El Pionero
Alcalde y presidente de Fútbol Paco premium
Cuando pensamos en smartphones españoles, hay una marca que siempre es la primera en venirnos a la cabeza. Hay otras, pero bq ha logrado una posición envidiable en el mercado, siendo el tercer fabricante que más teléfonos vende en nuestro país, sólo por detrás de Samsung y Huawei, y por encima de la mismísima Apple.
La firma española ha logrado un magnífico equilibrio en lo que a calidad precio se refiere. Cierto, no tiene ningún terminal que pueda competir con los gamas altas del mercado, pero ni lo pretende ni lo necesita. Esa no es su liga -una liga reservada a unos pocos con recursos para invertir mucho-, su lucha está en la gama media, donde sí ha logrado hacerse un hueco entre aquellos usuarios que querían hacerse con un buen terminal sin tener que dejarse 500€.
Europa ya no reina en el mercado de la telefonía como lo hacía hace no tantos años con Nokia y Ericsson, pero en este nuevo escenario abierto por el mundo táctil, bq se ha ganado el derecho de ser considerado uno de los principales fabricantes del continente. Lo cual no quita que algunas nubes oscuras se ciernan sobre él.
El mercado se estanca: ¿aparecen los problemas?
El mercado del smartphone ha llegado a un punto que se puede considerar “maduro”. Los terminales cada vez se diferencian menos entre ellos, la innovación parece estancada y los usuarios cada vez tardan más en renovarlo. El crecimiento espectacular de los últimos años se ha frenado y hasta Apple -muchas veces ajena a las tendencias generales del mercado- lo ha notado. Hay una sensación general de que la fiesta se ha acabado.
En los últimos días una enorme cantidad de informaciones han surgido sobre bq que hablaban de un recorte de plantilla o incluso de posible quiebra. El conflicto entre la empresa y la plantilla pudo acabar en una huelga que finalmente fue desconvocada -aunque el Presidente del comité de empresa mostró su disconformidad con dejar las manifestaciones-. El pasado día 8 El Confidencial destapaba la caja de los truenos.
Marta (nombre modificado para conservar el anonimato), una empleada que trabajó en la compañía hasta 2015, explica que “la empresa, desde que empezó siempre ha ido hacia arriba, no ha habido altibajos, todo era crecimiento, cada vez vendían más, ganaban más pasta y entraba más gente”. Además, “a ese nivel de precios, nadie competía con bq; o te gastabas más del doble o te comprabas algo en china sin garantía ni soporte”
“Desde que empezó, bq siempre ha ido hacia arriba”
“Había un gran nicho de gente que no podía gastarse 400 o 500 euros en un dispositivo, pero tampoco querían tirar tan bajo que no tuvieran soporte. Ha sido la gran baza de bq hasta la actualidad: el soporte para usuarios inexpertos”. Ahora, el mercado se ha frenado y la competencia en la gama media es feroz.
Los despidos de bq no son despidos, según la empresa
Los empleados denunciaban despidos y la externalización del servicio técnico, algo que la empresa ha matizado. “No se trata de despidos”, explica Alberto Méndez, CEO de bq, “se trata de no-renovaciones de contratos temporales. Hasta ahora, como el mercado crecía, podíamos ampliar estos contratos, pero ahora el mercado se ha estabilizado”. Además, niegan que se vaya a externalizar el servicio de atención al cliente. “Es uno de nuestros pilares y cuenta con un gran nivel de satisfacción por parte de los clientes ¿cómo nos vamos a deshacer de él?”.
