Redbull Vol. II
Madmaxista
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LITERATURA
El romanticismo es la corriente dominante del siglo XIX en lo cultural, se define como una rebelión ante el clasicismo que domino las artes hasta entonces, una exaltación del individualismo y la libertad personal.
Se discute si es una corriente propia o importada del extranjero por los números e influyentes exiliados políticos, el romanticismo no solo se manifiesta en la literatura afecta tambien a música y las artes plásticas.
Se puede decir que la obra que inauguro esa tendencia fue “Don Álvaro o la fuerza del Sino” del tambien político duque de Rivas en 1835, otras obras en la corriente fueron “Los amantes de Teruel” de Eugenio Hartzenbusch, “El trovador” de García Gutiérrez, y el celebérrimo “Don Juan Tenorio” de José mujercita estrenada en 1844, eran elementos comunes a las obras del estilo, los amores apasionados, las trágicas muertes y los sentimientos exaltados.
Hay dos tendencias principales en la narrativa, la novela histórica y los relatos costumbristas, en la primera hay que destacar a Manuel Fernández y González, y entre los costumbristas a Mesonero Romanos quien describe muy bien cómo era la vida en Madrid en su Panorama matritense.
Otro costumbrista de distinto estilo era Mariano José de Larra, prototipo de escritor romántico en todos los aspectos de su vida y fin.
La poesía lirica era un magnifico instrumento para los exaltados sentimientos del romanticismo, y Espronceda su máximo exponente, algo posteriores son Ramón de Campoamor y Gustavo Adolfo Bécquer, otros nombres serian Rosalía de Castro, Buenaventura Aribau, Jacinto Verdaguer o Carolina Coronado (Esta muy amiga de Isabel II).
Otra tendencia era el realismo, que pretendía reflejar la cruda realidad social como un medio para intentar cambiarla, era el realismo social, del que no participaban autores como Cecilia Böhl que escribía con seudónimo masculino de Fernán Caballero, sus novelas fueron calificadas en la época de costumbristas pero empalagosas, al final del reinado de Isabel II empiezan a aparecer autores como los jóvenes Maria de Pereda, Pedro Antonio de Alarcón o Benito Pérez Galdós.
La mayoría de estos autores empezaron escribiendo en la prensa que entonces era muy numerosos, había hasta 27 periódicos en Madrid, la profesión periodística era un trampolín para la política como fue el caso de Cánovas del Castillo entre muchos otros y tambien era un medio para obtener ingresos estables para los escritores.
LAS ARTES PLASTICAS.
Tambien el romanticismo domina las artes plásticas, el precedente es el genial Goya que inicia el siglo, la temática se caracteriza por el interés histórico, lo costumbrista y se aparca la temática religiosa dominante hasta entonces, en Sevilla se crea una escuela costumbrista que podría ser representada por Valeriano Bécquer
, o Antonio Maria Esquivel Suarez de Urbina,
siendo sus obras más características los retratos de personajes políticos, en Madrid destacaban Leonardo Alenza y Eugenio Lucas y Padilla.
Pero sin duda el pintor isabelino por excelencia fue Federico Madrazo.
Entre los paisajistas podemos destacar a Jenaro Pérez Villamil
, Antonio Brugada
, Vicente Camarón
o Luis Rigalt
Entre los pintores de temática histórica podemos mencionar a Mariano Fortuny
, Eduardo Cano
, José Casado de Alisal
o Antonio Gisbert, cumbre del género se suele presentar a Eduardo Rosales.
En el campo de la escultura, el romanticismo no tuvo una huella tan visible, nombres a destacar son Ponciano Ponzano, José Grajera o los hermanos Bellver, siendo el retrato el género predilecto de la época, tambien al igual que en la pintura la temática religiosa pasa a un muy segundo plano, saliendo las estatuas de las iglesias para pasar a adornar plazas y calles.
La arquitectura tambien mostro la misma tendencia, ya no se hicieron catedrales, he hacían palacios tanto privados de la nueva aristocracia tal como el del Marqués de Salamanca como públicos como el palacio del Congreso, predomina un estilo clasicista si bien se muestra más libre y tiende a escapar del estilo pesadamente solido anterior, tambien es de esta época la Biblioteca Nacional y el teatro Real, obra decididamente impulsada por la reina, gran amante del bel canto, en Barcelona tambien es de la época el teatro del Liceo.
En el aspecto urbanístico el cambio fue enorme, de la época son los ensanches de Madrid y Barcelona, obras de Carlos Maris de Castro y de Ildefonso lechona respectivamente, se derribaron las antiguas murallas y las sucesivas desamortizaciones permitieron que muchas tierras que rodeaban las ciudades y que estaban en manos muertas se pudiesen urbanizar ensanchando las ciudades, se mejoro los sistemas de alcantarillado, alumbrado público, traída de aguas y se pavimentaron las calles.
En el centro de las ciudades la desaparición de los numerosos monasterios permitió la creación de nuevas plazas como la Puerta del Sol madrileña, y el trazado de nuevas y amplias avenidas más aptas para el creciente tráfico rodado.
LA MUSICA
El género preferido de la época era la ópera italiana, gustaba Verdi, Bellini, Donizeti o Rossini, pero tambien nace en esa época la zarzuela, un genero más popular que inauguro Francisco Barbieri.
