eL PERRO
Palazos en las Costillas
- Desde
- 19 Ago 2017
- Mensajes
- 84.593
- Reputación
- 149.890
Donde vives condiciona tu vida de mil maneras. Dado que la alubia*da sigue empeñada en que la vivienda sea el mayor foco de esclavitud y siguen teniendo precios hiperinflados y esperpenticos... la compra de un zulo es todo un quebradero de cabeza. Todo tiene puntos a favor y puntos en contra...
- CIUDAD GRANDE: Tienes de todo, mucho ocio, mucha gente, mucho mercado laboral, mucho por hacer, mucho donde ir, anonimato, te puedes perder por las calles durante horas, sin rumbo, infinitas posibilidades de vida social, etc. Pero los precios son prohibitivos. No vale la pena la esclavitud que tienes que someterte para pagarlo. Pierdes un chorro de horas de tu vida en tras*portes, yendo de alla para aca para todo, menos tiempo para descanso, etc.
- CIUDAD PEQUEÑA: Todas las cosas que tienes en la ciudad grande, se ven reducidas enormemente. Poco ocio, poco mercado laboral, poca gente, poco que hacer, vida social limitada a los 4 grupitos de estultoes que tengas la suerte o desgracia de haber conocido, el resto gente muy hermetica, poco anonimato, al final todo el mundo se acaba conociendo de mayor o menor forma como en puebluchos. Te hartas de los mismos sitios, las mismas caras, la misma monotonia. Pero por contra, puedes encontrar precios que ni en tus sueños mas lefosos encontrarias en una ciudad grande.
- CHALETE EN EL CAMPO: En las afueras de todas las ciudades hay siempre zonas de minifundios agricolas, donde hay muchos chaletitos y casas de veraneo. De primeras suena paradisiaco, el jardinito, los arbolitos, la piscinita, las patatas, las naranjas, los higos, las flores. Sobre todo en estos tiempos en los que la gente esta estulto de la fruta cabeza y la sociedad es puñetero cancer de sidra y hasta potencialmente mortal, es un placer estar en un sitio donde tengas terreno privado para esparcirte a tu fruta bola, y ademas con un sinfin de actitivades siempre por hacer, entre agricola, jardineria, bricolaje y mil cosas que arreglar siempre. Tienes aire libre, paisaje, la luna, pajaritos, ardillas...
Pero todo eso mismo que te gusta para unos meses, luego agota. Los arbolitos, la fruta, las flores y su querida progenitora, tienen un trabajazo perpetuo que a ratos te gusta pero luego ASQUEA. Hasta el gracil canturreo de los pajaros llega un punto que resulta martilleante, 15 pilinguis horas diarias de pio pio constante. Hay muchos bichos, mosquitos infinitos, tienes la sensacion de que siempre estas sucio. Siempre danzas por la tierra, por las ventanas entra tierra, y toda esa sensacion de estar literalmente en CAMPO que a ratos gusta, a la larga, agota, porque parece que estas como en un ambiente de veraneo perpetuo y sientes como si llegara el dia que necesitas irte a la ciudad para recuperar la normalidad. Pero si vives alli, ese dia nunca llega.
Para que un chalete tenga las mismas comodidades que un zulo de ciudad, hay que meter muchos billetes. Y aun asi ni por esas. El internete es una fruta cosa, no hay fibra, y por antena como haga un poco de aire se te joroba la conexion. No hay alcantarilla, la cosa va a un pozo, tienes que hacer duchitas de sajara, gastando 10 litritos para enjuagarte, los platos con cuentagotas, y las lavadoras buffff. Te tocaria hacerte un macropozo sacrificando gran parte de jardin, y aun asi, paston llamando al pocero cada pocos meses a que vacie.
Y que al final te cansas. Tengo un vecino que se vino al chalete huyendo de la ciudad hace 20 años, y lo acaba de vender, desesperado por volverse a la ciudad.
- BARRIO ADOBADO: Bueno vale, es una cosa intermedia. Es un chalete, pero esta en la ciudad. Y esa parte que tiene de bueno, que es un poco de las 2 cosas, tambien es su parte de malo, pues no es ni una cosa ni la otra. Tienes un terreno de cosa, con un jardin ridiculo de cosa, que no es mas que un puñetero patio, que parece un puñetero pipican. Los estultoes de los vecinos te ven desde sus ventanas, cero intimidad. Suelen tener distribuciones de cosa, saloncitos de cosa, habitaciones de cosa, y todo repartido en 4 pisos, con que te pasas la fruta vida en escaleras. Acaba siendo mas incordio que comodidad, a no ser que sea uno muy caro con estancias decentes. Y a fin de cuentas tampoco es que estes muy muy en la ciudad, pues suelen ser barrios apartados donde no hay nada, y tienes que recorrer la misma distancia hasta el puñetero mercadona que casi si vivieras en un chalete. Y por el mismo puñetero precio, tienes el chalete, con terreno de verdad y no el puñetero pipican.
- PLAYA: Quien no quiere vivir en la playa? Abrir la ventana y ver el inmenso mar, coger la toalla y bajarte en 5 minutos a la orilla? Pero los precios son insultantes, pero INSULTANTES. Zulitos de cosa de 50 metros y del año 60, con precios de zulo de 100 metros en gran ciudad.
