M. Priede
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Se queja David Jiménez Torres de que los golpistas están quedando por buenos y los contrarios por malos:
La primera premisa falsa es la suya, ya que califica el 23-f como "el último espasmo del antiguo régimen". Ni Milans del Bosch ni Armada eran franquistas sino monárquicos, procedentes de familias de larga tradición monárquica. El golpe se dio con autorización de Juan Carlos para reconducir una situación, esta sí espasmódica: el gobierno de Suárez y el temor a la deriva del régimen autonómico, más el terrorismo con apoyo de Francia. Pero ni de lo uno, y sobre todo de nuestro amigo francés, se habla nunca, y mucho menos desde el 11-m.
¿Pero leyó a su padre? Se cumple ahora cuarenta años de su secuestro, que acabó con él amarrado a un árbol y recibiendo un tiro en la pierna. Yo, a finales de los años 70, ya sufría viendo la indiferencia de la gente. Era comunista pero me sentía español, y veía en mi tierra cómo la izquierda se inventaba la nación asturiana sin que nadie hiciera nada. Sufría con 18 años como un poco agraciado esperando una herencia -y en ello sigo- mientras veía agitar una bandera que conocíamos en Asturias media docena de personas y que nunca nadie esgrimió porque ni sabían de su existencia. No estaba prohibida -ondeaba en lo alto del edificio de la Caja de Ahorros de Asturias junto con la española y la de Oviedo, en la Plaza de la Escandalera- pero nadie sabía qué representaba. Me lo explicó mi hermano mayor allá por el 73. Cuando llegó la democracia y la gente necesitó de una patria y no la encontraba, debido a los inútiles franquistas incapaces de explicar qué era el nacionalismo vasco y catalán, porque lo de ETA era cosa de comunistas ateos, no de jesuitas ni de la 'gente de bien', 'de muy buena familia', vi cómo los más ignorantes la esgrimían de estandarte. "Son tantas las mentiras y payasadas que acabará en tragedia", pensé. Cuarenta años después están a punto de hacer oficial la lengua que entonces se inventaron, que yo mismo vi cómo la inventaban.
Ya entonces su padre escribía de lo que estaba sucediendo y de lo que estaba por venir, justo lo que estamos viendo ahora, por eso atentaron contra él; y catorce años después, en 1995, publicó Lo que queda de España: con un prólogo sentimental y un epílogo balcánico. ¿Alguien se percató? Poquísimos, es un país de beatos; tienen fe, cualquiera que sea, y nada más. El mismo Amando de Miguel, que compartía tertulia con él en la COPE, le dijo que lo del epílogo era "un exceso"; me acuerdo muy bien. Con dos huevones, y eso que tuvo que irse de Barcelona por firmar https://es.wikipedia.org/wiki/Manifiesto_de_los_2.300. Bueno, pues veinte años después de acabado el siglo XX, Jiménez Torres amandea en lugar de leer a su padre, o de releer, porque está claro que en la primera lectura no entendió el problema, y si no, ¿cómo le puede tomar por sorpresa lo del 'Procés'?
Es imposible encontrar una explicación cuando se prescinde de los hechos más elementales del pasado y del presente. Se dice que quien no conoce el pasado no puede explicar el presente, y es cierto, pero hoy en día, y gracias a internet, tan válido como eso es lo contrario: NO SE ENTIENDE EL PASADO SIN ENTENDER EL PRESENTE. Atender a los hechos presentes y buscar su causa no necesariamente te lleva al pasado, aunque es cierto que nada surge espontáneamente y puede haber conexiones con el pasado, pero no todos los hechos se explican desde ese pasado, puesto que en el pasado encontramos a muchos actores del presente (sin los nuevos que han aparecido y que no están en los archivos) aunque participando en hechos causados por razones que no son las de hoy, y de ahí el defecto de tantos historiadores -y por eso mismo son tan pésimos analistas políticos-, que nada es verdad para ellos si no está en los archivos, cuando resulta que la actualidad no está en los archivos sino en los medios y en la calle, ante nuestros ojos, y de ahí también que no presten atención a los nuevos acontecimientos (crisis energética, crisis financiera, etc) y busquen razones puramente ideológicas (la culpa es de los comunistas, o de las fascistas), lo cual les viene de perlas a todos los poderes fácticos que gobiernan el presente.