“Está saliendo gente cada día de todos los departamentos”
Sin embargo, aunque las informaciones publicadas por buena parte de los medios apuntan a salidas en Rivas -donde se encuentra el servicio técnico-, Gerardo (nombre modificado para conservar el anonimato), empleado de bq del departamento de desarrollo, explica que no es exactamente así. “Me río de lo que está saliendo en los medios. En Las Rozas [donde la empresa tiene tres edificios] está saliendo gente cada día de todos los departamentos, parece una película de terror”.
bq: “Nadie habla de las personas que estamos contratando”
La empresa niega estas afirmaciones, asegurando que quienes la realizan tienen una visión sesgada y parcial de la situación. Además de recordar que no son despidos, sino no-renovaciones Alberto Méndez asegura que “pueden ver que su compañero ya no está, pero lo que no ven es la gente que hemos contratado en otros departamentos que igual ahora son más necesarios. Esto es una empresa dinámica y nos tenemos que adaptar a las circunstancias de mercado. Contratamos, despedimos y lo seguiremos haciendo”.
“Se trata de informaciones falsas y sesgadas”
Desde bq nos han facilitado datos auditables sobre las altas y bajas de los últimos meses. Aunque nos han pedido que no los publiquemos, estos indican que, efectivamente, en los últimos meses se han dado más altas que bajas en la compañía.
De libros electrónicos a smartphones
bq nace en 2009. Ese año lanzaron su primer libro electrónico, el booq Classic. Un año después la firma se fusiona con la editorial digital Luarna y StarTic, dando a luz a Mundo Reader S.L., empresa matriz de bq. A partir de 2011 comienza a diseñar y fabricar los ebooks de Movistar, Fnac y Casa de Libro.
Se juntaban muchos proyectos, la empresa crecía y nos faltaba conocimiento
Pedro (de nuevo, nombre modificado) es un antiguo trabajador que vivió esa etapa temprana en la que comenzó a crecer. “En mis tiempos de trabajar en bq, a la empresa sólo la definía una palabra: caos. De repente se juntaban muchos proyectos, la empresa crecía y nos faltaba conocimiento, tocaba aprender sobre la marcha”.
Jornadas infinitas
Falta de organización y jornadas infinitas. “Había periodos, especialmente cerca de entregas, en los que los desarrolladores hacían jornadas que asustaban. Y si había que ir en fin de semana, se iba. Algún sábado que a las diez o las once de la noche estábamos todos en la oficina hubo”.
¿Mala organización? ¿plazos imposibles? ¿trabajadores que no hacían bien su trabajo? Para Pedro “había un poco de todo”. Marta es más contundente “si contamos a los jefes y mandos intermedios como parte de la organización de la empresa más que como empleados, lo visto por mi parte es única y exclusivamente mala gestión”.
En bq no tenemos una política de horarios
Alberto Méndez también niega que las informaciones que apuntan a largas jornadas de trabajo. “En bq no existe el concepto de horas extras”, nos explica. “No tenemos una política de horarios, eso es algo de lo que se encarga el manager de cada área. Hemos creado un entorno abierto como otras tecnológicas del sector. Eso sí, si hay que sacar algo, hay que sacarlo. De la misma manera que si un día te vas antes nadie te va a decir nada”.
Reflasheando pedidos a mano
Pero el máximo exponente de todo esto ocurría cuando llegaba un pedido y había que reflashearlo. “en ocasiones llegaban dispositivos, que podían ser tablets o lectores que no venían con el firmware definitivo y había que instalárselo en España”, explica Pedro.
“Se invadía la oficina de cajas y todo el mundo se ponía a actualizar manualmente los dispositivos uno a uno. Desde los socios hasta los becarios. Hasta la señora de la limpieza podía echar una mano ocasionalmente”. Unas 25 personas (el equipo de desarrollo seguía con su trabajo) tenían que actualizar unos 5.000 dispositivos en un par de días para que llegaran a las tiendas con el software adecuado.
“Las campañas de navidad eran una locura, y esto podía ocurrir una o dos veces a la semana durante mes y medio”, relata Pedro. El CEO de bq también recuerda aquello. “Éramos una start-up y los 40 que éramos resolvíamos lo que hiciera falta y comíamos pizzas. Eran momentos de equipo”. Además, Alberto asegura que “Gracias a eventos como ese hoy tenemos uno de los mejores libros electrónicos del mundo”.
“Éramos una start-up y resolvíamos lo que hiciera falta”
A pesar de la gran cantidad de trabajo, Pedro explica que “éramos gente joven y nos lo tomábamos con humor, pero que no se imaginan la suerte que tuvieron de dar con la gente que dieron”.
