De todos éstos emperadores sirio-púnicos yo creo que el mas típicamente "semita" fué Septimio Severo que es lo mismo que decir que era falso, traidor, extremadamente cruel con los vencidos y déspota.
De hecho fué el primer emperador que recortó de forma drástica las atribuciones del Senado a pesar de haber prometido al principio de su reinado (cuando necesitaba apoyos) que gobernaría como Trajano y Marco Aurelio.
Tambien pensaba traicionar a Clodio Albino después de nombrarlo César, es cierto que éste se adelantó y le atacó primero pero seguramente porque se enteró de que Severo se la iba a jugar.
Los emperadores sirios yo creo que no ejercieron una influencia sobre el imperio mas negativa que otros, por ejemplo Comodo no era sirio y como gobernante fué un desastre.
Y muy curioso que ningún egipcio llegara a emperador, puede ser que fuera porque Egipto era una especie de finca particular de los emperadores donde los senadores tenían prohibida la entrada, por tanto los nobles egipcios si no podían ser senadores lo tenían crudo para ser Augustos, por lo menos hasta Macrino que fue el primer caballero en vestirse de púrpura.
El único caso de un emperador con posible origen egipcio puede ser el del usurpador Domicio Domiciano que se sublevó contra Diocleciano en Alejandría en el 297 aunque no es nada seguro.
Filipo el árabe también fue terrible para el imperio, porque en un momento que Roma estaba consiguiendo estabilidad y estaba venciendo a los Sasánidas, él y su hermano el prefecto de pretorio Prisco, empezaron a confabular en contra del emperador y muere en extrañas circunstancias el otro prefecto de pretorio, Timesiteo y Filipo le sustituye. Después es responsable de evitar que le lleguen aprovisionamientos a los soldados y consigue que los soldados se revelen contra el emperador y todo solo por ansias de poder, por ansias de poder hace que vuelva a haber inestabilidad en el imperio y que se sufra una terrible derrota contra los Sasánidas en Misiche. Se dice que Filipo pudo ser el primer emperador cristiano.
Macrino, el usurpador es uno de los responsable que en el siglo III casi desaparezca el imperio romano. Galieno fue el emperador romano que más batallas se ha enfrentado, el y su padre Valeriano se enfrentaron a un apocalipsis que de milagro salió el imperio a salvo. Mientras su padre estaba en guerra con lo Sasánidas de forma victoriosa, Galerio como Cesar del imperio luchaba contra francos y alamanes en occidente. Entonces llegó la mayor oleada turística germánica que había visto Roma en su historia, como si no, de manos del nuevo enemigo de Roma, el único que había acabado con un emperador romano, Decio. Eran los godos.
Los historiadores antiguos hablan de más de mil naves y 300.000 bárbaros entre godos, vándalos, burios, carpos. tervingios, celtas, gépidos, grutungos..
Saliendo de Crimea, atacaron Armenia, devastando las ciudades de Pytius y Trapezunte, pasaron el mar neցro y llegaron a Bizancio asaltando Calcedonia, Bitinia, Prusa, Apamea, Cio, Nicomedia y Nicea . Lo que provocó que Valeriano tuviera que dejar el frente Sasánida y ir a socorrer la zona de Bizancio.
Al mismo tiempo los francos son capaces de romper los límites de la germania romana y se adentran en la Galia, llegando a Hispania, mientras una incursión de Quados, Marcomanos, Roxolanos rompen el límite de la Panonnia y se adentran en la península itálica acercándose a la misma Ravena, parece que los distintos pueblos bárbaros tenían planeada una oleada turística en toda regla.
Galieno tuvo que pedir la rerirada de la región del norte del Danubio y este del Rin, que no sería recuperada y que fue ocupado y devastado por pueblos Alamanes, estos pueblos se adentraron en la península itálica y fueron derrotados por Galieno en Milan.
El desastre llegó en el frente oriental, Valerio no llegó a encontrarse con los godos al adentrarse en la Capadocia, solo vio destrucción pero no sus enemigos y tuvo que volver a la guerra con los Sasánidas pero su ejército se vio mermado por la peste y en la batalla de Edessa, Valeriano sufre una terrible derrota contra los Sasánidas ayudados por la traición en plena batalla de su prefecto de pretorio, el tal Macriano, que se las arregló para dejar solo al emperador Valeriano, a quien Sapor I capturaría y arrancaría la piel. Entonces los Sasánidas aprovecharon el desastre para conquistar la parte oriental del imperio, capturando Nisibis, Capadocia, la Siria romana y llegando a capturar la capital oriental, Antioquía, una auténtica debacle.
