Diálogo sobre una (nueva) inversión hegelo-marxista

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Diálogo sobre una (nueva) inversión hegelo-marxista

Salvador López Arnal
Rebelión

http://www.rebelion.org/docs/247986.pdf


No faltaron durante los años de República declaraciones sobre el derecho de autodeterminación por parte de nacionalistas catalanes, entendido al modo confederal, como una facultad común a todos los pueblos ibéricos. Pero cuando autodeterminación significó derecho a la secesión fue durante la Guerra Civil, en los memorandos que los Gobiernos vasco y catalán presentaron ante el Foreign Office y el Quai d’Orsay identificándose como una tercera fuerza en “la guerra peninsular”. Ni gente de izquierdas, ni blancos, los nacionalistas catalanes y vascos, que aseguraban combatir solo por sus intereses nacionales, creían que Reino Unido y Francia sacarían buen partido de una alianza a cuatro que les garantizara su frontera terrestre y asegurara una rápida comunicación entre los mares Cantábrico y Mediterráneo... Inasequibles al desaliento, los consejos nacionales de Cataluña y Euskadi en Londres volvieron a plantear en 1941 el derecho de autodeterminación, como si Reino Unido no tuviera otra cosa en qué pensar. Y lo mismo ocurrió en abril de 1945 cuando la delegación en Estados Unidos del Consell Nacional Català presentó una apelación ante las Naciones Unidas acompañada del mapa de la Península dividido en cinco peninsular nationalities: Portugal, Galicia, Euskadi cum Navarra y Cataluña cum País Valenciano y las islas, más España, con el propósito de que la ONU diera su beneplácito a la formación de una “Confederació d’Estats d’Iberia”. Santos Juliá (2018)


Este sujeto incalificable [Agustí Colomines] de biografía tortuosa, expone en público lo que se viene diciendo entre ellos hace mucho tiempo, lo que me dijeron algunas personas este verano, de la base del proceso, convergentes unos y republicanos otros... que desde luego esperan que los muertos no sean ellos y que tampoco se pondrán nunca en primera fila arriesgándose a serlo. Se lamentaban que el 1 de octubre no se hubiesen producido muertos y solo contusionados, heridos leves y un herido grave con pérdida del ojo, como en cualquier represión policial de una acción de masas (recuérdese el saldo de las represiones de los Mossos al movimiento del 15M). Quieren el conflicto y solo el conflicto; no han aprendido de la experiencia del País Vasco y de lo que significa y da de sí la socialización del dolor. ¡perversoss! José Luis Martín Ramos (2018)


De la última sabatina de Gregorio Morán: “¡Qué hago yo aquí!” ¡Qué hago yo aquí!. Una verdad política que se dice pocas veces:
Hacer una crítica a la deriva nacionalista en Cataluña exige añadir varios párrafos consagrados a la responsabilidad de los otros. Siempre hay un culpable que no son ellos, y si en un esfuerzo fuera inevitable señalar alguno habría que compaginarlo con la mala intención del adversario que les obligó a ser malos cuando por esencia ellos son buenos. Una historia de parvulario, pero funciona. Los columnistas salomónicos de estas tierras se han tirado parrafadas enteras justificando el nacionalismo con el apunte autóctono de que era Mariano Rajoy el principal hacedor de independentistas. Una frivolidad que funcionó como letanía. Eran incapaces de entender la ecuación al revés: el independentismo fue, es y será durante un período quizá muy largo para nuestra desgracia, el principal creador de “españolistas”. Un peligroso monstruo dormido que ellos se encargaron de azuzar, y lo más suicida de estos tuertos voluntarios es que ahora gritan agradecidos de su propia estupidez. [la cursiva es mía]


