Hablan de proporcionalidad, como si pudiésemos calcular en una fracción de segundo, cual terminator, el como debemos actuar para salir airosos y no tener problemas con la justicia.
Lo cierto es que en una situación de peligro y con la adrenalina a todo trapo la cosa puede salir mal o puede salir peor.
Lo que está claro es que el anciano ha contribuido a su manera a hacer que nuestras calles estén un poco, tan sólo un poco, más seguras. Sólo por esto y por la edad del señor, merece el indulto.
¿La ley del Salvaje Oeste? Pues si, pero en eso están convirtiendo nuestras vidas poco a poco.