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Se le ha hecho un análisis específico a la burundanga (Escopolamina) o no.
Los responsables del Clínico tomaron la decisión de buscar esta sustancia, conocida como droja de la voluntad o burundanga, hace pocos meses. "Se adoptó esta medida tras atender a mujeres forzadas que aseguraban no recordar nada de la agresión y que coincidían en creer que alguien les había echado droja en la bebida", explica el doctor Santiago Nogué, jefe de la Sección de Toxicología Clínica del Clínico.
KETAMINA Y ÉXTASIS LÍQUIDO "La escopolamina no es detectable con un análisis de rutina. Digamos que tienes que ir expresamente a buscarla. Por eso hace falta una técnica específica que nosotros vamos a incorporar", afirma este facultativo, que asegura que no solo la escopolamina se utiliza con esos fines. "También puede emplearse la ketamina y el éxtasis líquido (GHB)", añade.
La decisión del Clínico tiene especial relevancia porque su protocolo de analíticas de mujeres víctimas de agresiones sensuales está muy bien considerado. De hecho, según explican fuentes de la consejería catalana de Salut, el protocolo de este hospital será la base del que se pretende que adopten otros centros médicos. "Por desgracia, los efectos de la escopolamina no son una leyenda urbana", reiteran fuentes del Instituto Nacional de Toxicología, que alertan de que "es utilizada para alterar las capacidades de la víctima". "Aunque no pierde del todo la conciencia, sí ve muy deteriorada su capacidad de reacción. El resultado es que pasa a presentar una actitud de docilidad", explican esas mismas fuentes.
La Asociación de Asistencia a Víctimas de Agresiones sensuales está batallando para que se tome conciencia del peligro de esta droja. "Tenemos denuncias de chicas forzadas que aseguran haber despertado en el lavabo de una discoteca, en un descampado, en un aparcamiento o en la calle", asegura Tina Alarcón, presidenta de esta asociación. También advierte de los castings de modelos a través de internet. "Citan a las chicas en un piso. Al llegar allí les dan un refresco que contiene esa sustancia disuelta y luego las violan", denuncia. Incluso relata la detención de un español y un colombiano acusados de violar a una chica del sur muy sur con ese método. La policía investiga si usaron escopolamina.
El problema es la dificultad de perseguir judicialmente este tipo de agresiones sensuales. "En las violaciones, el testimonio de la mujer es la prueba clave. Sin embargo, en estos casos, las chicas no recuerdan nada de lo que pasó", cuenta Alarcón. Incluso en los casos en que los restos de leche han permitido identificar al agresor, la ausencia de testimonio de la víctima ha impedido una condena. "El acusado dice que la relación sensual fue consentida y la mujer solo puede decir que no se acuerda de nada", lamenta.
ABUSO DEL ALCOHOL Las fuerzas de seguridad minimizan el uso de la burundanga. "Es cierto que hemos detectado casos. Pero muchas veces, cuando recibimos la denuncia de una chica que dice no acordarse de nada y le hacemos la analítica, lo que acabamos detectando es un altísimo nivel de alcohol en la sangre", explica una portavoz de la Jefatura de Policía de Madrid.
Los toxicólogos discrepan de esa visión del fenómeno. "Quizá no encontramos rastros de burundanga porque hasta ahora no la estábamos buscando", señala una forense del Instituto Nacional de Toxicología.
Una técnica detectará la ´droja de la voluntad´ en mujeres forzadas - Sociedad - El Periódico de Aragón
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