Se anuncia como “la gran noticia del otoño! que la ratafía de Puigdemont se presentará en público en la 37a fiesta de Santa Coloma de Farners del próximo mes de noviembre (https://politica.e-noticies.cat/la-ratafia-de- puigdemont-es-presenta-en-public-120193.html);mientras Xavier Domènech escribe un (incomprensible) tuit de apoyo a Jordi Cuixart (¿ha leído XD los comentarios que han escrito sobre su nota los nacional-secesionistas?) en los términos siguientes: “Fa pocs dies vaig poder estar amb @jcuixart ahir rebia una carta seva: "ens retrobarem a peu de carrer, al mateix costat de la trinxera, sempre". Un any de presó, un any d’ignomínia. A peu de carrer ens retrobarem, fins la victòria, sempre” [Hace pocos días pude estar con @jcuixart. Ayer recibía una carta suya: "nos encontraremos en la calle, en el mismo lado de la trinchera, siempre". Un año de prisión, un año de ignominia. En la calle nos reencontraremos, hasta la victoria siempre]: ¿en qué calle se reencontrarán?, ¿de qué victoria habla XD?; mientras el govern de la Generalitat esconde una sabida de tasas en las ingenierías retirando una bonificación de 225 euros que se había aplicado desde 2013 (El País, Cataluña, 17.X.2018, p. 4; ¡Artur Mas incrementó las tasas hasta un 66% en 2012!) y mientras la izquierda anticapitalista revolucionaria (¡internacionalista además!) sigue con lo suyo y afirma que el nacional-secesionismo es un proyecto de futuro como el abierto por el 15M (Josep Maria Antentas, “¿Estrategia de la verdad o política de la mentira?” Rebelion. ¿Estrategia de la verdad o política de la mentira?), para que todo quede claro o muy claro identitariamente hablando: 1. El vicario, xenófobo e hispanofóbico Torra compara a los políticos secesionistas presos (no lo estarían si de mí dependiera) con los republicanos fusilados en 1939 (Página no encontrada 1939_0_1181582110.html); 2. La Crida Nacional per la República, cuya fundación está programada para el 27 de octubre en Manresa, empieza a tomar forma (a caballo de la guandoca de Lledoners y del Parlament), Jordi Sánchez elabora la ponencia política, la diputada de JxCat Gemma Geis diseña la parte organizativa y don Agustí Colomines, el ex recogedor de fondos de CDC, el “gran ideólogo” del movimiento que impulsan Puigdemont y Torra, adelanta -en una entrevista en 'La Xarxa' del pasado lunes 15 de octubre (https://www.elperiodico.com/es/politica/20181017/agusti-colomines- crida-muertos-independencia-tardara-mas-7093260), que la Crida apostará por "forzar un referéndum, no negociarlo a la baja", y alerta, como el que no quiere la cosa, que sin muertos el camino hacia la independencia será más largo: "En todas las independencias del mundo ha habido muertos.

En la nuestra hemos decidido que no queremos muertos. Si decides que no quieres muertos, tardas más, el proceso es mucho más largo", y 3. Antoni Castellà, el portavoz de Demòcrates de Catalunya y ahora diputado de ERC en el Parlamento catalán, remata la jugada y afirma (el pasado lunes, 15 de octubre) que si España no formase parte de la UE, los poderes del Estado "tendrían la tentación de acabar también, exactamente com ocurrió con Companys, los miembros del anterior Gobierno de la Generalitat, el que presidía Carles Puigdemont. Como ahora no pueden hacerlo, por eso están encarcelados” (https://www.elnacional.cat/ca/politica/democrates- espanya-ue-intentaria-afusellar-govern_314307_102.html).

Punto y raya. Sensatez, prudencia, ecuanimidad,...da gusto oírles. ¡Lo suyo, desengañémonos, es el incendio de bosques, praderas y valles! ¡De lo que haga falta! ¡Todo por su Patria!

Como ha señalado el profesor Martín Ramos: han subido la apuesta, ¡a ver quien da más!. ¿Nadie del mundo nacional-secesionista ha respondido y ha señalado algún comentario crítico, se preguntarán? Nadie por el momento. ¡Todos a una! ¡Todo vale, todo les vale! ¡Miente y conjetura perversamente que algo queda! Por su parte, el ex fiscal anticorrupción Carlos Jiménez Villarejo ha hecho lo que debe hacerse [1].

Eso sí, como les decía, la ratafía de Puigdemonet (cercana a la de “Prat de la Riba”, “Waterloo” le han llamado: quina cara!) se presentará en público. ¡Qué labores tan duras las del ex presidente!