EL PASADO EXPLICA EL PRESENTE, PERO CUANDO EL PASADO NO LOGRA DAR EXPLICACIÓN TOTAL DEL PRESENTE, Y SOBRE TODO CUANDO EL PASADO TIENE LAGUNAS DE LAS QUE NUNCA SE HABLA, POR EJEMPLO EL TERRORISMO, SE DEBE DAR LA VUELTA, EXPLICANDO EL PASADO DESDE EL ESTUDIO DEL PRESENTE.
LA EXPLICACIÓN A LA CRISIS FINANCIERA ACTUAL, Y LA DE 2008, EXPLICA A SU VEZ LAS CRISIS FINANCIERAS DEL PASADO, QUE SE PARECEN COMO GOTAS DE AGUA, ORIGINADAS SIEMPRE POR EXPANSIONES CREDITICIAS INTENCIONADAS CON CONSECUENCIAS SIMILARES, O LOS ATENTADOS DE FALSA BANDERA, TERRORISMO, LOS MAGNICIDIOS, LA MANIPULACIÓN ELECTORAL, LOS INTERESES EMPRESARIALES DETRÁS DE LAS IDEOLOGÍAS Y LA MANIPULACIÓN INFORMATIVA, EL CRIMEN E INCLUSO LAS GUERRAS; "EL HIMALAYA DE MENTIRAS" QUE DENUNCIÓ BESTEIRO EN 1935, HOY NO ES OBRA DEL PSOE SINO DE LOS EMPRESARIOS DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN, QUE NADA TIENEN DE COMUNISTAS NI DE REVOLUCIONARIOS, POR MÁS QUE LOS LIBERALES, COMO LOS FRANQUISTAS EN SU DÍA, CULPEN DE TODO A LOS COMUNISTAS.
Lo del butifarréndum no fue sólo un asunto ideológico sino sobre todo obra de los empresarios y banqueros catalanes que apostaron por esa deriva. Querían, y quieren, un territorio sin inspección fiscal semejante al de Navarra y País Vasco, un paisito a su medida, pero resulta que ya era tarde para negociar pistola en mano como los vascos, así que lanzaron 'el Procés'.
ponsatí ibamos de farol - Buscar con Google
Uno de los bastiones más poderosos de esos empresarios es la familia Lara, que lleva jugando a la fruta y la Ramoneta desde sus orígenes; ya con el patriarca, que entró en Barcelona con la Legión. Se aprovechó de su amistad con Franco para editar libros de comunistas como Vázquez Montalbán. Copió de la escuela del conde de Godó, el de La Vanguardia 'Española', hoy portavoz de los separatistas. Actualmente esa familia, Lara, es propietaria de la cadena que está lavando la imagen de los golpistas y ensuciando las de aquellos que se opusieron, que fue la gente común, no los políticos.
La misma familia que edita a Jiménez Losantos (Editorial Espasa)
Vuelta la burra al trigo o "La vuelta del comunismo", 'nuevo' libro de Jiménez Losantos. ¿No se cansa?
El viacrucis de Federico Jiménez Losantos
Y a su hijo Jiménez Torres (Editorial Deusto)
TODAS ESTAS EDITORIALES, MÁS MULTITUD DE MEDIOS, QUE INCLUYEN CADENAS DE TELEVISIÓN Y EMISORAS DE RADIO DE 'IZQUIERDA' Y 'DERECHA', CONTROLA ESA FAMILIA.
EL PODER QUE POLANCO TUVO EN SU DÍA, Y AL QUE TANTO CRITICÓ FJL, NO ERA NADA AL LADO DE ESTA MAFIA. El repruebo a todo el que critique a la izquierda y los separatistas no existiría de no ser por esa familia. Aquí tenéis las editoriales del Grupo.
