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Filósofo caribeño
Gaza mosques to Jerusalem synagogues: A radical Islamist's journey to Judaism
Almost nothing in the appearance of Yaron Avraham, a religious Jew, can provide any hint of his past life and horrible childhood experiences.
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Desde las mezquitas de Gaza hasta las sinagogas de Jerusalén: el viaje de un islamista radical al judaísmo
Por OHAD MERLIN Publicado: 12 DE JUNIO DE 2024 07:40
Casi nada en la apariencia de Yaron Avraham, un judío religioso, puede proporcionar algún indicio de su vida pasada y sus horribles experiencias infantiles.
"Lamento todo el desorden, he estado ocupado montando mi nuevo restaurante, un sueño hecho realidad", dijo Yaron Avraham, de 46 años, sonriendo a modo de disculpa mientras hablaba con The Jerusalem Post . Casi nada en la apariencia de Avraham, un judío religioso, puede proporcionar algún indicio de su vida pasada y sus horribles experiencias infantiles.Avraham nació en Lod en una familia radical afiliada al Movimiento Islámico de Israel , el duodécimo hijo de un hogar de 18 personas. “Normalmente comenzamos a observar algunos de los mandamientos fiel a la religión del amores a la edad de siete años. Fue entonces cuando me enviaron a las mezquitas por primera vez, aspirando a ser un hombre religioso y piadoso. Me despertaba a las 5:30 am”, recordó.
Sin embargo, al crecer en un barrio azotado por la pobreza, también estuvo expuesto a la delincuencia desde muy joven. “Recuerdo que terminé mis estudios alrededor de las 3 de la tarde y me encontré caminando con una mochila llena de drojas para distribuir entre las direcciones que tenía”.
El narcotráfico no fue el único tipo de delito al que estuvo expuesto. “En nuestra cultura, el honor familiar es de suma importancia. No es una cuestión religiosa sino cultural, con el valor de preservar el honor de la familia, a veces incluso pasando por alto algunos mandamientos religiosos, especialmente cuando se trata de las mujeres, algo que al mundo occidental le resultaría difícil comprender”, explicó.
"Las mujeres deben defender el 'honor de la familia' obedeciendo esencialmente todo lo que los hombres les dicen, incluido cómo y cuándo salir de casa, cómo vestirse, si abrir una cuenta bancaria y obtener una licencia de conducir, etc.", dijo.
“Tenía una hermana mayor, Sarah. Ella estaba en el grado 11, entre 17 y 18 años, cuando yo tenía nueve. Mi hermano mayor, un traficante de drojas cruel y despiadado, aunque piadoso en su forma de vida, se acercó a Sarah un día y le informó que no podía salir de casa sin su consentimiento. Ni para encontrarse con amigos, ni para ir a la escuela; tenía que obtener su permiso para todo.
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