Cuentos para niños de 5-6 años

@TNTcl
Todas las mañanas Pedrito iba al cole
Al pasar por un jardín veía caracoles en la acera
Era una pena que la gente sin querer los pisara
Así que los cogía y devolvía a la hierba
Así lo hizo durante unos cuantos días
Por lo que los caracoles, que ya le conocían, cuando le veían se subían a sus zapatos
Así que si veis a un niño con caracoles en sus cordones, es Pedrito, el niño salvacaracoles.
jovenlandesaleja: Mira donde pisas
 
Para que aprender a leer si chatgpt puede leerte textos
 
@TNTcl
Todas las mañanas Pedrito iba al cole
Al pasar por un jardín veía caracoles en la acera
Era una pena que la gente sin querer los pisara
Así que los cogía y devolvía a la hierba
Así lo hizo durante unos cuantos días
Por lo que los caracoles, que ya le conocían, cuando le veían se subían a sus zapatos
Así que si veis a un niño con caracoles en sus cordones, es Pedrito, el niño salvacaracoles.
jovenlandesaleja: Mira donde pisas

Pon otro.

Más largo.
 
para qué? se supone que es para enseñar a leer
Relato que hice en esa época en el 2020 de la que yo le hablo, no para aprender a leer
IDA Y VUELTA​



Esperábamos juntas, ilusionadas, pensando como siempre en caminar y correr, eso sí, esta vez fuera del armario, fuera hasta de casa, solas sobre algo áspero con olor a lejía.

Pensando en correrías andábamos, que es lo nuestro, cuando nos enfundamos en conocido relleno, una antes que la otra, otra después que la una, bajamos escaleras y pisamos acera, derrapando punteras en ella.



Esto promete, la sincronización rítmica masajea nuestras barrigas gomosas, añorando la variedad de baldosas y adoquines ensamblados, pero nuevamente es el pedal frío el que me frena el anhelo, el chirrido cotidiano y también el golpe seco......creo que nuestras lengüetas nos cercioran de que desandaremos lo andado antes de lo previsto, de que nuestros cordones poco van a enredarse formando mariposas o lazos lacios.



Ahora subimos lentas, pesadas, grises como somos para volver a sentir la aspereza y un "flus" con sabor a lejía que amarillea nuestras entrañas blancas de goma.



Nos vuelve a rociar como ayer....quizá mañana corramos la misma suerte que el perro del vecino.....tal vez doblemos la inquietante esquina paralela a la panadería.....puede que mañana dejemos atrás el contenedor de sarama, su pedal y su poco olor a lejía.......o puede que nos quedemos en el felpudo esperando se esfume esta grotesca zancadilla.


La primera vez que salí después de mucho tiempo a tirar la sarama.
Oda a mis deportivas.
 
Relato que hice en esa época en el 2020 de la que yo le hablo, no para aprender a leer
IDA Y VUELTA​



Esperábamos juntas, ilusionadas, pensando como siempre en caminar y correr, eso sí, esta vez fuera del armario, fuera hasta de casa, solas sobre algo áspero con olor a lejía.

Pensando en correrías andábamos, que es lo nuestro, cuando nos enfundamos en conocido relleno, una antes que la otra, otra después que la una, bajamos escaleras y pisamos acera, derrapando punteras en ella.



Esto promete, la sincronización rítmica masajea nuestras barrigas gomosas, añorando la variedad de baldosas y adoquines ensamblados, pero nuevamente es el pedal frío el que me frena el anhelo, el chirrido cotidiano y también el golpe seco......creo que nuestras lengüetas nos cercioran de que desandaremos lo andado antes de lo previsto, de que nuestros cordones poco van a enredarse formando mariposas o lazos lacios.



Ahora subimos lentas, pesadas, grises como somos para volver a sentir la aspereza y un "flus" con sabor a lejía que amarillea nuestras entrañas blancas de goma.



Nos vuelve a rociar como ayer....quizá mañana corramos la misma suerte que el perro del vecino.....tal vez doblemos la inquietante esquina paralela a la panadería.....puede que mañana dejemos atrás el contenedor de sarama, su pedal y su poco olor a lejía.......o puede que nos quedemos en el felpudo esperando se esfume esta grotesca zancadilla.


La primera vez que salí después de mucho tiempo a tirar la sarama.

¿A las zapatillas?.

Ok.

Para niños y menos niños.


( Se te da bien para lo de leer).
 
¿A las zapatillas?.

Ok.

Para niños y menos niños.
Cuento de Navidad

Jugué varios días con Fernando, al principio no me hacía mucho caso pero conseguí que me escuchara y me siguiera.

Era divertido jugar a pillarle y correr por todo el patio de mis abuelos entre gritos y sonidos guturales.

De pronto apareció por la puerta con un machete en la mano, fue hacia Fernando, lo cogió del gaznate y me gritó: - vete dentro.

Corrí al mandil de mi abuela y eché a llorar entre ahogos… mi abuela logró calmarme pero no consiguió que esa noche cenara.

Mi abuelo si cenó como todos y yo estuve muchos días enfadada con él y navideñamente triste.