Grupo Planeta - Wikipedia, la enciclopedia libre
Pero claro, atacar a la familia Lara te coloca de paria; olvídate de editar libros y de que El Confidencial te entreviste.
Estamos peor que nunca antes, con los enemigos internos apoyados por los externos, que encima no se cortan ni un pelo, y ahí está el apoyo de toda al angloesfera e Israel a los separatistas catalanes, incluso a jovenlandia. Qué decir de los "presos políticos", porque como presos políticos los tratan en Francia, Alemania, Suiza, Bélgica, Inglaterra; no es Rusia quien los asila, como a los de Dolça les gusta creer, cuando critican a pilinguin por llamarle la atención a Borrell después de que el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia le dijera que mejor se metía en los asuntos de España en lugar de ocuparse de un impostor como Navalny.
Que nadie confíe en que esta gente, padres, hijos y espíritus santos de la derecha (no digamos de la izquierda) ponga neցro sobre blanco quiénes son los interesados en la destrucción de España. "Perded toda esperanza", que escribía el Dante en las puertas del Infierno.
Área privada EC Exclusivo
David Jiménez, autor de '2017'
"Se está perdiendo la batalla por el relato de lo sucedido en Cataluña en 2017"
El historiador David Jiménez Torres publica '2017. La crisis que cambió España', un valioso ensayo sobre la manera en que la crisis catalana ha trastocado el futuro de todo el país
Imagen: Aida Prados/EC
Ramón González Férriz
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Tiempo de lectura11 min
06/02/2021 20:00 - Actualizado: 06/02/2021 20:51
El historiador y profesor de la Universidad Complutense David Jiménez Torres (Madrid, 1986) acaba de publicar un ensayo brillante: '2017. La crisis que cambió España' (Deusto). En él, analiza los hechos que rodearon el referéndum de independencia ilegal que se celebró en Cataluña en octubre de ese año, pero también los acontecimientos y el clima intelectual y político que llevaron hasta él, y las consecuencias que tendrá en la España de las próximas décadas. Uno de sus argumentos es que, durante décadas, muchos españoles confiaron en que la Constitución de 1978 satisfaría las ambiciones de los nacionalistas o que, en todo caso, estos nunca se atreverían a romper el acuerdo constitucional y a provocar una crisis mayúscula en la convivencia. Pero sucedió. Y Jiménez sostiene que eso no solo suscitó el clima político en el que vivimos actualmente, sino que la crisis no ha terminado y marcará buena parte de la vida de su generación.
Portada del libro. (Deusto)
Pregunta. Arranca el libro de una manera osada. Comparando el trauma que a la larga significará lo sucedido en 2017 con lo que sucedió en 1898, el año en que España perdió lo poco que le quedaba de imperio.
Respuesta. Soy consciente de que la comparación puede llevar a equívocos y tener connotaciones indeseables. Evidentemente, no la utilizo con la connotación de pérdida de imperio, ni de derrota militar. Pero es el ejemplo que más hemos aceptado de un año que supone una quiebra tanto intelectual como política o institucional. Porque en realidad es una fecha ambigua, las consecuencias políticas del 98 fueron muy modestas, el sistema siguió dando trompicones durante mucho tiempo, e incluso hay argumentos poderosos para decir que en 1902, cuando Alfonso XIII accede al trono, el sistema está más consolidado que nunca. Pero ese año actúa como esa noción del psicoanálisis: lo reprimido. El trauma queda ahí y se sigue manifestando hasta que el sujeto tiene que enfrentarse a él. Es un año cuya onda expansiva se va a ir manifestando no solo en la propia estabilidad del sistema sino también en nuestra propia idea acerca del sistema.
P. Cree que 2017, al año del referéndum ilegal, la huida de Puigdemont y el 155 tendrán un efecto a largo plazo análogo. En parte, dice, porque ese año se rompe lo que usted llama "la Premisa": la idea de que, por mucho ruido que hicieran los nacionalistas catalanes y vascos, estos nunca iban a atreverse a desbordar el marco constitucional, y de que en el fondo este había satisfecho buena parte de sus exigencias, por mucho, insisto, en que dijeran que no era así.
