La sulbutiamina
Hay algunos productos que, sin ser drojas, pueden ayudarnos en nuestras actividades intelectuales. Uno de ellos es la sulbutiamina.
La sulbutiamina es una molécula de síntesis similar a la tiamina (vitamina B1), pero con efectos más marcados. Actúa sobre los centros cerebrales del despertar y aumenta la resistencia a la fatiga física e intelectual y la memoria. Igual que la tiamina, es neurotropa (interviene en el metabolismo de las neuronas). El prospecto recomienda el producto para astenia, apatía, estados depresivos, trastornos de la memoria y psicosomáticos y para la deficiencia intelectual. Se recomienda, en el caso del niño, para casos de inestabilidad, alteraciones de la atención y del comportamiento y psicoastenia. Como ocurre con todos los suplementos que no son drojas, la toma ha de ser continuada durante un largo periodo de tiempo para notar un efecto pleno. La dosis habitual es de dos comprimidos en el desayuno. No se debe tomar después del mediodía porque podría dificultar el sueño.
Hay que advertir que toda sustancia tiene posibles efectos secundarios. Se desaconseja su uso en personas que padezcan ansiedad y/o insomnio y en individuos de temperamento nervioso. Siempre es posible una reacción alérgica en alguna persona sensible al componente.
En resumen, creo que se trata de un producto muy indicado para aquellos jugadores a los que les hace falta un poco de motivación, que quieren estar más concentrados o que quieren mejorar sus facultades intelectuales.
No olviden que en el fondo todo el mundo desea mejorar. Si hay algo que puede ayudarnos sin afectar a nuestra salud ¿Por qué no hacerlo? Es cierto que siempre habrá jovenlandesalistas que dirán que toda ayuda exógena es inaceptable. La realidad es que la ciencia avanza y que podemos utilizarla para beneficiarnos.