ni tan malo, talmente parece la nueva clínica Betty Ford para rehabilitar burbumoris
Daniel estuvo seis meses internado. «Desde que me levantaba a las 7 de la mañana no paraba de hacer actividades: desde el desayuno para todos, pequeños trabajos con piezas de coche, deporte, terapia, clases, ver documentales, deporte otra vez... caía rendido cada noche en la cama. Mi mente estaba todo el día ocupada en todas las tareas que me mandaban para olvidar el prono. Fue muy duro, una terapia de choque, pero también un golpe de humildad».