R. La razón por la que me fijo en 2017 es que es el momento en el que se produce una crisis constitucional en España. Es un tiempo muy breve, entre septiembre y octubre, entre la aprobación de las leyes de tras*ición en el Parlament de Cataluña y el establecimiento del 155, que es el momento en el que se restablece el orden constitucional. Oficialmente, es una crisis muy breve. Pero luego está todo lo demás que reconocemos como extraordinariamente importante: en las mentalidades, en las actitudes, en los procesos. Y, en ese sentido, es una crisis mucho más larga. La podemos extender hasta la moción de censura del verano de 2018 o mucho más allá. Yo creo que sigue abierta. Solo que ahora con sordina y solapada con otra gran crisis, la de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo. Pero si le preguntaras a alguien ahora cuál es el horizonte para el problema catalán, nadie te diría que está cerrado. Puigdemont sigue fugado de la justicia y en algún momento eso acabará en algo. El pretendiente carlista o intentará volver o los suyos le abandonarán. Hemos aceptado una excepcionalidad que en realidad es una muestra de que esto no está cerrado. Hay centenares de miles de catalanes que realmente creen que la legitimidad está en Waterloo y no en Sant Jaume.
"Yo separo el pacto del 78 de lo que llamo la Premisa. Tienen un nacimiento contemporáneo. Son gemelos. El pacto del 78 me parece mucho más sólido que la Premisa, que en realidad siempre fue una creencia muy vaporosa y además un poco… [Jiménez hace una larga pausa, pensando] Era un gran acto de fe en que ellos nunca lo intentarán. La Premisa te dice: nunca tendrás que defender esta democracia porque la democracia por sí sola se va a volver inatacable y nunca la querrán atacar desde dentro, sobre todo después del 23 F, el último espasmo del antiguo régimen. Por eso creo que podemos reivindicar el legado del 78 entendiendo, al mismo tiempo, que la manera en que ha operado en la práctica en los ochenta, los noventa y los 2000 se ha basado en algunas premisas falsas".
La primera premisa falsa es la suya, ya que califica el 23-f como "el último espasmo del antiguo régimen". Ni Milans del Bosch ni Armada eran franquistas sino monárquicos, procedentes de familias de larga tradición monárquica. El golpe se dio con autorización de Juan Carlos para reconducir una situación, esta sí espasmódica: el gobierno de Suárez y el temor a la deriva del régimen autonómico, más el terrorismo con apoyo de Francia. Pero ni de lo uno, y sobre todo de nuestro amigo francés, se habla nunca, y mucho menos desde el 11-m.
"Leímos mal lo que era el nacionalismo. Pensamos que el nacionalismo era una herencia de un mundo anterior y que de una manera inexorable iba a superarse, que era cuestión de tiempo. Por eso también había cierta permisividad hacia los excesos de Pujol y posteriormente de Esquerra, con la idea de que si sosteníamos el sistema y los desinflamábamos, esto se irá deshaciendo por sí solo"
¿Pero leyó a su padre? Se cumple ahora cuarenta años de su secuestro, que acabó con él amarrado a un árbol y recibiendo un tiro en la pierna. Yo, a finales de los años 70, ya sufría viendo la indiferencia de la gente. Era comunista pero me sentía español, y veía en mi tierra cómo la izquierda se inventaba la nación asturiana sin que nadie hiciera nada. Sufría con 18 años como un poco agraciado esperando una herencia -y en ello sigo- mientras veía agitar una bandera que conocíamos en Asturias media docena de personas y que nunca nadie esgrimió porque ni sabían de su existencia. No estaba prohibida -ondeaba en lo alto del edificio de la Caja de Ahorros de Asturias junto con la española y la de Oviedo, en la Plaza de la Escandalera- pero nadie sabía qué representaba. Me lo explicó mi hermano mayor allá por el 73. Cuando llegó la democracia y la gente necesitó de una patria y no la encontraba, debido a los inútiles franquistas incapaces de explicar qué era el nacionalismo vasco y catalán, porque lo de ETA era cosa de comunistas ateos, no de jesuitas ni de la 'gente de bien', 'de muy buena familia', vi cómo los más ignorantes la esgrimían de estandarte. "Son tantas las mentiras y payasadas que acabará en tragedia", pensé. Cuarenta años después están a punto de hacer oficial la lengua que entonces se inventaron, que yo mismo vi cómo la inventaban.