El crecimiento de la empresa
Entonces la empresa comenzó a crecer, se comenzó a contratar algunos jefes. “Supuestamente con mucha experiencia”, explica Pedro, “pero a la hora de la verdad su único mérito era ser amigos de algunos socios”. Pedro, Gerardo y Marta coinciden en que en muchas ocasiones la formación y experiencia de estos jefes intermedios no coincidía con la labor que debían desarrollar.
“Todos nuestros puestos de dirección los ocupan ingenieros”
Alberto Méndez considera esto “completamente falso” y asegura que casi todos los puestos de dirección están ocupados por ingenieros. “Algunos quizá no son los mejores, pero siempre hay algo que mejorar”. En particular, refiriéndose al director de marketing, un ejemplo recurrente que habían puesto las fuentes por ser ingeniero de Telecomunicaciones, afirma que su formación no sólo le permite tener un gran conocimiento de producto, sino que además cuenta postgrado en dirección de Marketing y gestión comercial.
¿Alta rotación de la plantilla?
Según Marta, todo esto sigue siendo así en la actualidad “y acrecentado por el crecimiento de la empresa“. Además, asegura que “la empresa se niega a contratar seniors, eso es un hecho, así que solo contrata a gente recién salida de la carrera que se toma su nuevo trabajo con muchísima ilusión y ganas, y que normalmente, se echa a la espalda la responsabilidad del éxito del producto”, aunque también apunta a que la gente aguanta poco tiempo en bq: “tienes mucha suerte si encuentras a gente que lleve más de un año”.
“Los jefes intermedios se eternizan en el cargo y nadie los responsabiliza de la rotación, cuando se supone que es el jefe directo el responsable de que sus trabajadores estén contentos y no se vayan de la empresa, porque con los trabajadores se va el conocimiento“, explica Marta.
De nuevo, desde bq consideran esto falso y nos han facilitado datos concretos -que no publicaremos por petición de la empresa- acerca tanto de la edad media de la plantilla como de la rotación. Mientras que los niveles de rotación son realmente bajos, la edad media se sitúa similar a las de distintos gigantes del sector e incluso algo por encima alguna de las más importantes.
¿Estamos ante un Ícaro español?
En muy pocos años bq se ha logrado posicionar como una de las empresas más importantes de la telefonía europea. Nadie les puede negar que ese hecho tiene un gran mérito. Sin embargo, tanto Gerardo, como Pedro, como Marta coinciden en que es una empresa que ha crecido más de lo que debía y más rápido que para lo que estaba preparada. Como Ícaro, que trato de acercarse al Sol con alas de cera y cuya aventura no acabó bien.
“Desde dentro es todo un cúmulo de sentimientos, por como te tomas las cosas, por como te las hacen tomar”, explica Marta. “Pero desde fuera, y quedándonos con los hechos concretos, es un crecimiento tremendo llevado por personas que no estaban preparadas para ello. Siempre he pensado que esto terminaría pasando algo así. Estás allí y ves como se hacen las cosas y piensas que no es sostenible“.
“bq era una empresa de amigos”
“bq era una empresa de amigos, con mucha ilusión y muchas ganas de hacer cosas pero sin el conocimiento necesario para lo rápido que se creció”, explica Pedro. Además, Gerardo apunta que “algunos de los departamentos, como desarrollo son completamente deficitarios”.
¿Cuál será el futuro de bq?
Supongo que si son capaces de aprender de la situación actual, podrán reconducir la situación. Todo depende de la situación económica actual. De todos modos, es obvio que tienen que cambiar la forma de actuar para que vuelvan a funcionar”, explica Marta.
“La información es falsa, es información sesgada con ánimo de hacer daño”
Desde bq remarcan que se trata de mentiras o medias verdades con interés de dañar a la empresa. “La información es falsa, es información sesgada con ánimo de hacer daño”, sentencia Alberto Méndez, CEO de la compañía. Las versiones de los trabajadores y de la empresa son radicalmente distintas, pero, como casi siempre el tiempo acabará por dictar sentencia y dirá qué versión es la auténtica.
