Ya habéis visto que Xi Jinping está hablando abiertamente de prepararse para la guerra.
Pienso que China va a invadir "pronto" Taiwán. Quizá en unos meses (finales de año, principios del siguiente). Creo que Xi y gran parte de la cúpula ven el momento ahora con dos frentes abiertos (Israel y Ucrania). Los chinos saben que Occidente no puede ayudar ni destinar tanto dinero a tanta gente a la vez. Si van a atacar lo van a hacer mientras estén ambos frentes encendidos.
EE.UU. y Occidente está enfangado en Ucrania, con los mismos ucranianos amenazando si no siguen enviando dinero, armas e incluso tropas y con Israel hay un pacto muy profundo y de base. Taiwán está a huevo y sería una forma de salir de la crisis en la que están, ya que las "anfetas" económicas que han metido en China son literalmente pan para hoy y hambre para mañana, igual que ha pasado en Occidente.
La chinita de La Sagra
Día de la Inmaculada de 2020, ayer mismo.... Un frío espantoso. Salgo a pasear y me meto en el Eroski para caminar por los pasillos caliente a resguardo del frío espantoso que hace estos días en La Sagra.
Salgo de allí y cuando estoy casi en casa recuerdo que no tengo en fruta en casa. Paso al lado del chino y decido entrar allí.
La chinita... llevaba ya un tiempo diciéndome "guapo" cada vez que entraba allí. No le daba importancia, pensaba que se lo decía a todos...
Pero veo que hay alguien físicamente muy parecido a mí y que sale sin que se le diga "guapo".
Me vuelve a decir "guapo" cuando me cobra los persimones. Y decido pegar la hebra, la llamo guapa, la halago, le digo que tiene los ojos muy bonitos y que sus ojos son muy grandes y hermosos (chiquitos en realidad, pero sé que a las chinas les gusta tenerlos grandes)....
Comunicación difícil, apenas sabe castellano. Me dice que le duele el cuello y se hace crujir las cervicales que suenan.
Yo le digo que hago tuina y que quito dolor. Le digo que venga a mi casa y que la trato. La agrego el wasssap y le doy mi dirección, a apenas tres minutos de la tienda....pp
Cuarenta minutos después me llama a la puerta para mi sorpresa...
La pongo en la camilla. Típicas contracturas de quien está muchas horas en la misma postura.
Vamos hablando de cosas. Tengo que hablarle con palabras sueltas porque si no no me entiende. Si el digo "¿cuántas horas hay en avión a China?" no me entiende, tengo que decirle "Horas avión China España" para que me entienda, y toda la conversación así.
25 años me dice que tiene, niño de tres años, divorciada. Yo creo que miente. Tiene por lo menos treinta. Me dice que es de Suá o algo así, un barrio de Pekín (Pbeishíng o algo así pronuncia). Que está muy sola.
Le doy un repaso de arriba a abajo con mis grandes, cálidas, poderosas y suaves manos. Se estremece con las diferentes maniobras que hago sobre su musculatura y piel. Voy relajando su musculatura.... Me dice que "manos médico chino" refiriéndose a las mías.
Cuando llevo veinte minutos se da la vuelta, se quita las ropa interior y se me queda mirando con picardía y sin decir nada.
Coloco mi dedo índice en su ombligo y rozando ligeramente voy bajando hasta el clítorix y juego en torno a él. Coloco mis labios allí y me pongo a hozar como un San Bernardo en el arroyo en un día de Julio en su schoscho peludo de las que ya casi no se ven entre las blancas.
La cojo en mis brazos, apenas pesa nada, no creo que pese mucho más de 40 kilos, es pequeñita, apenas uno cincuenta, muy delgadita, de berzas diminutas, melena larga teñida de castaño. La llevo en brazos a mi lecho mientras bailo mientras la llevo. ¡Pesa tan poco!
Muchos piquitos que van subiendo. Besos, muchos besos.....
La sigo acariciando, empezamos a sentir la piel del uno contra el otro en la cama....
"Guapo, tú muy guapo, tú muy grande, me dice". Me acaricia mucho el interior de mis brazos, blanco como la leche. "Tú muy blanco, más blanco mejor, yo amarillo, Tú blanco, tú bueno".
La penetro, suave, muy suave, despacio, despacio. Su risa, por dios, su risa, sus gemiditos, me hace carantoñas como un niño pequeño. Me fascina, me fascina....