El asunto de hoy.
No sé si recuerdan ustedes aquello de la inversión materialista (Marx-Engels) del idealismo hegeliano (una inexactitud enorme en la documentada opinión de Joaquín Miras), tan citado y comentado hace ya muchos años, cuando éramos jóvenes o muy jóvenes. No pasaría nada si no lo recordaran; no es sustantivo.

Sea como fuere, les doy cuenta ahora de otro ejemplo de inversión (de giro radical, de nueva mirada, de cambio de perspectiva de unos 180o) que ha llegado a mi correo. Es una conversación de dos amigas, Marta y Alba. Marta es barcelonesa (M, a partir de ahora), Alba es gaditana- sevillana (A, a partir de ahora). Me han autorizado -¡gracias, compañeras, gracias!- que haga público su conversación. Les dejo en buena compañía:

A. Menudas declaraciones las de Torra, vuestro presidente. Compara lo que no es comparable, ni desde el sentido común ni desde un análisis político elemental, básico.

M. No es mi presidente querida amiga y, desde luego, sus palabras y comparaciones me ofenden tanto como a ti. Más incluso, por cercanía. De hecho, me ofende él mismo, por lo que simboliza.

A. Pues si esas no te gustan, no veas las de Antoni Castellà. ¡Se ha lanzado al monte!

M. Peores si cabe, más vomitivas incluso. Nada que ver con las posiciones y sentimientos de millones y millones de ciudadanos catalanes. Y sí, se ha lanzado al monte, al monte del disparate, del enfrentamiento y del mal hacer. Todo les vale. Es una de sus consignas.

A. Las peores en todo caso, si se puede hablar así, son las de Agustí Colomines.

M. Sí, sí, ya he leído el comentario del historiador Martín Ramos. ¡Menudo tipo! ¡Qué mente “tan lúcida!”

A: ¿Quieren encender más hogueras?

M. En eso están, en el incendio permanente. Contra peor, mejor; contra más lío, más insultos y más confusión, piensan, su causa sube o se mantiene.

A. Y, además, de nuevo la misma historia. Los españoles robamos a los catalanes no sé cuantos millones de euros diarios. ¡La eterna repetición de lo mismo! Lo dijo el otro día Torra nada menos que en sede parlamentaria. ¿Nos os cansáis de repetir, repetir y repetir lo mismo o lo muy parecido?

M. Yo soy barcelonesa, catalana si quieres, pero no soy Torra. No tengo nada que ver con él. No me incluyas en su casilla. Me repele tanto como a ti. Y repruebo tanto como tú ese lamentable, por decirlo mal, “España nos roba”. A mí quienes me han robado, entre muchos otros, ha sido la familia Pujol- Ferrusola.

A. Ya, ya. Pero es que muchos catalanes afirmáis o afirman que los españoles os estamos robando desde 1714, no desde hace 15 o 20 años. Organizasteis un congreso sobre ese tema, para “debatir” esta “grandiosa” conjetura histórica. Y con la presencia de las grandes “autoridades” catalanas del momento y de insignes historiadores que prefiero no citar. Alguno de ellos, por lo que he leído en un sentido artículo de Gonzalo Pontón, fue engañado.

M: Creo que sí, eso he leído yo también. En todo caso, yo no organicé nada en 2014 y yo nunca he afirmado una interesada conjetura pseudohistórica y económica de esas características. El lema de Gramsci-Rolland sobre la verdad lo suelo tener muy en cuenta. Sé, lo sé muy bien, el daño que causan muchas mentiras cuando se acumulan, además, sobre otras mentiras y tienen una dirección determinada. Además no se me escapan cosas elementales, básicas. A nadie se le pueden escapar.

A. Como por ejemplo…

M: Que entre los diez municipios españoles con mayor renta cuatro de ellos son de Barcelona (Matadepera, San Just Desvern, Sant Cugat del Vallès, Sant Vicenç de Montalt) y que, entre los diez de menor renta, hay cuatro de Badajoz (Zahínos, Fuenlabrada de los Montes, Higuera de Vargas, La Parra), dos de Cáceres (Tornavacas, Ahigal), uno de Málaga (Almáchar), uno de Lugo (Cervantes), uno de Cádiz (Puerto Serrano) y el último de Granada (Montejícar).