Despidos de bq: ¿el Ícaro español?
La firma española ha logrado un magnífico equilibrio en lo que a calidad precio se refiere. Cierto, no tiene ningún terminal que pueda competir con los gamas altas del mercado, pero ni lo pretende ni lo necesita. Esa no es su liga -una liga reservada a unos pocos con recursos para invertir mucho-, su lucha está en la gama media, donde sí ha logrado hacerse un hueco entre aquellos usuarios que querían hacerse con un buen terminal sin tener que dejarse 500€.
Europa ya no reina en el mercado de la telefonía como lo hacía hace no tantos años con Nokia y Ericsson, pero en este nuevo escenario abierto por el mundo táctil, bq se ha ganado el derecho de ser considerado uno de los principales fabricantes del continente. Lo cual no quita que algunas nubes oscuras se ciernan sobre él.
El mercado se estanca: ¿aparecen los problemas?
El mercado del smartphone ha llegado a un punto que se puede considerar “maduro”. Los terminales cada vez se diferencian menos entre ellos, la innovación parece estancada y los usuarios cada vez tardan más en renovarlo. El crecimiento espectacular de los últimos años se ha frenado y hasta Apple -muchas veces ajena a las tendencias generales del mercado- lo ha notado. Hay una sensación general de que la fiesta se ha acabado.
En los últimos días una enorme cantidad de informaciones han surgido sobre bq que hablaban de un recorte de plantilla o incluso de posible quiebra. El conflicto entre la empresa y la plantilla pudo acabar en una huelga que finalmente fue desconvocada -aunque el Presidente del comité de empresa mostró su disconformidad con dejar las manifestaciones-. El pasado día 8 El Confidencial destapaba la caja de los truenos.
Marta (nombre modificado para conservar el anonimato), una empleada que trabajó en la compañía hasta 2015, explica que “la empresa, desde que empezó siempre ha ido hacia arriba, no ha habido altibajos, todo era crecimiento, cada vez vendían más, ganaban más pasta y entraba más gente”. Además, “a ese nivel de precios, nadie competía con bq; o te gastabas más del doble o te comprabas algo en china sin garantía ni soporte”
“Desde que empezó, bq siempre ha ido hacia arriba”
“Había un gran nicho de gente que no podía gastarse 400 o 500 euros en un dispositivo, pero tampoco querían tirar tan bajo que no tuvieran soporte. Ha sido la gran baza de bq hasta la actualidad: el soporte para usuarios inexpertos”. Ahora, el mercado se ha frenado y la competencia en la gama media es feroz.
Los despidos de bq no son despidos, según la empresa
Los empleados denunciaban despidos y la externalización del servicio técnico, algo que la empresa ha matizado. “No se trata de despidos”, explica Alberto Méndez, CEO de bq, “se trata de no-renovaciones de contratos temporales. Hasta ahora, como el mercado crecía, podíamos ampliar estos contratos, pero ahora el mercado se ha estabilizado”. Además, niegan que se vaya a externalizar el servicio de atención al cliente. “Es uno de nuestros pilares y cuenta con un gran nivel de satisfacción por parte de los clientes ¿cómo nos vamos a deshacer de él?”.
“Está saliendo gente cada día de todos los departamentos”
Sin embargo, aunque las informaciones publicadas por buena parte de los medios apuntan a salidas en Rivas -donde se encuentra el servicio técnico-, Gerardo (nombre modificado para conservar el anonimato), empleado de bq del departamento de desarrollo, explica que no es exactamente así. “Me río de lo que está saliendo en los medios. En Las Rozas [donde la empresa tiene tres edificios] está saliendo gente cada día de todos los departamentos, parece una película de terror”.
bq: “Nadie habla de las personas que estamos contratando”
La empresa niega estas afirmaciones, asegurando que quienes la realizan tienen una visión sesgada y parcial de la situación. Además de recordar que no son despidos, sino no-renovaciones Alberto Méndez asegura que “pueden ver que su compañero ya no está, pero lo que no ven es la gente que hemos contratado en otros departamentos que igual ahora son más necesarios. Esto es una empresa dinámica y nos tenemos que adaptar a las circunstancias de mercado. Contratamos, despedimos y lo seguiremos haciendo”.
