TYRELL
Madmaxista
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ENRIC SOPENA
¿De la rebelión cívica a la rebelión castrense?
Estos estrategas de Aznar, que firman en Libertad Digital -el diario electrónico de don Federico-, como GEES, son patriotas de los de bandera y lengua común. También son liberales, afirman, mientras sueñan con la teoría neocon de George W. Bush, su ídolo y su referente. Pero son, sobre todo, carpetovetónicos y, lo que es peor, peligrosos.
Como Aznar, que defiende la derecha sin complejos –o sea, la derecha extrema-, los bardajíes que integran la GEES no se paran en mientes a la hora de cargar contra el Gobierno Zapatero. Utilizan todos los instrumentos a su alcance porque, en verdad, lo único que les motiva es recuperar el poder político a cualquier precio.
El cortejo de las falsedades
Cuando toca criticar la lucha contra el terrorismo de Zapatero, nada les impide introducirse y hurgar en ese ámbito, sumándose así al cortejo de las falsedades que repite -sin pausa alguna- el citado don Federico. Lo mismo ha sucedido y sigue ocurriendo con el España se rompe y algunas que otras necedades.
Un salto perverso
Ahora, han dado un paso al frente, un salto maligno y, en este país, un salto singularmente perverso. Desde que fue nombrada Carme Chacón ministra de Defensa, el referido brazo intelectual del aznarismo se ha lanzado contra ella. No soportan que sea mujer, que sea catalana socialista y que, al ser designada máxima responsable de los militares españoles, estuviera embarazada.
Profesionales del catastrofismo
Profesionales del catastrofismo, sumos sacerdotes de todas las desgracias habidas y por haber, profetas apocalípticos: todo va mal y a este paso pronto todo irá peor, de modo que apenas nada quedará de nuestra España; cañí por supuesto. Tenía razón su actual amigo Losantos cuando escribió hace más de treinta años Lo que queda de España. Fue un aviso que, según el patriotismo rancio, se puede cumplir de un momento a otro.
Desprecio a los mandos supremos
De la crítica trilera respecto a Chacón han pasado a mayores. La nueva cúpula militar les ha sacado de quicio. En su artículo –reproducido parcialmente en El Plural- muestran desprecio por los actuales mandos supremos del Ejército, designados por la ministra. Creían los heroicos patriotas del aznarismo –machotes ellos- que Chacón iba a ejercer de ministra florero y que no se atrevería a formar su propio equipo.
Malvado invento
Están que trinan y envían mensajes, o avisos para navegantes, de una inquietante gravedad. Piden a los militares que se opongan a los designios de la ministra. Les gusta tanto eso de la rebelión cívica –aquel malvado invento de unos cuantos irresponsables- que atizan los del GEES el fuego, a ver si hay suerte y se monta una especie de rebelión castrense. Sólo jugar con fuego respecto a los uniformados es –en todas partes pero más en España por razones obvias- una vileza intolerable.
Obediencia
A los jefes nombrados por la ministra los denigran por su “debilidad y obediencia”, como si la obediencia no fuera una de las principales virtudes militares. Y la causa, según los bardajíes por la que algunos “se han quedado en la estacada” es por su españolidad y su religiosidad. Dicho de otro modo: “Por ser demasiado militares”.
Otra perfidia
“Si se han atrevido con España, ¿por qué iban a pensar los militares que no se atreverían con ellos”, afirman estos cerebros de FAES. Otra perfidia más. La legítima capacidad de un ministro o ministra para rodarse de los colaboradores que crea más pertinentes, tras*formada en una ofensa. Que empezó con España y continúa con su Ejército. Por cierto, ¿qué dirán estos partidarios de los “demasiado militares” del propósito de Chacón de acabar con las bombas de racimo? Estamos expectantes aguardando un graznido más de tales patriotas.
elplural.com - PERIÓDICO DIGITAL PROGRESISTA
¿De la rebelión cívica a la rebelión castrense?
Estos estrategas de Aznar, que firman en Libertad Digital -el diario electrónico de don Federico-, como GEES, son patriotas de los de bandera y lengua común. También son liberales, afirman, mientras sueñan con la teoría neocon de George W. Bush, su ídolo y su referente. Pero son, sobre todo, carpetovetónicos y, lo que es peor, peligrosos.
Como Aznar, que defiende la derecha sin complejos –o sea, la derecha extrema-, los bardajíes que integran la GEES no se paran en mientes a la hora de cargar contra el Gobierno Zapatero. Utilizan todos los instrumentos a su alcance porque, en verdad, lo único que les motiva es recuperar el poder político a cualquier precio.
El cortejo de las falsedades
Cuando toca criticar la lucha contra el terrorismo de Zapatero, nada les impide introducirse y hurgar en ese ámbito, sumándose así al cortejo de las falsedades que repite -sin pausa alguna- el citado don Federico. Lo mismo ha sucedido y sigue ocurriendo con el España se rompe y algunas que otras necedades.
Un salto perverso
Ahora, han dado un paso al frente, un salto maligno y, en este país, un salto singularmente perverso. Desde que fue nombrada Carme Chacón ministra de Defensa, el referido brazo intelectual del aznarismo se ha lanzado contra ella. No soportan que sea mujer, que sea catalana socialista y que, al ser designada máxima responsable de los militares españoles, estuviera embarazada.
Profesionales del catastrofismo
Profesionales del catastrofismo, sumos sacerdotes de todas las desgracias habidas y por haber, profetas apocalípticos: todo va mal y a este paso pronto todo irá peor, de modo que apenas nada quedará de nuestra España; cañí por supuesto. Tenía razón su actual amigo Losantos cuando escribió hace más de treinta años Lo que queda de España. Fue un aviso que, según el patriotismo rancio, se puede cumplir de un momento a otro.
Desprecio a los mandos supremos
De la crítica trilera respecto a Chacón han pasado a mayores. La nueva cúpula militar les ha sacado de quicio. En su artículo –reproducido parcialmente en El Plural- muestran desprecio por los actuales mandos supremos del Ejército, designados por la ministra. Creían los heroicos patriotas del aznarismo –machotes ellos- que Chacón iba a ejercer de ministra florero y que no se atrevería a formar su propio equipo.
Malvado invento
Están que trinan y envían mensajes, o avisos para navegantes, de una inquietante gravedad. Piden a los militares que se opongan a los designios de la ministra. Les gusta tanto eso de la rebelión cívica –aquel malvado invento de unos cuantos irresponsables- que atizan los del GEES el fuego, a ver si hay suerte y se monta una especie de rebelión castrense. Sólo jugar con fuego respecto a los uniformados es –en todas partes pero más en España por razones obvias- una vileza intolerable.
Obediencia
A los jefes nombrados por la ministra los denigran por su “debilidad y obediencia”, como si la obediencia no fuera una de las principales virtudes militares. Y la causa, según los bardajíes por la que algunos “se han quedado en la estacada” es por su españolidad y su religiosidad. Dicho de otro modo: “Por ser demasiado militares”.
Otra perfidia
“Si se han atrevido con España, ¿por qué iban a pensar los militares que no se atreverían con ellos”, afirman estos cerebros de FAES. Otra perfidia más. La legítima capacidad de un ministro o ministra para rodarse de los colaboradores que crea más pertinentes, tras*formada en una ofensa. Que empezó con España y continúa con su Ejército. Por cierto, ¿qué dirán estos partidarios de los “demasiado militares” del propósito de Chacón de acabar con las bombas de racimo? Estamos expectantes aguardando un graznido más de tales patriotas.
elplural.com - PERIÓDICO DIGITAL PROGRESISTA