Ya entonces su padre escribía de lo que estaba sucediendo y de lo que estaba por venir, justo lo que estamos viendo ahora, por eso atentaron contra él; y catorce años después, en 1995, publicó Lo que queda de España: con un prólogo sentimental y un epílogo balcánico. ¿Alguien se percató? Poquísimos, es un país de beatos; tienen fe, cualquiera que sea, y nada más. El mismo Amando de Miguel, que compartía tertulia con él en la COPE, le dijo que lo del epílogo era "un exceso"; me acuerdo muy bien. Con dos huevones, y eso que tuvo que irse de Barcelona por firmar https://es.wikipedia.org/wiki/Manifiesto_de_los_2.300. Bueno, pues veinte años después de acabado el siglo XX, Jiménez Torres amandea en lugar de leer a su padre, o de releer, porque está claro que en la primera lectura no entendió el problema, y si no, ¿cómo le puede tomar por sorpresa lo del 'Procés'?
"El discurso tras*versal en Cataluña es que quizá lo de 2017 fue un poco excesivo, pero que lo realmente condenable fue la represión posterior. No, es que en la catarsis de 2017 se demostró la absoluta bancarrota de los partidos"
Es imposible encontrar una explicación cuando se prescinde de los hechos más elementales del pasado y del presente. Se dice que quien no conoce el pasado no puede explicar el presente, y es cierto, pero hoy en día, y gracias a internet, tan válido como eso es lo contrario: NO SE ENTIENDE EL PASADO SIN ENTENDER EL PRESENTE. Atender a los hechos presentes y buscar su causa no necesariamente te lleva al pasado, aunque es cierto que nada surge espontáneamente y puede haber conexiones con el pasado, pero no todos los hechos se explican desde ese pasado, puesto que en el pasado encontramos a muchos actores del presente (sin los nuevos que han aparecido y que no están en los archivos) aunque participando en hechos causados por razones que no son las de hoy, y de ahí el defecto de tantos historiadores -y por eso mismo son tan pésimos analistas políticos-, que nada es verdad para ellos si no está en los archivos, cuando resulta que la actualidad no está en los archivos sino en los medios y en la calle, ante nuestros ojos, y de ahí también que no presten atención a los nuevos acontecimientos (crisis energética, crisis financiera, etc) y busquen razones puramente ideológicas (la culpa es de los comunistas, o de las fascistas), lo cual les viene de perlas a todos los poderes fácticos que gobiernan el presente.
EL PASADO EXPLICA EL PRESENTE, PERO CUANDO EL PASADO NO LOGRA DAR EXPLICACIÓN TOTAL DEL PRESENTE, Y SOBRE TODO CUANDO EL PASADO TIENE LAGUNAS DE LAS QUE NUNCA SE HABLA, POR EJEMPLO EL TERRORISMO, SE DEBE DAR LA VUELTA, EXPLICANDO EL PASADO DESDE EL ESTUDIO DEL PRESENTE.