“Se trata de informaciones falsas y sesgadas”
Desde bq nos han facilitado datos auditables sobre las altas y bajas de los últimos meses. Aunque nos han pedido que no los publiquemos, estos indican que, efectivamente, en los últimos meses se han dado más altas que bajas en la compañía.
De libros electrónicos a smartphones
bq nace en 2009. Ese año lanzaron su primer libro electrónico, el booq Classic. Un año después la firma se fusiona con la editorial digital Luarna y StarTic, dando a luz a Mundo Reader S.L., empresa matriz de bq. A partir de 2011 comienza a diseñar y fabricar los ebooks de Movistar, Fnac y Casa de Libro.
Se juntaban muchos proyectos, la empresa crecía y nos faltaba conocimiento
Pedro (de nuevo, nombre modificado) es un antiguo trabajador que vivió esa etapa temprana en la que comenzó a crecer. “En mis tiempos de trabajar en bq, a la empresa sólo la definía una palabra: caos. De repente se juntaban muchos proyectos, la empresa crecía y nos faltaba conocimiento, tocaba aprender sobre la marcha”.
Jornadas infinitas
Falta de organización y jornadas infinitas. “Había periodos, especialmente cerca de entregas, en los que los desarrolladores hacían jornadas que asustaban. Y si había que ir en fin de semana, se iba. Algún sábado que a las diez o las once de la noche estábamos todos en la oficina hubo”.
¿Mala organización? ¿plazos imposibles? ¿trabajadores que no hacían bien su trabajo? Para Pedro “había un poco de todo”. Marta es más contundente “si contamos a los jefes y mandos intermedios como parte de la organización de la empresa más que como empleados, lo visto por mi parte es única y exclusivamente mala gestión”.
En bq no tenemos una política de horarios
Alberto Méndez también niega que las informaciones que apuntan a largas jornadas de trabajo. “En bq no existe el concepto de horas extras”, nos explica. “No tenemos una política de horarios, eso es algo de lo que se encarga el manager de cada área. Hemos creado un entorno abierto como otras tecnológicas del sector. Eso sí, si hay que sacar algo, hay que sacarlo. De la misma manera que si un día te vas antes nadie te va a decir nada”.
Reflasheando pedidos a mano
Pero el máximo exponente de todo esto ocurría cuando llegaba un pedido y había que reflashearlo. “en ocasiones llegaban dispositivos, que podían ser tablets o lectores que no venían con el firmware definitivo y había que instalárselo en España”, explica Pedro.
“Se invadía la oficina de cajas y todo el mundo se ponía a actualizar manualmente los dispositivos uno a uno. Desde los socios hasta los becarios. Hasta la señora de la limpieza podía echar una mano ocasionalmente”. Unas 25 personas (el equipo de desarrollo seguía con su trabajo) tenían que actualizar unos 5.000 dispositivos en un par de días para que llegaran a las tiendas con el software adecuado.
“Las campañas de navidad eran una locura, y esto podía ocurrir una o dos veces a la semana durante mes y medio”, relata Pedro. El CEO de bq también recuerda aquello. “Éramos una start-up y los 40 que éramos resolvíamos lo que hiciera falta y comíamos pizzas. Eran momentos de equipo”. Además, Alberto asegura que “Gracias a eventos como ese hoy tenemos uno de los mejores libros electrónicos del mundo”.
“Éramos una start-up y resolvíamos lo que hiciera falta”
A pesar de la gran cantidad de trabajo, Pedro explica que “éramos gente joven y nos lo tomábamos con humor, pero que no se imaginan la suerte que tuvieron de dar con la gente que dieron”.