A. Sí, sí. De hecho, la renta media de Matadepera es 4,46 veces superior a la de Montejícar, el de menor renta.

M. Efectivamente. Ninguno de los que has citado en segundo lugar son municipios de Barcelona o de Cataluña.

A. Importante también. Lo mismo puede decirse sobre la población en riesgo de pobreza o exclusión social.

M. ¿Y qué puede decirse?

A. Lo siguiente por ejemplo. Aunque sean datos muy pero que muy alarmantes también en este caso, las comunidades con un riesgo de pobreza menor del 25% son: Asturias, Galicia, País Vasco, Navarra, Cataluña, Aragón, Cantabria, Castilla y León, La Rioja, Baleares (al límite, 24,7%) y la comunidad de Madrid. En el caso de Cataluña el porcentaje es del 19,4%, el de Madrid el 20,6%, el del País Vasco, el 14,5%.

M. Me imagino en qué barrios y ciudades viven esas personas. En el caso de Cataluña casi las podría citar sin haber leído ese informe en el que te basas. ¿Cuáles son las comunidades con mayor riesgo?

A. Estas: Andalucía, Extremadura, Canarias, Ceuta, Melilla, Murcia, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana. Los porcentajes de Extremadura, Canarias y Andalucía son estos: 44,3%, 40,2% y 37,3%. ¡Nada menos! ¡El doble o más que el riesgo de pobreza en Cataluña!

M. Los datos que citas ponen los pelos de punta. No parece que las gentes desfavorecidas de esas comunidades hayan explotado mucho a nadie. No casa nada bien con el ¡España nos roba!

A. Desde luego, no casa. Te copio el gráfico.

Cambio de tercio. También habéis afirmado que somos cutres, incultos, zafios, neofranquistas, poco desarrollados, incluso que tenemos una cultura política muy distinta a la vuestra, e incluso ADN,s muy diferenciados. Como si fuéramos una etnia alejada, muy distinta.

M. ¿Quiénes son eso?

A. Los españoles, los que se sienten españoles. Mejor: los ciudadanos de España, del “Estado español” seguís diciendo.

M. Todo eso es con tu permiso, querida amiga, cosa poco buena político-intelectual. No conozco a nadie políticamente razonable e informado que crea en esas afirmaciones, que son más bien insultos y barbaridades. Si hay que firmar algún documento de protesta, cuenta con mi firma. Todo eso que recuerdas, no digo que sea falso, tienes buena memoria, a mí me produce escalofríos y mal estar. Lo mismo que a ti. También estamos hermanados en esto.

A. Y está también el uso del término “de derechas” o “fascista”. Cualquier discrepancia, cualquier posición contraria a vuestro credo, a vuestra visión nacional-secesionista es tildada-ametrallada de franquista, franquistoide o de fascista duro y puro.

M. Vuelvo a insistir: no me ubiques en coordenadas que no son las mías. Yo nunca afirmaría, yo nunca he afirmado, que el pueblo español fue un aliado del fascismo, como tampoco he dicho nunca que el fascismo no contara en Barcelona, y en el conjunto de Cataluña, con partidarios que obtuvieron mucho poder y mucho dinero de sus alianzas y acuerdos. Son muchos los nombres. Basta citar a tres de ellos aunque hay muchos, muchísimas más: López Rodó, Porcioles y Samaranch. Entre ellos, muchos alcaldes que luego lo fueron en las filas de CDC.
Por lo demás, déjame invertir un poco de la conversación, también vosotros los españoles decís barbaridades sobre los catalanes o el pueblo catalán.

A: Ahora eres tú quien se confunde. Yo no voy con una pancarta tipo: “Soy española, muy española, profundamente española, y olé, y los catalanes son una birria y muy tacaños”. Me dan asquillo esas afirmaciones. Aunque, eso sí, puedo entender a las personas que se sientan españolas, y relacionen su españolidad con la lucha antifranquista, con la segunda República y con las avances democráticos que hayamos podido conseguir entre todas y todos en estos últimos años. No veo nada malo en ello. No se insulta ni se menosprecia a nadie con ello. Ellas tampoco llevan pancartas como esa que citas.

