de expansión económica, débil, ha estado funcionando durante 112 meses. La expansión promedio post-Segunda Guerra Mundial ha durado solo 58 meses. Ésta se tomará un respiro.
Lo que nos trae al PMS.
Para nosotros la situación pronto necesitará la atención del escuadrón de bomberos. Pero el VIX nos dice que las cosas no han estado tan tranquilas desde 1993.
Esto es otra forma de decir que comprar el VIX por debajo de 10 en 1993 – y apostar por más volatilidad en el futuro – resultó ser una buena operación.
24 años después no había vuelto a caer a esos niveles.
Atentamente,
Bill Bonner
Para El Inversor Diario
¿Quieres ganar mucho dinero rápidamente?
No somos apostadores. No somos especuladores. Y no somos buenos prediciendo el futuro.
Pero vemos lo que parece un patrón muy simple (PMS), que podría dar sus frutos.
Lo resumimos en términos poéticos: siempre está el amanecer antes de la oscuridad.
Complacencia peligrosa
Nos referimos a algo que no ha pasado en casi un cuarto de siglo – un amanecer tan brillante que está cegando a los inversores del riesgo al que se enfrentan.
No sabemos lo que pasará pero reconocemos un PMS cuando lo vemos.
Específicamente, estamos hablando del “medidor de miedo” de Wall Street, el índice de volatilidad de la Bolsa de Opciones Financieras de Chicago (CBOE), o VIX. El VIX mide el nivel de volatilidad – cambios en el precio – que esperan los inversores para el S&P 500 durante 30 días.
Durante los últimos 24 años, el nivel promedio para el VIX ha sido de 19,65. El martes 9 de mayo cayó por debajo de 10 – algo que solo hemos visto suceder nueve veces desde 1990.
Esa lectura, como explicó también Juan Ignacio Fernández, fue la más baja desde 1993.
Los inversores suelen usar como sinónimos la volatilidad y el riesgo. Pero se trata de dos cosas totalmente distintas. Típicamente, cuando el VIX está tan bajo, no marca la ausencia de riesgo, sino una complacencia peligrosa.
Lo que es interesante sobre este período en nuestra historia es que, a pesar del alto nivel de complacencia entre los inversores, hay muchas cosas por las que los inversores no se están preocupando y muchas razones para que suba el VIX.
¡Estás despedido!
Hace dos semanas el presidente Trump despidió al director del FBI, James Comey.
¿Por qué?
No lo sabemos. Pero The New York Times dice que fue porque Comey estaba investigando si la campaña de Trump conspiró con los rusos.
¿Noticia falsa?
Probablemente. Pero es un serio ataque por un serio medio de noticias falsas. Podría ponerse feo.
Mientras, los insiders inteligentes nos dicen que Trump podría estar destinado al fracaso.
Dicen que todo el establishment de Washington, las universidades, los elementos del Estado Profundo, los Demócratas, y muchos Republicanos están en su contra.
Cada vez que los medios hablan de él tratan de hacerlo parecer menso. Las fotos lo muestran feo. Están contra él.
Como Nixon en 1973, podría no poder sostenerse. Nixon duró solo 19 meses después del Watergate.
Trump tiene un gran apoyo en muchas áreas del país. Es un luchador con menos integridad y vergüenza. No sabemos qué pasará.
Para el propósito de hoy, no importa lo que pase. El resumen es: habrá problemas.
Hielo pulido
Mientras, Trump es el comandante de la milicia imperial más letal y más extendida en la historia.
Además, tal vez sea el más descuidado e impulsivo líder en esa posición.
Barcos de guerra gigantes rondan los siete mares. Drones, misiles, aviones de guerra y bombarderos de alta altitud rondan el aire. Y cientos de misiles balísticos intercontinentales subterráneos esperan escuchar la voz de su maestro.
¿Qué podría salir mal?
¿Cuál es tu opinión? (La impulsividad y el descuido probablemente no son cosas que quieres en un líder… ¡salvo que inviertas en el VIX!).
Las acciones estadounidenses están operando cerca de los máximos de su rango. Cada paso que toman es sobre hielo pulido.
Los inversores han agregado casi 2 billones de dólares al valor del S&P 500 en los últimos tres años. Aun así, las 500 compañías representadas en el índice, en promedio, obtuvieron menos ganancias por acción el año pasado que hace tres años.
Es decir, los inversores están pagando por un “crecimiento” que no está ahí.
Además, más de la mitad del aumento en el S&P 500 se debe a solo cinco acciones. Este tipo de ajuste de la profundidad del mercado también es una clásica señal de advertencia de un pico de burbuja.
Apostar por Trump
¿Por qué los inversores comprarían acciones tan caras?
Algunos analistas creen que eso respondía a las expectativas que estaban siendo depositadas en la nueva Administración Trump.
El presidente prometió bajar los impuestos, cortar la regulación de Wall Street y gastar 1 billón de dólares en infraestructura. Esto levantaría las ganancias corporativas y los precios de las acciones.
Pero no habrá un importante recorte de impuestos, ni un programa de infraestructura grande, ni cortes importantes en la regulación.
¿Por qué no?
Porque en esta instancia, la confusión, contradicciones y agendas contrastantes en la Casa Blanca y el Partido Republicano hacen casi imposible cualquier importante victoria legislativa.
No sabemos qué pasará. Y para esta oportunidad no importa. No apostaremos por un resultado particular. Apostaremos por una subida del miedo.
El actual período de expansión económica, débil, ha estado funcionando durante 112 meses. La expansión promedio post-Segunda Guerra Mundial ha durado solo 58 meses. Ésta se tomará un respiro.
Lo que nos trae al PMS.
Para nosotros la situación pronto necesitará la atención del escuadrón de bomberos. Pero el VIX nos dice que las cosas no han estado tan tranquilas desde 1993.
Esto es otra forma de decir que comprar el VIX por debajo de 10 en 1993 – y apostar por más volatilidad en el futuro – resultó ser una buena operación.
24 años después no había vuelto a caer a esos niveles.
Atentamente,
Bill Bonner
Para El Inversor Diario
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