El crecimiento de la empresa
Entonces la empresa comenzó a crecer, se comenzó a contratar algunos jefes. “Supuestamente con mucha experiencia”, explica Pedro, “pero a la hora de la verdad su único mérito era ser amigos de algunos socios”. Pedro, Gerardo y Marta coinciden en que en muchas ocasiones la formación y experiencia de estos jefes intermedios no coincidía con la labor que debían desarrollar.
“Todos nuestros puestos de dirección los ocupan ingenieros”
Alberto Méndez considera esto “completamente falso” y asegura que casi todos los puestos de dirección están ocupados por ingenieros. “Algunos quizá no son los mejores, pero siempre hay algo que mejorar”. En particular, refiriéndose al director de marketing, un ejemplo recurrente que habían puesto las fuentes por ser ingeniero de Telecomunicaciones, afirma que su formación no sólo le permite tener un gran conocimiento de producto, sino que además cuenta postgrado en dirección de Marketing y gestión comercial.
¿Alta rotación de la plantilla?
Según Marta, todo esto sigue siendo así en la actualidad “y acrecentado por el crecimiento de la empresa“. Además, asegura que “la empresa se niega a contratar seniors, eso es un hecho, así que solo contrata a gente recién salida de la carrera que se toma su nuevo trabajo con muchísima ilusión y ganas, y que normalmente, se echa a la espalda la responsabilidad del éxito del producto”, aunque también apunta a que la gente aguanta poco tiempo en bq: “tienes mucha suerte si encuentras a gente que lleve más de un año”.
“Los jefes intermedios se eternizan en el cargo y nadie los responsabiliza de la rotación, cuando se supone que es el jefe directo el responsable de que sus trabajadores estén contentos y no se vayan de la empresa, porque con los trabajadores se va el conocimiento“, explica Marta.
De nuevo, desde bq consideran esto falso y nos han facilitado datos concretos -que no publicaremos por petición de la empresa- acerca tanto de la edad media de la plantilla como de la rotación. Mientras que los niveles de rotación son realmente bajos, la edad media se sitúa similar a las de distintos gigantes del sector e incluso algo por encima alguna de las más importantes.
¿Estamos ante un Ícaro español?
En muy pocos años bq se ha logrado posicionar como una de las empresas más importantes de la telefonía europea. Nadie les puede negar que ese hecho tiene un gran mérito. Sin embargo, tanto Gerardo, como Pedro, como Marta coinciden en que es una empresa que ha crecido más de lo que debía y más rápido que para lo que estaba preparada. Como Ícaro, que trato de acercarse al Sol con alas de cera y cuya aventura no acabó bien.
“Desde dentro es todo un cúmulo de sentimientos, por como te tomas las cosas, por como te las hacen tomar”, explica Marta. “Pero desde fuera, y quedándonos con los hechos concretos, es un crecimiento tremendo llevado por personas que no estaban preparadas para ello. Siempre he pensado que esto terminaría pasando algo así. Estás allí y ves como se hacen las cosas y piensas que no es sostenible“.
“bq era una empresa de amigos”
“bq era una empresa de amigos, con mucha ilusión y muchas ganas de hacer cosas pero sin el conocimiento necesario para lo rápido que se creció”, explica Pedro. Además, Gerardo apunta que “algunos de los departamentos, como desarrollo son completamente deficitarios”.
¿Cuál será el futuro de bq?
Supongo que si son capaces de aprender de la situación actual, podrán reconducir la situación. Todo depende de la situación económica actual. De todos modos, es obvio que tienen que cambiar la forma de actuar para que vuelvan a funcionar”, explica Marta.
“La información es falsa, es información sesgada con ánimo de hacer daño”
Desde bq remarcan que se trata de mentiras o medias verdades con interés de dañar a la empresa. “La información es falsa, es información sesgada con ánimo de hacer daño”, sentencia Alberto Méndez, CEO de la compañía. Las versiones de los trabajadores y de la empresa son radicalmente distintas, pero, como casi siempre el tiempo acabará por dictar sentencia y dirá qué versión es la auténtica.
Despidos de bq: ¿el Ícaro español?