La nocividad MASIVA (en caso de existir) de los judíos, jesuitas y masones, al igual que cualesquiera otros (en caso de existir) no reside en sus creencias, sino en su PODER MASIVO, esto es, en su PODER CONCENTRADO. Es decir, el problema reside en eso que todos los antijesuitas, antimasones y antijudíos están de acuerdo y en lo que coinciden con los jesuitas, con los judíos y con los masones: la existencia del PODER CONCENTRADO DEL ESTADO y la existencia del PODER CONCENTRADO DEL CAPITALISMO.
Los masones, jesuitas y judíos tienen el poder que tienen debido a su status, no por ser masones, jesuitas o judíos.
El alto mando militar, el alto funcionario, el alto dirigente político y el gran empresario que son masones, jesuitas o judíos tienen poder por ser
altos mandos militares, por ser altos funcionarios, por ser altos dirigentes políticos y por ser grandes empresarios, no por ser masones, jesuitas o judíos. Por tanto, es obvio que lo determinante es la existencia de dichos PODERES CONCENTRADOS. Pero los demenciados antijesuitas-antimasones-antijudíos (no muy diferentes, en esencia idénticos a los progres-demenciados-anti-nazis-antifascistas) creen en un supuesto e hipotético (e imposible) PODER CONCENTRADO BUENO. Así es el
infantilismo del urbanita derechohabiente bienestarizado.
Por lo demás, los 33 niveles de la masonería no son muy diferentes de los quizá 15 niveles que tiene el ESTADO en sus instituciones.
Todo en el ESTADO tiene ese diseño jerárquico-piramidal-estratificado, pero no debido a la masonería, sino debido a que el ESTADO surge de lo MILITAR (casta guerrera); el ESTADO es una creación militar con la que blindar a las
clases dominantes ante el PUEBLO y con miras imperialistas-expansionistas en su lucha contra otros ESTADOS, u otras fuerzas. La primera
clase dominante hace 5.000 años fue la propia CASTA GUERRERA (es obvio), la cual luego fue generando el resto de castas, hasta llegar, 5.000 años después, por ejemplo a la casta de millonarios capitalistas entre los que se encuentran Soros y Gates (y Trump, y otros muchos que se postulan como antimasones-antiglobalistas y cosas similares).
Todo en el ESTADO tiene diseño militar (no diseño jesuita-masón-judío): la educación, la sanidad, todo.
Un dato clarificador de la importancia del EJÉRCITO (cuya cúpula dicen los conspis que son poco menos que tarugos que sólo saben recibir órdenes desde el PODER OCULTO o desde la casta política dominada por el PODER OCULTO) es que, no casualmente, y para el caso concreto de lo que se conoce como España, desde el falso golpe de Estado del 23F de 1981, el ejército ha pasado de ser la institución peor valorada (con razón) por el PUEBLO, a ser la institución del ESTADO mejor valorada. Debe ser que sólo los masones-judíos-jesuitas están interesados en mejorar la imagen del ejército, y debe ser que el propio ejército no tiene ni esa ni ninguna otra intención ni agenda propias, sino que el alto mando militar se limita a hacer crucigramas mientras espera que le lleguen órdenes desde la masonería-****ría-jesuitería, o desde la casta política (también controlada por la masonería-****ría-jesuitería), o desde el Gran Capital Privado (también masón-judío-jesuita).
Si todo es masón-judío-jesuita, entonces todos somos un producto de la masonería-****ría-jesuitería. Si no hay nada diferente de la masonería-****ría-jesuitería, no podemos señalarla como algo diferente a nosotros, por tanto, tampoco diferente o enfrentado a los
conspiracionistas.
Sí, según la propia cosmovisión y planteamientos de los
conspiracionistas, ellos mismos son masones-jesuitas-judíos o un producto de la masonería-****ría-jesuitería.