La música instrumental por el contrario tenía un público mucho más limitado, Beethoven, Hayden o Mozart llegaban tarde y para un público más reducido
El romanticismo es la corriente dominante del siglo XIX en lo cultural, se define como una rebelión ante el clasicismo que domino las artes hasta entonces, una exaltación del individualismo y la libertad personal.
Se discute si es una corriente propia o importada del extranjero por los números e influyentes exiliados políticos, el romanticismo no solo se manifiesta en la literatura afecta tambien a música y las artes plásticas.
Se puede decir que la obra que inauguro esa tendencia fue “Don Álvaro o la fuerza del Sino” del tambien político duque de Rivas en 1835, otras obras en la corriente fueron “Los amantes de Teruel” de Eugenio Hartzenbusch, “El trovador” de García Gutiérrez, y el celebérrimo “Don Juan Tenorio” de José mujercita estrenada en 1844, eran elementos comunes a las obras del estilo, los amores apasionados, las trágicas muertes y los sentimientos exaltados.
Hay dos tendencias principales en la narrativa, la novela histórica y los relatos costumbristas, en la primera hay que destacar a Manuel Fernández y González, y entre los costumbristas a Mesonero Romanos quien describe muy bien cómo era la vida en Madrid en su Panorama matritense.
Otro costumbrista de distinto estilo era Mariano José de Larra, prototipo de escritor romántico en todos los aspectos de su vida y fin.
La poesía lirica era un magnifico instrumento para los exaltados sentimientos del romanticismo, y Espronceda su máximo exponente, algo posteriores son Ramón de Campoamor y Gustavo Adolfo Bécquer, otros nombres serian Rosalía de Castro, Buenaventura Aribau, Jacinto Verdaguer o Carolina Coronado (Esta muy amiga de Isabel II).
Otra tendencia era el realismo, que pretendía reflejar la cruda realidad social como un medio para intentar cambiarla, era el realismo social, del que no participaban autores como Cecilia Böhl que escribía con seudónimo masculino de Fernán Caballero, sus novelas fueron calificadas en la época de costumbristas pero empalagosas, al final del reinado de Isabel II empiezan a aparecer autores como los jóvenes Maria de Pereda, Pedro Antonio de Alarcón o Benito Pérez Galdós.
La mayoría de estos autores empezaron escribiendo en la prensa que entonces era muy numerosos, había hasta 27 periódicos en Madrid, la profesión periodística era un trampolín para la política como fue el caso de Cánovas del Castillo entre muchos otros y tambien era un medio para obtener ingresos estables para los escritores.
LAS ARTES PLASTICAS.
Tambien el romanticismo domina las artes plásticas, el precedente es el genial Goya que inicia el siglo, la temática se caracteriza por el interés histórico, lo costumbrista y se aparca la temática religiosa dominante hasta entonces, en Sevilla se crea una escuela costumbrista que podría ser representada por Valeriano Bécquer
Pero sin duda el pintor isabelino por excelencia fue Federico Madrazo.
Entre los paisajistas podemos destacar a Jenaro Pérez Villamil
Entre los pintores de temática histórica podemos mencionar a Mariano Fortuny
En el campo de la escultura, el romanticismo no tuvo una huella tan visible, nombres a destacar son Ponciano Ponzano, José Grajera o los hermanos Bellver, siendo el retrato el género predilecto de la época, tambien al igual que en la pintura la temática religiosa pasa a un muy segundo plano, saliendo las estatuas de las iglesias para pasar a adornar plazas y calles.
La arquitectura tambien mostro la misma tendencia, ya no se hicieron catedrales, he hacían palacios tanto privados de la nueva aristocracia tal como el del Marqués de Salamanca como públicos como el palacio del Congreso, predomina un estilo clasicista si bien se muestra más libre y tiende a escapar del estilo pesadamente solido anterior, tambien es de esta época la Biblioteca Nacional y el teatro Real, obra decididamente impulsada por la reina, gran amante del bel canto, en Barcelona tambien es de la época el teatro del Liceo.
En el aspecto urbanístico el cambio fue enorme, de la época son los ensanches de Madrid y Barcelona, obras de Carlos Maris de Castro y de Ildefonso lechona respectivamente, se derribaron las antiguas murallas y las sucesivas desamortizaciones permitieron que muchas tierras que rodeaban las ciudades y que estaban en manos muertas se pudiesen urbanizar ensanchando las ciudades, se mejoro los sistemas de alcantarillado, alumbrado público, traída de aguas y se pavimentaron las calles.
En el centro de las ciudades la desaparición de los numerosos monasterios permitió la creación de nuevas plazas como la Puerta del Sol madrileña, y el trazado de nuevas y amplias avenidas más aptas para el creciente tráfico rodado.
LA MUSICA
El género preferido de la época era la ópera italiana, gustaba Verdi, Bellini, Donizeti o Rossini, pero tambien nace en esa época la zarzuela, un genero más popular que inauguro Francisco Barbieri.
La música instrumental por el contrario tenía un público mucho más limitado, Beethoven, Hayden o Mozart llegaban tarde y para un público más reducido
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