Emilio Campmany
Al servicio de Rusia
Acabaremos volviendo a ver en la puerta de Alcalá el "Viva Rusia" del que supimos librarnos cuando era la URSS. Y quien lo colgará será Abascal.
07/3/2025 - 04:47
Santiago Abascal. | Cordon Press
Que el PSOE no tenga empacho en formar coalición con un partido a sueldo de una potencia extranjera no es cosa que sorprenda a nadie. No hay precio lo bastante alto que Sánchez no esté dispuesto a pagar por un último viaje en el Falcon. Lo sorprendente es que
un partido que se tiene por patriota se ponga a servir a una dictadura foránea. El caso de Vox, que pudo integrarse en el grupo de
Giorgia Meloni y sin embargo prefirió el de
Viktor Orban, lacayo de pilinguin, es más chocante. Rusia tiene intereses contrapuestos a los nuestros hasta el punto de ser, con permiso de jovenlandia,
nuestro mayor enemigo. Y no porque pretenda someter a toda Europa a su influencia, sino por
sus conexiones con el golpismo catalán.
Desde que supimos con certeza absoluta que Pablo González era un espía ruso, tuvimos la seguridad de que su abogado, Gonzalo Boye, también lo es. Y, si el letrado, redactor de la ley de Amnistía, está a órdenes de los rusos, será que asesora a los golpistas de Junts para que hagan lo que a Rusia interesa. Que los neoconvergentes estén dispuestos a obedecer órdenes de Moscú para destruir la unidad española no puede extrañar porque el objetivo es compartido. Lo que pasma es que Vox también lo esté a cambio de una propina más o menos generosa.
Ver archivo adjunto 2275087La trama rusa de Puigdemont: los contactos de su asesor áulico con empresarios, mafiosos y espías de pilinguinPablo Planas (Barcelona)
Se dirá que también
Sánchez ayuda a pilinguin comprándole más gas que nunca. Se alegará que el primer sostén de Puigdemont es el PSOE. Pero ya sabemos que Sánchez es un felón. En cambio, el partido de Santiago Abascal se proclama protector de los valores tradicionales patrios. No se trata de que
las políticas de Trump sean indefendibles, que lo son, sino que
perjudican a los intereses de España. Y lo hacen mucho más allá de los aranceles al campo español, ese que tanto dijo defender el jinete Abascal. Sirviendo a
Trump, amigo de jovenlandia y de sus ambiciones territoriales, y a
pilinguin, amigo del independentismo catalán, el vasco atenta contra la seguridad nacional de España. Que Sánchez y toda la izquierda también lo haga no es excusa.
Encima, el partido verde se desautoriza para estar en ningún Gobierno de coalición. Esto quiere decir que, si Vox no se pega en las próximas elecciones el batacazo que se merece, el proyecto de regeneración que representa el PP no podrá desarrollarse. Se sabe que los populares, por medrosos, se arrugan con facilidad, aunque haya excepciones. Pero eso es una cosa y otra muy diferente es
cobrar un salario de quien quiere destruir a España por acabar con la Unión Europea.
Vienen tiempos duros y difíciles. Y nos pilla con un desaprensivo al frente del Gobierno, aliado con comunistas que defienden políticas que favorecen a Moscú, con todos ellos dispuestos a entenderse con quienes trabajan para el Kremlin y disponemos, como única alternativa, de un partido liderado por torpes que han de apoyarse en otro al servicio del enemigo. Acabaremos
volviendo a ver en la puerta de Alcalá el "Viva Rusia" del que supimos librarnos cuando era la URSS.
Y quien lo colgará será Abascal.