En este momento tan delicado para Roma, el tal Macriano alza a nivel de Augusto a sus dos hijos Macriano el menor y Quieto usurpando la zona oriental del imperio. Consiguen junto al su prefecto de pretorio Ballista derrotar a una parte del ejército Sasánida que se adentró hasta las costa de la zona de Cilicia y los dos Macrianos se dirigen con un ejército de 30.000 hombres a por Galieno pero por suerte son derrotados en la Tracia por el general de caballería Aureolo y se acaba la historia de los Macrianos.
Por cosas del destino, el gobernador romano y rey de Palmira, Septimio Odenato amenzado por los Persas, reune un ejército con los restos de los soldados de Valeriano que pudo reunir y tropas de otros lugares y derrota con gran mérito al poderoso ejército Sásanida de Sapor I en varias batallas y llega a cercar la capital Sasánida Csifonte, Odenato había dado un gran respiro a Roma aunque posteriormente sus generales, su hijo y su esposa Zenobia se independizarían de Roma formando el imperio de Palmira, un caso más de una mujer aprovechándose de los méritos de su marido y realizando algo que él, no haría por fidelidad a Roma.
En esto, la misma Galia y Britania se les independizan en manos del usurpador Póstumo que derrota y mata al hijo del emperador Galieno por suerte éste consigue controlar a los francos.
Mientras tanto, la oleada turística goda con otros pueblos, consiguen saquear la propia Bizancio. Ilio y Éfeso. En tres distinrtos ataques separados; el primero ocupa varias islas del mar Egeo y saquean Crisópolis y luegon devastan Cassandreia y la Tesalónica y desvastan la provincia de Macedonia; un segundo ataque, fue eliminado cerca del rio Nessos por la flota del nuevo emperador Galieno, en la que los bárbaros perdieron muchos hombres y barcos pero Galieno no lo pudo aprovechar porque uno de sus mejores generales de caballería, Aureolo se le sublevó en Italia y tiene que ir a su encuentro dejando al general Marciano controlando a los godos; el tercer ataque de menor tamaño saquean Esparta, Corinto, Argo, Tebas y sitian Atenas.
Mientras tanto, otra gran oleada turística de 100.000 Alamanes ataca dentro de los límites del imperio pero con gran talento el general Claudio el gótico con 35.000 soldados consigue derrotarla. Galieno, entonces, consigue vencer al usurpador Aureolo en el rio Adda y lo encierra en Milan, pero el emperador es asesinado por una conjura y Claudio es el nuevo emperador pero Aureolo poco después también sería asesinado por sus propios hombres.
Ante el auge de Odenato, Quieto se ve obligado a escapar a Emessa donde la población lo mata.
Al final todo acaba bien, gracia a la nueva caballería móvil que había que había creado Galieno, el ejército bárbaro se reuna y se dirige hacia la Tracia con unos efectivos de entre 200.000 y 300.000 hombres, la caballería del futuro emperador Aureliano en un primer momento les hace una emboscadas matando a 30.000 hombres al final todo acaba en la batalla de Naissus donde con un ejército de 50.000 soldados los romanos arrasan a los bárbaros matando entre 50.000 y 80.000 hombres.
Roma se salvo, perdiendo territorios por el imperio Galo y el imperio de Palmira, pero estas pérdidas acabaron siendo una bendición porque quitaron lastre a todas estas batallas sufridas contra bárbaros, usurpadores y Sasánidas durante 14 años que casi acaba con Roma y años después el emperador Aureliano con gran talento recuperaría los dos aún estando en inferioridad de condiciones ante sus enemigos.
De la dinastía de Septimio Severo que se va a decir, una dinastía controlada por sus mujeres, por las arpías Mesa, Doma, Soaemias, Mamaea que acabaron trayendo a Roma la religión del Baal y trajo a emperadores nefastos como Caracalla, el pervertido y afeminado Heliogábalo. El único normal era Alejandro Severo pero estaba controlado por su progenitora y no supo contentar al ejército que los malo y empezó el periodo de la anarquía romana con el gigante Maximino el Tracio.