M. También estamos de acuerdo. Nada que objetar.

A. Pero, además de eso, si algo me pone de los nervios-nerviosos, son esas afirmaciones, esas generalizaciones apresuradas, en las que a toda una comunidad de 6, 20 o 50 millones de personas se la une en “una especie de unidad de destino y carácter en lo universal” y se la adjetiva como les da la gana y siempre de forma hiriente, no para decir, si son los “otros” (recuerda el poema que escribió Paco Fernández Buey sobre “los bárbaros”), que son gente amable, culta y fraternal. Todo esas afirmaciones son perversiones del lenguaje y formas de levantar barreras entre ciudadanas y ciudadanos unidos por miles de lazos…

M. Que no son los amarillos precisamente.

A. Desde luego que no, me gusta que lo apuntes.

M. ¿Por qué no iba a decirlo? No confundo el bacalao con la integral indefinida. A mí el amarillo, hablando en términos políticos no artísticos, siempre me ha recordado a los sindicatos amarillos.

A. Por mí, te lo dice una gaditana-sevillana que ahora vive en Madrid, lo vengo diciendo desde hace mucho tiempo, los políticos presos .Cat, encarcelados por acciones nada gloriosas, no por lo que opinan o dejen de opinar, no estarían a día de hoy en prisión preventiva. De hecho, no hubieran estado nunca.

M: ¿Con el riesgo de que imiten a Anna Gabriel, a Marta Rovira, a Puigdemont, a Comín o a Ponsatí (con o sin acento) por ejemplo?

A: Sí, con ese riesgo. No importa que corramos ese riesgo. Si se quieren ir, que se vayan. Ya darán sus explicaciones... sobre todo a la gente próxima, a los próximos que no emprenden esos viajes tan cómodos y tan “heroicos”

M: Yo que creo que sí que importa pero entiendo tu posición. Y la comparto. De hecho, dejaríamos sin tema, sin contenidos el discurso nacional-secesionista. Y mucha gente de buena fe que apoya su causa, lo pensaría con calma dos o tres veces.

A. No lo sé, no soy tan optimista. Se inventarían otros contenidos. Las razones para el “victimismo” son innumerables.

M. Por supuesto. Quien busca, encuentra. Y si no encuentra, se inventa un encuentro.

A. La historia, sobre todo si se manipula según conveniencia, da para un cosido y para un cocido.

M. Y tanto. Algunos aquí retrotraen la situación, el conflicto dicen ellos, el desastre nacional afirman otros, no ya a 1714 sino al Compromiso de Caspe o incluso antes.

A. Aquella historia de los mil años de “nación catalana” cuenta lo suyo.

M. Como la de aquellos otros que ubican la historia de España casi en la prehistoria.

A. O más allá. Pero estos eran voces apagadas, sin apenas influencia social hace apenas 7 u 8 años. Nadie o casi nadie les oía, nadie perdía el tiempo escuchándoles. Se escuchaban a sí mismos.

M. Pero ahora parecen tener más fuerza.

A. El sistema, abonado interesadamente, de acción-reacción. En todo caso, la influencia de la ideología, intensamente vivida, del nacional-secesionismo .Cat en Cataluña (con algunas prolongaciones en el País Valencià y en las Illes) no es comparable a la influencia de la ideología nacionalista española en el conjunto de España.

M. ¿Por qué no es comparable?

A. Porque es mucho menor. Por el momento. Si la identificación con el nacional-secesionismo se sitúa en torno al 45% o al 47% (según parece, aquí también hay matices a tener muy en cuenta), la identificación con el nacionalismo español excluyente, uniforme y opresor está lejos, muy lejos, de esas cifras. A kilómetros y kilómetros de distancia.

M. ¿Y por qué “por el momento”? ¿Ves algún huracán nacionalista español?

A. No, no lo veo, pero... En contra de lo que se afirma -no digo que lo afirmes tú- en ambientes nacional-separatistas, las cosas no están ubicadas en esas coordenadas en estos momentos. Pero todo fluye.

M. Y además, hay fuerzas políticas de peso que están agitando las aguas en esa dirección.

A. Claro, quieren obtener beneficios electorales. Recuerda el esquema: acción-reacción-más acción- mayor reacción.

M. Mientras tanto, los verdaderos problemas, los sociales, los ecológicos (empezando por el cambio climático que es ya una realidad muy real), el cultivo de una cultura democrática y republicana quedan en un segundo plano.

