Cuando la Legión española apresó a una unidad de paracaidistas norteamericanos

Cirujano de hierro

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En noviembre de 1942, tres aviones americanos o ingleses, con unos 90 paracaidistas habían aterrizado en las proximidades de Zeluán, territorio del protectorado español a menos de 30 kilómetros de Melilla


En la madrugada del día 8 de noviembre de 1942, siendo el coronel Serrano Montaner jefe del Tercio Gran Capitán de la Legión, de madrugada sonó el teléfono en su casa de Melilla. El interlocutor le informaba de una sorprendente noticia, habían aterrizado tres aviones americanos o ingleses, con unos 90 paracaidistas en las proximidades de Zeluán, territorio del protectorado español a menos de 30 kilómetros de Melilla.

El oficial de la Legión, que hablaba con el coronel Serrano, le informaba que los paracaidistas desembarcados habían adoptado posiciones defensivas. Ante tan sorpresiva presencia de tropas extranjeras en un territorio español, el coronel ordenó que una Bandera de la Legión (unos 800 hombres) acudieran a rodear a los extranjeros. También ordenó que «… Por el momento no ataquen, pero si ellos empiezan primero, trate de mantenerlos a raya, y si reciben refuerzos acabe con todos; pero si después de las explicaciones, se quedan quietos, espere a que yo llegue. Nada de locuras por nuestra parte». Cuando Serrano informó a sus superiores de la presencia de tropas aliadas, su respuesta fue considerar un despropósito dicha información. Ninguna de las autoridades españolas en el norte de África lograba entender lo que estaba sucediendo.
Si su intención era atacar a las fuerzas españolas, solo tenían dos opciones, o entregarse como prisioneros desarmados o salir muertos
Cuando, poco después, el coronel se acercó al lugar donde habían tomado tierra los tres aviones, envió a un sargento, que hablaba inglés, con el mensaje de que, si su intención era atacar a las fuerzas españolas, solo tenían dos opciones, o entregarse como prisioneros desarmados o salir muertos. El capitán al frente de la unidad, tras conectar con sus mandos, se rindió. Se trataba de una unidad de unos noventa paracaidistas norteamericanos. Los legionarios, tras desarmarles, regresaron a su acuartelamiento donde les dieron alojamiento, pareciendo estos más aliviados que preocupados por estar presos.


Paracaidistas norteamericanos de una División aerotransportada

Paracaidistas norteamericanos de una División aerotransportada


Ese mismo día, se empezó a entender en el lado español lo que sucedía, la intercepción de las comunicaciones mostraba un gran ataque de las tropas aliadas a las tropas francesas en Argel, Oran, Casablanca y Safí. Había empezado la operación Torch encaminada a ocupar las colonias francesas en el norte de África, estando el punto más crítico de la operación a 60 kilómetros de Melilla.
Un error en el rumbo los llevó a confundir una laguna en las proximidades de Orán, su verdadero objetivo, con la laguna de Mar Chica, próxima a Melilla
El mismo día 8, Serrano tuvo un encuentro con los mandos norteamericanos de aquella unidad. De acuerdo a la clásica hospitalidad española, empezó por invitarles en su despacho a una copa de coñac. Tras varias conversaciones, los americanos acabaron confesando que, despegando en Inglaterra, los tres aviones habían atravesado España con las radios apagadas para no ser detectados, pero un error en el rumbo los llevó a confundir una laguna en las proximidades de Orán, su verdadero objetivo, con la laguna de Mar Chica, próxima a Melilla.


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El día 9 de noviembre, una carta del presidente Roosevelt entregada por el embajador de los Estados Unidos al ministro de Asuntos Exteriores, le informaba de la oleada turística del norte de África, pero respetando la integridad del protectorado español. Ese mismo día los melillenses observaban como volaban numerosos aviones aliados próximos a la costa española con dirección a la Argelia Francesa, al menos 36 de ellos pasaron próximos a Melilla. Dada la neutralidad española en la guerra mundial, así como confirmada la no beligerancia de los aliados contra España, se les retiró a los paracaidistas la consideración de prisioneros, residiendo en el acuartelamiento de la Legión hasta febrero de 1943, cuando fueron repatriados a través de Gibraltar.

Los tres aviones, del modelo Douglas C-47, fueron comprados por el Gobierno español en 1944 para pasar a ser los primeros DC-3 de la flota de la compañía Iberia. Otro avión americano, un B-25, aterrizó por error unas semanas después en las proximidades de Melilla, siendo también comprado por España.

Curiosamente, los norteamericanos convivieron con los tripulantes de un submarino alemán embarrancado el 12 de septiembre anterior en las proximidades de Melilla. Estos últimos habían sido apresados inicialmente y esperaban su traslado a Alemania, aunque su capitán, Albrecht Brandi, se evadió y se reincorporó a la marina alemana, dirigiendo aún dos submarinos más.


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El comisario general de jovenlandia, el general Orgaz, tomó el control de la situación el mismo día de la oleada turística. A los pocos días, con el objetivo de evitar choques accidentales, estableció un acuerdo con el jefe de las fuerzas aliadas en África, el general Clark, por el que se reducían, por ambas partes, los movimientos militares en las zonas fronterizas, así como se acordaba el mantenimiento permanente de la comunicación, avisando previamente de cualquier actividad militar. También se reunió el 4 de enero de 1943 con el general Patton, logrando mantener unas relaciones cordiales con los norteamericanos durante el resto de las operaciones aliadas.