LA EXPLICACIÓN A LA CRISIS FINANCIERA ACTUAL, Y LA DE 2008, EXPLICA A SU VEZ LAS CRISIS FINANCIERAS DEL PASADO, QUE SE PARECEN COMO GOTAS DE AGUA, ORIGINADAS SIEMPRE POR EXPANSIONES CREDITICIAS INTENCIONADAS CON CONSECUENCIAS SIMILARES, O LOS ATENTADOS DE FALSA BANDERA, TERRORISMO, LOS MAGNICIDIOS, LA MANIPULACIÓN ELECTORAL, LOS INTERESES EMPRESARIALES DETRÁS DE LAS IDEOLOGÍAS Y LA MANIPULACIÓN INFORMATIVA, EL CRIMEN E INCLUSO LAS GUERRAS; "EL HIMALAYA DE MENTIRAS" QUE DENUNCIÓ BESTEIRO EN 1935, HOY NO ES OBRA DEL PSOE SINO DE LOS EMPRESARIOS DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN, QUE NADA TIENEN DE COMUNISTAS NI DE REVOLUCIONARIOS, POR MÁS QUE LOS LIBERALES, COMO LOS FRANQUISTAS EN SU DÍA, CULPEN DE TODO A LOS COMUNISTAS.
Lo del butifarréndum no fue sólo un asunto ideológico sino sobre todo obra de los empresarios y banqueros catalanes que apostaron por esa deriva. Querían, y quieren, un territorio sin inspección fiscal semejante al de Navarra y País Vasco, un paisito a su medida, pero resulta que ya era tarde para negociar pistola en mano como los vascos, así que lanzaron 'el Procés'.
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Uno de los bastiones más poderosos de esos empresarios es la familia Lara, que lleva jugando a la fruta y la Ramoneta desde sus orígenes; ya con el patriarca, que entró en Barcelona con la Legión. Se aprovechó de su amistad con Franco para editar libros de comunistas como Vázquez Montalbán. Copió de la escuela del conde de Godó, el de La Vanguardia 'Española', hoy portavoz de los separatistas. Actualmente esa familia, Lara, es propietaria de la cadena que está lavando la imagen de los golpistas y ensuciando las de aquellos que se opusieron, que fue la gente común, no los políticos.
La misma familia que edita a Jiménez Losantos (Editorial Espasa)
Vuelta la burra al trigo o "La vuelta del comunismo", 'nuevo' libro de Jiménez Losantos. ¿No se cansa?
El viacrucis de Federico Jiménez Losantos
Y a su hijo Jiménez Torres (Editorial Deusto)
TODAS ESTAS EDITORIALES, MÁS MULTITUD DE MEDIOS, QUE INCLUYEN CADENAS DE TELEVISIÓN Y EMISORAS DE RADIO DE 'IZQUIERDA' Y 'DERECHA', CONTROLA ESA FAMILIA.
EL PODER QUE POLANCO TUVO EN SU DÍA, Y AL QUE TANTO CRITICÓ FJL, NO ERA NADA AL LADO DE ESTA MAFIA. El repruebo a todo el que critique a la izquierda y los separatistas no existiría de no ser por esa familia. Aquí tenéis las editoriales del Grupo.
Grupo Planeta - Wikipedia, la enciclopedia libre
Pero claro, atacar a la familia Lara te coloca de paria; olvídate de editar libros y de que El Confidencial te entreviste.
Estamos peor que nunca antes, con los enemigos internos apoyados por los externos, que encima no se cortan ni un pelo, y ahí está el apoyo de toda al angloesfera e Israel a los separatistas catalanes, incluso a jovenlandia. Qué decir de los "presos políticos", porque como presos políticos los tratan en Francia, Alemania, Suiza, Bélgica, Inglaterra; no es Rusia quien los asila, como a los de Dolça les gusta creer, cuando critican a pilinguin por llamarle la atención a Borrell después de que el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia le dijera que mejor se metía en los asuntos de España en lugar de ocuparse de un impostor como Navalny.
Que nadie confíe en que esta gente, padres, hijos y espíritus santos de la derecha (no digamos de la izquierda) ponga neցro sobre blanco quiénes son los interesados en la destrucción de España. "Perded toda esperanza", que escribía el Dante en las puertas del Infierno.