A. Tú lo sabes muy bien. ¿De qué se habla, de qué habláis en .Cat desde 2012, monotemáticamente?

M. Yo hablo de muchas cosas. Deberías haber dicho: de qué se habla. A. Lo he dicho. De qué se habla..

M. Preferentemente de lo que señalas pero hay mucha gente, en .Cat, que se preocupa de mil temas, todos ellos alejados de la trinidad identidad-más de identidad-y mucha más identidad excluyente.

A. Como también aquí.

M. Por supuesto. Cercanos y próximos. No somos dos comunidades alejadas en el tiempo, en la geografía y en la historia.

A. Sí, sí, pero lo dominante es lo dominante. Y lo hegemonónico en .Cat no es tu discurso.

M. De acuerdo pero no ha sido así en otras épocas. Y eso por el momento... y en algunos ambientes, no en todos.

A. Ahora, con lo que está pasando, las cosas y posiciones de otros tiempos pueden verse de otra forma.

M. ¿De qué forma?

A. Pues que muchos que decían no ser nacionalistas, rascando un poco, sí que lo eran. Nos han engañado... o se han engañado... o ambas cosas a la vez.

M. Yo también me siento engañada. Seguramente más que tú.

A. Nos estamos enrollando más de la cuenta. Una última cosa.

M. ¿Qué cosa?

A. Opino que hay motivos para sugerir una nueva inversión.

M. ¿Una inversión económica? No me esperaba de ti una salida de ese tipo.

A. Nada de eso, nada de inversiones económico-financieras. Una inversión tipo Hegel-Marx, un giro de perspectiva, un cambio de paradigma, otro punto de vista alternativo…

M: ¿Qué giro, qué punto alternativo es ese?

A. Pues que dado que no hay forma, que el nacional-secesionismo .Cat sigue afirmando que los españoles, España o el Estado español, según conveniencia y auditorio, somos unos burros de mucho cuidado, unos cafres, unos neofranquistas, unos autoritarios incorregibles capaces de acabar al más o menos pintado según Antoni Castellà, etc etc, los y las que deberíamos pedir el inexistente derecho a decidir, el (como ahora habláis) derecho de autodeterminación, o hablar de separación punto y aparte, somos nosotras, somos nosotros.

M: A ver, a ver. No te entiendo.

A. Nada, muy sencillo. En lugar de que Cataluña se vaya de España y se sienta libre como decís…

M: Como algunos dicen, una nunca ha dicho eso. Y como yo, millones de ciudadanas/os catalanes. Te insisto y espero que lo tengas muy en cuenta.

A. De acuerdo, de acuerdo. Lo mejor, decía, es que el resto de España se separe de Cataluña. ¡Y ahí os quedáis! ¡Seréis todo lo libres que queráis! Espero que no imitéis a Andorra como algunos sostienen y no se convierta Cataluña en un “paraíso fiscal”.

M: No seas bruta, no digas barbaridades. A: ¿Qué barbaridad he dicho?

M: Pues lo mismo que dicen los secesionistas pero cambiando los papeles. Te tenía por más lista y por mucho más fraternal.

A: Pero es que una está hasta el moño de la que la llamen…

M: Tienes razones, tienes razón, se entiende vuestro cansancio, vuestro enfado, vuestro ¡ya está bien! Pero…

A. Pero qué.

M. Que no nos dejéis, no rompáis vosotros un demos común unidos por mil relaciones.

A. ¿Y qué es lo que nos une en ese demos común?

M: Años, décadas, siglos, y digo bien, de lucha por la dignidad, la equidad y la solidaridad. Y miles, centenares de miles, millones de lazos familiares. Piensa en amigos y familiares tuyos.

A: Vale. No nos dejamos. Sigamos juntos, construyamos juntos algo nuevo y mejor que ya podemos imaginar.

M: Como el poeta señaló. En eso estamos, en eso debemos estar.
Aquí finaliza o se interrumpe la conversación de estas amigas. No hay más por el momento.
 
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