En abril de 1943, aún en plena Guerra Mundial, el general Clark, invitado por Orgaz, visitó el protectorado español, donde quiso saludar al coronel Alberto Serrano Montaner. Al llegar a su encuentro le dijo: «Coronel Serrano, estoy perfectamente informado, que desde el primer momento que usted capturó a mis hombres, los trató con total corrección, e hizo todo lo que estuvo en sus manos para integrarlos. Así que en nombre del Ejército de los Estados Unidos y en el mío propio, le doy las gracias. Para nosotros usted es y será un buen amigo, y siempre será bienvenido en nuestro país» (conocemos esta anécdota gracias al relato de Luis Serrano Valls, hijo del entonces coronel, que los incluyó en su libro De Llano Amarillo a Puigcerdá).
La contundente, pero prudente, reacción de los mandos españoles, así como la hospitalidad posterior con los paracaidistas durante su presencia en Melilla, sin duda, dejó dos mensajes claros en los mandos norteamericanos: en primer lugar, la determinación de las fuerzas españolas para proteger su territorio, pero también la ausencia de hostilidad por parte de los españoles hacia las fuerzas aliadas.


Cuando la Legión española apresó a una unidad de paracaidistas norteamericanos
 
Blood, sand, and silk: The implementation of airborne forces in North Africa by the United States Army, 1942

... The final four aircraft had also become separated over the Mediterranean and found themselves homing in on a light house in Spanish jovenlandéscco. One of the planes experienced an adventure seemingly taken directly from a Hollywood adventure script. Being forced to land because of low gasoline, the men found themselves chased by native Bedouins on horses and were forced to rapidly take off again. Eventually they were forced to land and were taken prisoner by Spanish forces along with two other crews who were forced to land because of low fuel. Of these four aircraft, one was able to jump its stick of paratroopers, however they were also captured by local forces.

As Frank Keane remembered:


"Once on the ground no one knew where. The plane did land safely, close to one of the mountains. A short distance away from us a camel caravan was passing, and some of us tried to talk with the people. We found out that our plane, “The Overloaded Oval,” had dropped us and then landed…in about an hour, Spanish soldiers came out and placed us under arrest."

Despite being placed under arrest, the situation for the men in Spanish custody were in more friendly hands than their brothers in French territory. Of this Frank Keane recalled that:

"Our stay in Spanish jovenlandéscco was not unpleasant. We were free to move about the village of Tauima during the day, as long as we were on good behavior. For a time we were even permitted to walk the three or four miles to the neighboring town of Nador, where there was a movie house showing American films with Spanish dubbed in ( meparto: ) ."

Despite their relative comfort, the men held in custody in both French and Spanish territory were eager to get into the fight with their brothers in Algeria as swiftly as possible. However, it would not be for five days, 13 November, that the men in French custody were released, and three months for the young paratroops in Spanish custody ...


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Los tres aviones, del modelo Douglas C-47, fueron comprados por el Gobierno español en 1944 para pasar a ser los primeros DC-3 de la flota de la compañía Iberia. Otro avión americano, un B-25, aterrizó por error unas semanas después en las proximidades de Melilla, siendo también comprado por España.


jorobar, vaya forma de negociar no? Tan caro les salía recuperar esos aviones?

En cuanto a los paracas, pues claro que estaban contentos, se ahorraron varios meses de guerra sabiendo que siendo prisioneros de España no les iba a pasar nada malo.
 
Por que los soldados alemanes y americanos estuvieron ahi medio detenidos un monton de meses y no les dieron puerta para que se reincorporasen a sus respectivos ejercitos?
 
jorobar, vaya forma de negociar no? Tan caro les salía recuperar esos aviones? ...

Por que los soldados alemanes y americanos estuvieron ahi medio detenidos un monton de meses y no les dieron puerta para que se reincorporasen a sus respectivos ejercitos?


Teóricamente, segun la convención de La Haya de 1907, los barcos, aviones y tropas que terminaban en un país neutral (como lo era España en la SGM) debían ser internados por la duración de las hostilidades.

En la práctica hubo mucho chanchullo y mamoneo (Surprise! sonrisa: ).


BTW el B-25 del Museo del Aire no es el 41-30338 de la RAF que fue internado durante la guerra (aquel terminó desguazado), sino un B-25J posterior que fue "estrella" en varias películas ...

H.jpg


... y terminó abandonado en Málaga tras dañarse un ala contra un árbol durante el rodaje de Cuba ...

C.jpg


M.jpg

B-25J-20-NC 44-29121 History

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... El comisario general de jovenlandia, el general Orgaz, tomó el control de la situación el mismo día de la oleada turística. A los pocos días, con el objetivo de evitar choques accidentales, estableció un acuerdo con el jefe de las fuerzas aliadas en África, el general Clark, por el que se reducían, por ambas partes, los movimientos militares en las zonas fronterizas, así como se acordaba el mantenimiento permanente de la comunicación, avisando previamente de cualquier actividad militar. También se reunió el 4 de enero de 1943 con el general Patton, logrando mantener unas relaciones cordiales con los norteamericanos durante el resto de las operaciones aliadas ...


La cordialidad brilló por su ausencia el 3 Marzo 1943:

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Lástima grande que aquel Lightning se las ingeniara para alcanzar suelo francés, otherwise tal vez tendríamos un P-38 en el Museo del Aire :cool .

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A Serrano Montaner se le tuvieron que poner los huevones de corbata con esa llamada.

Me lo imagino colgando el teléfono después de recibir la noticia y pensando "vamos a esperar un ratito, a ver si esto es una cagada de los americanos o me empieza a llamar todo dios avisando de que están aterrizando por todas partes y se nos ha caído el pelo"
 
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