Aún hoy pasados los años, en el Super miro las pechugas de pavo con cierto recelo y pienso… “otros Fernandos” emblistados…
 
Cuento de Navidad

Jugué varios días con Fernando, al principio no me hacía mucho caso pero conseguí que me escuchara y me siguiera.

Era divertido jugar a pillarle y correr por todo el patio de mis abuelos entre gritos y sonidos guturales.

De pronto apareció por la puerta con un machete en la mano, fue hacia Fernando, lo cogió del gaznate y me gritó: - vete dentro.

Corrí al mandil de mi abuela y eché a llorar entre ahogos… mi abuela logró calmarme pero no consiguió que esa noche cenara.

Mi abuelo si cenó como todos y yo estuve muchos días enfadada con él y navideñamente triste.

Aún hoy pasados los años, en el Super miro las pechugas de pavo con cierto recelo y pienso… “otros Fernandos” emblistados…

Al pavo.ok.

¿Eres publicista?.

Inventa un cuento de un chico que no sale de su cuarto.

Tienes dos días.

Ok ?
 
Última edición:
La editorial Susaeta me trae muy buenos recuerdos. Sobre todo, aquel libro que te explicaba el por qué y el funcionamiento de las cosas, en una época en que los ordenadores eran "computadoras futuristas" o "cerebros electrónicos".

Sí, tira por ese camino, por muy arcaico que pudiera parecer...
 
Al pavo.ok.

¿Eres publicista?.

Inventa un cuento de un chico que no sale de su cuarto.

Tienes dos días.

Ok ?
No soy publicista pero he ganado algún concursillo de microrrelatos.
Tb he hecho textos para cuñas de radio, felicitaciones y hasta notas necrológicas para diario local, todo de forma altruista y sin mayores pretensiones.
No te prometo nada, las historias salen o no salen
 
@TNTcl
Sergio aprendió a jugar solo, era hijo único y su imaginación se desbordaba cuando se rodeaba de pokemons y cartas con poderes adecuadamente colocados en la alfombra, pasaba horas y horas entre ataques, destellos, evoluciones…

Al los 12 años la play, la wii y el ordenador se tragaron los personajes de la alfombra y pasaron a las pantallas, pasaba días y noches entre píxeles y gamers.

Vivía una vida online siendo una Alicia atrapada al otro lado del software, había dado el paso y se había colado en un mundo de seres virtuales que luchaban, corrían y se tras*formaban en una guerra o búsqueda sin fin

Se vio vestido de soldado fusil en ristre corriendo desaforado en busca de nuevas armas, refugio o aliados, sin comida ni agua, saltando abismos y agotándose su vida entre manchas rojizas y golpes secos…

No era divertido, el juego solo terminaría cuando acabaran sus vidas, vidas…. ¿qué vidas?... sentía angustia, claustrofobia y unas gotas de sudor que le nublaban la vista a la altura de las pestañas.

¡Mamáaaaa! Intentaba gritar pero las paredes amortiguaban su voz y ni él podía oírse, ya no eran solo gotas de sudor, eran lágrimas de miedo en su propia absurda y lúdica pesadilla

Sergio, despierta, hora de ir al cole, ¿te apuntarás al campamento este verano verdad hijo? prométemelo...

Y por fin pudo oir su voz de nuevo: Sí, mamá, te lo prometo.
jovenlandesaleja: Tb hay vida ahí fuera
 
Última edición:
@TNTcl
Sergio aprendió a jugar solo, era hijo único y su imaginación se desbordaba cuando se rodeaba de pokemons y cartas con poderes adecuadamente colocados en la alfombra, pasaba horas y horas entre ataques, destellos, evoluciones…

Al los 12 años la play, la wii y el ordenador se tragaron los personajes de la alfombra y pasaron a las pantallas, pasaba días y noches entre píxeles y gamers.

Vivía una vida online siendo una Alicia atrapada al otro lado del software, había dado el paso y se había colado en un mundo de seres virtuales que luchaban, corrían y se tras*formaban en una guerra o búsqueda sin fin

Se vio vestido de soldado fusil en ristre corriendo desaforado en busca de nuevas armas, refugio o aliados, sin comida ni agua, saltando abismos y agotándose su vida entre manchas rojizas y golpes secos…

No era divertido, el juego solo terminaría cuando acabaran sus vidas, vidas…. ¿qué vidas?... sentía angustia, claustrofobia y unas gotas de sudor que le nublaban la vista a la altura de las pestañas.

¡Mamáaaaa! Intentaba gritar pero las paredes amortiguaban su voz y ni él podía oírse, ya no eran solo gotas de sudor, eran lágrimas de miedo en su propia absurda y lúdica pesadilla

Sergio, despierta, hora de ir al cole, ¿te apuntarás al campamento este verano verdad hijo? prométemelo...

Y por fin pudo oir su voz de nuevo: Sí, mamá, te lo prometo.

Tienes facilidad y me gusta como escribes.

Ya quisiera yo, y creo que muchos...

Gracias.
 
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