DRESDE, o un holocausto verdadero.

Yo estuve en Dresde a principio de los años 80. Habían dejado una parte de la ciudad tal como habían quedado tras la Guerra. Era terrible ver cómo habían caído los muros, unos sobre otros, como en un castillo de naipes gigantesco. Lo que tuvo que sufrir la poblacion civil es horroroso, ¿Qué culpa tenian los niños que murieron abrasados, y aplastados en esa ciudad? La acción es totalmente condenable se mire como se mire.

Y para el autor del hilo, que yo sepa tú nunca te has compadecido de los cientos de miles de niños, o civiles en general, que murieron a causa de los nazis. ¿Cómo puedes tener la piel tan dura, como la de un rinoceronte, para lamentar y condenar lo de Dresde y no las burradas de los nazis?.
 
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Lo de Dresden fue en tres etapas.

La primera se sitúa entre el 13 y el 15 de febrero de 1945, después de la Conferencia de Yalta, cuando en la práctica la guerra ya estaba ganada. Posteriormente, en marzo y abril, fue bombardeada otras dos veces, arrasada con bombas incendiarias que enviaron un mensaje elocuente a la población civil, de modo que posteriormente ningún alemán osara atacar a las fuerzas de ocupación.


La metodología fue de una depurada sofisticación. Primero se lanzaron grandes cantidades de bombas de alta capacidad explosiva que arrancaron los techos de las casas, poniendo al descubierto las maderas, fácilmente inflamables. Luego vinieron las bombas incendiarias, junto con otras altamente explosivas que frustraban todo intento de apagar los incendios.

Cuando el fuego hubo cubierto una gran superficie urbana, se desató una tormenta de fuego auto-sustentada, con picos de temperatura superiores a los mil quinientos grados. El aire caliente de la superficie, más liviano, se disparaba hacia arriba, siendo reemplazado abajo por vendavales de aire menos caliente. Así se generó un infernal ventarrón huracanado que chupaba a la gente y la lanzaba al fuego.* Fue un portento bíblico.

El relato nos remite directamente a la Torá y sus 613 Mitzvot. ¿Qué castigo más apropiado para un despotismo cuya mismísima razón de ser era la eliminación de pueblos enteros? Sí, es verdad: se usaron medios genocidas para derrotar la estrategia genocida de los idólatras nazis. Al obrar así se cumplió con la voluntad de Adonai. Sin embargo, los hechos sólo se difundieron al gran público décadas más tarde, porque la verdad era inaceptable para una cultura occidental ya permeada por una concepción antropocéntrica de la jovenlandesal. Aunque la Torá estaba al alcance de todos, casi nadie dedujo que la nueva jovenlandesal, que prohibía esas tácticas bélicas, era contraria al mandato de Dios.

Lentamente y de manera imperfecta, en Occidente la concepción antropocéntrica comenzó a predominar en cuestiones de guerra y paz.
 
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