Keynes, que era un optimista, pensaba así. Pero Kalecki, un economista polaco que partiendo de bases marxistas llega a prácticamente las mismas conclusiones en teoría económica que Keynes y al mismo tiempo cuando no antes, era mucho más pesimista en general que el británico, y en cuanto a visión de futuro, mucho más acertado. En lo referente a las horas trabajadas Kalecki opinaba que los empresarios se resistirían a reducciones significativas incluso si la productividad aumentaba por encima de la remuneración de los trabajadores.