Yo salía al monte con mis padres desde antes de lo que puedo recordar. Y saliendo sólo desde al menos los 8 años.
Aún ahora es uno de los mayores placeres de mi vida. En los raros momentos en los que no tengo faena pendiente o cuando me tengo que quedar con los niños por narices, nos calzamos las botas y salimos al monte. Por suerte no tengo que coger el coche.
Lo que no veo es lo del machete. Yo siempre he salido con astraleta, que es como se llama aquí al hacha pequeña de mano. Es la mejor herramienta multiusos, perfecta para limpiar el camino o defenderse de lo que venga; pero sobretodo no le va extrañar a nadie que la lleves, pues es lo que han llevado siempre nuestros abuelos por el monte.
De crío no teníamos problema en cortar ramas y hasta arboles en cuanto nos alejábamos de la casas y hacernos casetas con ellos. En el suelo o encima de otros árboles. Hicimos auténticos cursos de supervivencia con menos de de 12 años. Y hasta teníamos "guerras" entre grupos rivales de críos. Fabricábamos tirachinas y otras "armas". Ahora apenas ves a los críos por la calle.