La campaña que acabó ante la JEC
Después de esa campaña, que llevó a
Moreno a la Junta de Andalucía a pesar de que el PSOE ganó las elecciones, el entonces secretario general del PP,
Teodoro García Egea, se fijó él y lo fichó para su equipo en Génova 13. Unas semanas antes de la repetición electoral de noviembre de 2019, apareció una misteriosa campaña en vallas de varias ciudades, páginas web y redes sociales llamando a los votantes del PSOE y de Unidas Podemos a abstenerse. Con mensajes como «Yo no voto» o «10-N, no contéis conmigo» junto a imágenes de
Pedro Sánchez y
Pablo Iglesias.
La campaña de desmovilización de la izquierda que denunció Errejón
Supuestamente, la campaña había sido lanzada por simpatizantes de Más País. Eso querían sus auténticos creadores que pareciera, pero nada más lejos de la realidad. Pronto se descubrió que el responsable era un trabajador de la consultora de
Sanmartín, aunque éste último alegó que su empleado había actuado por su cuenta y riesgo, sin su conocimiento ni permiso.
Errejón llegó a denunciar la campaña ante la Junta Electoral Central (JEC) por «generar un descrédito para (…) todas las fuerzas políticas de la izquierda que concurren a las elecciones del 10-N, favoreciendo de manera evidente a las fuerzas políticas del espectro de la derecha o incitando directamente a la desmovilización del voto».
Después de aquello,
Pablo Casado y
García Egea prescindieron de los servicios del ahora asesor de
Pedro Sánchez. «Es un
bulero, un intoxicador», resume una fuente de la consultoría política a este periódico. «En América Latina sus métodos están muy extendidos, pero aquí no», añade.