Área privada EC Exclusivo
David Jiménez, autor de '2017'
"Se está perdiendo la batalla por el relato de lo sucedido en Cataluña en 2017"
El historiador David Jiménez Torres publica '2017. La crisis que cambió España', un valioso ensayo sobre la manera en que la crisis catalana ha trastocado el futuro de todo el país
Ramón González Férriz
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Tiempo de lectura11 min
06/02/2021 20:00 - Actualizado: 06/02/2021 20:51
El historiador y profesor de la Universidad Complutense David Jiménez Torres (Madrid, 1986) acaba de publicar un ensayo brillante: '2017. La crisis que cambió España' (Deusto). En él, analiza los hechos que rodearon el referéndum de independencia ilegal que se celebró en Cataluña en octubre de ese año, pero también los acontecimientos y el clima intelectual y político que llevaron hasta él, y las consecuencias que tendrá en la España de las próximas décadas. Uno de sus argumentos es que, durante décadas, muchos españoles confiaron en que la Constitución de 1978 satisfaría las ambiciones de los nacionalistas o que, en todo caso, estos nunca se atreverían a romper el acuerdo constitucional y a provocar una crisis mayúscula en la convivencia. Pero sucedió. Y Jiménez sostiene que eso no solo suscitó el clima político en el que vivimos actualmente, sino que la crisis no ha terminado y marcará buena parte de la vida de su generación.
Portada del libro. (Deusto)
Pregunta. Arranca el libro de una manera osada. Comparando el trauma que a la larga significará lo sucedido en 2017 con lo que sucedió en 1898, el año en que España perdió lo poco que le quedaba de imperio.
Respuesta. Soy consciente de que la comparación puede llevar a equívocos y tener connotaciones indeseables. Evidentemente, no la utilizo con la connotación de pérdida de imperio, ni de derrota militar. Pero es el ejemplo que más hemos aceptado de un año que supone una quiebra tanto intelectual como política o institucional. Porque en realidad es una fecha ambigua, las consecuencias políticas del 98 fueron muy modestas, el sistema siguió dando trompicones durante mucho tiempo, e incluso hay argumentos poderosos para decir que en 1902, cuando Alfonso XIII accede al trono, el sistema está más consolidado que nunca. Pero ese año actúa como esa noción del psicoanálisis: lo reprimido. El trauma queda ahí y se sigue manifestando hasta que el sujeto tiene que enfrentarse a él. Es un año cuya onda expansiva se va a ir manifestando no solo en la propia estabilidad del sistema sino también en nuestra propia idea acerca del sistema.
P. Cree que 2017, al año del referéndum ilegal, la huida de Puigdemont y el 155 tendrán un efecto a largo plazo análogo. En parte, dice, porque ese año se rompe lo que usted llama "la Premisa": la idea de que, por mucho ruido que hicieran los nacionalistas catalanes y vascos, estos nunca iban a atreverse a desbordar el marco constitucional, y de que en el fondo este había satisfecho buena parte de sus exigencias, por mucho, insisto, en que dijeran que no era así.
R. La razón por la que me fijo en 2017 es que es el momento en el que se produce una crisis constitucional en España. Es un tiempo muy breve, entre septiembre y octubre, entre la aprobación de las leyes de tras*ición en el Parlament de Cataluña y el establecimiento del 155, que es el momento en el que se restablece el orden constitucional. Oficialmente, es una crisis muy breve. Pero luego está todo lo demás que reconocemos como extraordinariamente importante: en las mentalidades, en las actitudes, en los procesos. Y, en ese sentido, es una crisis mucho más larga. La podemos extender hasta la moción de censura del verano de 2018 o mucho más allá. Yo creo que sigue abierta. Solo que ahora con sordina y solapada con otra gran crisis, la de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo. Pero si le preguntaras a alguien ahora cuál es el horizonte para el problema catalán, nadie te diría que está cerrado. Puigdemont sigue fugado de la justicia y en algún momento eso acabará en algo. El pretendiente carlista o intentará volver o los suyos le abandonarán. Hemos aceptado una excepcionalidad que en realidad es una muestra de que esto no está cerrado. Hay centenares de miles de catalanes que realmente creen que la legitimidad está en Waterloo y no en Sant Jaume.
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