Desde que conozco a la charnegada de Badalona y alrededores entiendo mejor a los indepes.

Y no, no lo comparto ni me he vuelto indepe. Pero hay una cosa envidente, a Cataluña lleg, a mediados del siglo pasado, además de gente honrada y trabajadora, lo peor de Andalucía, Murcia y Extremadura; toda la guano que no querían en su propia tierra. La cantidad de quinquis, jinchos y chonacas que se ve aquí por la calle no lo he visto en ningún otro lado. Ni en Murcia, ni en Valencia, ni en Andalucía, ni en Canarias, ni en ningún lugar que conozca de primera mano. Y después de haber visto esto, comprendo que algún catalán se considere superior a los que hablan en castellano.

Gente que parecen caricaturas por su forma de vestir, hablar y comportarse. Cuerpos llenos de tatuajes, gorras puestas del revés, camisetas de tirantes, cadenas de oro al cuello. Algunos son etnianos, pero la mayoría no tienen pinta de serlo, y tampoco son jovenlandeses aunque se corten el pelo igual. Pero lo peor no es su mal gusto, lo peor es que son gente mala. La mayoría de ellos vagos y ralea que vive de subvenciones y trapicheos, y que siempre andan buscando la manera de aprovecharse de los demás. Gente que no es de fiar y en cuanto pueden te la lían. Gente violenta y conflictiva; drojatictos, alcoholicos y clientes.

Al castella as al lenguatche Quin parla al servei noi!