Clima poco agradable de cosa, humedo y calenturiento todo el año, sin invierno. Mucho turista guiri de cosa perturbador de la paz, mucho borracho perversos me gusta la fruta, mucho madrileño de cosa malo etnianotorero chupabarandillas terrorista me gusta la fruta, etc. Al final te entran ganas de estar en un sitio interior, con invierno, que nieve, que tenga tranquilidad.
- CIUDAD GRANDE: Tienes de todo, mucho ocio, mucha gente, mucho mercado laboral, mucho por hacer, mucho donde ir, anonimato, te puedes perder por las calles durante horas, sin rumbo, infinitas posibilidades de vida social, etc. Pero los precios son prohibitivos. No vale la pena la esclavitud que tienes que someterte para pagarlo. Pierdes un chorro de horas de tu vida en tras*portes, yendo de alla para aca para todo, menos tiempo para descanso, etc.
- CIUDAD PEQUEÑA: Todas las cosas que tienes en la ciudad grande, se ven reducidas enormemente. Poco ocio, poco mercado laboral, poca gente, poco que hacer, vida social limitada a los 4 grupitos de estultoes que tengas la suerte o desgracia de haber conocido, el resto gente muy hermetica, poco anonimato, al final todo el mundo se acaba conociendo de mayor o menor forma como en puebluchos. Te hartas de los mismos sitios, las mismas caras, la misma monotonia. Pero por contra, puedes encontrar precios que ni en tus sueños mas lefosos encontrarias en una ciudad grande.
- CHALETE EN EL CAMPO: En las afueras de todas las ciudades hay siempre zonas de minifundios agricolas, donde hay muchos chaletitos y casas de veraneo. De primeras suena paradisiaco, el jardinito, los arbolitos, la piscinita, las patatas, las naranjas, los higos, las flores. Sobre todo en estos tiempos en los que la gente esta estulto de la fruta cabeza y la sociedad es puñetero cancer de sidra y hasta potencialmente mortal, es un placer estar en un sitio donde tengas terreno privado para esparcirte a tu fruta bola, y ademas con un sinfin de actitivades siempre por hacer, entre agricola, jardineria, bricolaje y mil cosas que arreglar siempre. Tienes aire libre, paisaje, la luna, pajaritos, ardillas...
Pero todo eso mismo que te gusta para unos meses, luego agota. Los arbolitos, la fruta, las flores y su querida progenitora, tienen un trabajazo perpetuo que a ratos te gusta pero luego ASQUEA. Hasta el gracil canturreo de los pajaros llega un punto que resulta martilleante, 15 pilinguis horas diarias de pio pio constante. Hay muchos bichos, mosquitos infinitos, tienes la sensacion de que siempre estas sucio. Siempre danzas por la tierra, por las ventanas entra tierra, y toda esa sensacion de estar literalmente en CAMPO que a ratos gusta, a la larga, agota, porque parece que estas como en un ambiente de veraneo perpetuo y sientes como si llegara el dia que necesitas irte a la ciudad para recuperar la normalidad. Pero si vives alli, ese dia nunca llega.
Para que un chalete tenga las mismas comodidades que un zulo de ciudad, hay que meter muchos billetes. Y aun asi ni por esas. El internete es una fruta cosa, no hay fibra, y por antena como haga un poco de aire se te joroba la conexion. No hay alcantarilla, la cosa va a un pozo, tienes que hacer duchitas de sajara, gastando 10 litritos para enjuagarte, los platos con cuentagotas, y las lavadoras buffff. Te tocaria hacerte un macropozo sacrificando gran parte de jardin, y aun asi, paston llamando al pocero cada pocos meses a que vacie.
Y que al final te cansas. Tengo un vecino que se vino al chalete huyendo de la ciudad hace 20 años, y lo acaba de vender, desesperado por volverse a la ciudad.
- BARRIO ADOBADO: Bueno vale, es una cosa intermedia. Es un chalete, pero esta en la ciudad. Y esa parte que tiene de bueno, que es un poco de las 2 cosas, tambien es su parte de malo, pues no es ni una cosa ni la otra. Tienes un terreno de cosa, con un jardin ridiculo de cosa, que no es mas que un puñetero patio, que parece un puñetero pipican. Los estultoes de los vecinos te ven desde sus ventanas, cero intimidad. Suelen tener distribuciones de cosa, saloncitos de cosa, habitaciones de cosa, y todo repartido en 4 pisos, con que te pasas la fruta vida en escaleras. Acaba siendo mas incordio que comodidad, a no ser que sea uno muy caro con estancias decentes. Y a fin de cuentas tampoco es que estes muy muy en la ciudad, pues suelen ser barrios apartados donde no hay nada, y tienes que recorrer la misma distancia hasta el puñetero mercadona que casi si vivieras en un chalete. Y por el mismo puñetero precio, tienes el chalete, con terreno de verdad y no el puñetero pipican.
- PLAYA: Quien no quiere vivir en la playa? Abrir la ventana y ver el inmenso mar, coger la toalla y bajarte en 5 minutos a la orilla? Pero los precios son insultantes, pero INSULTANTES. Zulitos de cosa de 50 metros y del año 60, con precios de zulo de 100 metros en gran ciudad.
Clima poco agradable de cosa, humedo y calenturiento todo el año, sin invierno. Mucho turista guiri de cosa perturbador de la paz, mucho borracho perversos me gusta la fruta, mucho madrileño de cosa malo etnianotorero chupabarandillas terrorista me gusta la fruta, etc. Al final te entran ganas de estar en un sitio interior, con invierno, que nieve, que tenga tranquilidad.