Hasta muy tarde con ella, tres veces hacemos el amor con casi medio siglo que tengo, hacía tiempo que no disparaba tantas balas.
Comunicación más animal que otra cosa, muy limitada....
Acaba de salir de mi cuartucho otra vez, me dice que vaya a Pekín con ella, que seremos felices.
Estoy en una nube. ¿Cuánto durará esto?
¿Y qué shishi hago yo en Pekín si ni siquiera aquí soy capaz de ganarme la vida ni lo he sido nunca?
Estoy rebozado en su perfume....
10-12-2020
Ahora estoy con mi chinita tierna, con su asterisco perfecto, de esos que huelen a flor, una mezcla entre dulzón y caliente. Sí, el caliente es un olor para mí. Veo esa bella figura encima de la cama, a cuatro patas, con el ojo ciego en pompa, ofrecida como una cortesana caliente, esperando ser sometida a los deseos de su macho alfa. Y la tiento con la puntita de mi lengua, y noto que eso está suave como culito de bebe, que además de suave es de una consistencia adecuada, entonces hago una leve presión con mi lengua inhiesta y dura, como si fuese una platano que quiere horadar esa puerta mágica. Los pelitos suaves del shishi me hacen cosquillas en la barbilla mientras intento meter con verdadera ansia la cara entre las cachas de ese ojo ciego pequeñito e indómito.
Y cómo se retuerce de placer. Normal por otra parte, porque a todos nos gusta que nos laman el ojo ciego, de ahí el dicho.Le paso mi lengua por el asterisco y entonces el tiempo se para cuando le hago círculos en el sentido horario con la punta de mi lengua sobre su esfínter perfectamente definido y aderezado con los perfumes que la progenitora naturaleza ha creado única y exclusivamente para esa zona del cuerpo y que para mí son comparables al néctar que las flores guardan en sus pétalos.
Viajo a otro mundo, un mundo donde después de haber aceptado la invitación de mi Chinita de ir con ella a su país. Me traslado a un lugar maravilloso, unos bosques encantados llenos de comida, unas montañas misteriosas, ríos caudalosos, cielos puros, noches estrellada
Las estaciones del año perfuman el ambiente con mil aromas. Un lugar donde el tiempo pasa más despacio, donde siempre suena de fondo el bullicio de la naturaleza. En ese lugar mi preciosa chinita, cuasi una deidad, vive con su anciana y venerada progenitora. Y prepara manjares con cariño para la anciana y para mí, y mientras los comemos la vieja cuenta historias arcanas que jamás han salido de esos lugares, historias que no se parecen a nada de lo que antes me haya ofrecido este foro, internet, los libros o las historias de mi pueblo. Manteniendo mi imaginación saciada con el flolklore y mi cuerpo sereno con las técnicas amatorias de la hija.
11-12-2020
Hoy me ha dado un baño y me ha enjabonado y restregado con mucha delicadeza. Me ha asado pescado y le ha quitado la piel y las espinas antes de metermelo en la boca. Jamás me interrumpe cuando hablo, ni me molesta si me ve con el pc, ni me levanta la voz. Como mucho se acerca silenciosamente a mí y me acaricia suavemente el pelo para decirme que la comida está lista.
12-2-2020
La cosa no está ya tan idílica con mi chinita.
Ayer la pillé dos veces hurgándose la nariz mientras ***ábamos. Es lo más anti erótico que puede haber, está uno ahí dándolo todo y la chinita fingiendo unos jadeos acompasados y de repente se mete el deo en la nariz y empieza a rebuscar con cara de tener el moco pegado al tabique. Dos veces la pillé, una cuando estaba ella encima, no se cortó y se hurgó, y otra cuando estaba debajo, tenía su cara a escasos 40 cm de la mía y coge la muy estulto y se mete el deo en la nariz y empieza a hacer movimientos circulares dentro como rebañando.
Después puso a soltar mientras hablábamos a voces porque se quería comprar un piso barato y me decía si yo sabía de alguno para comprarlo a medias. Y menudos esfuerzos hacía la tía, se conoce que el arroz estriñe de huevones, pero unos fuerzas brutales, me daba cosa a mí oírla porque yo soy de los que según se está bajando los pantalones ya me tengo que apretar el ojo ciego para no cagarme antes de sentarme. Y ella ahí apretando y gimiendo como una condenada, y tardó bastante, que no le salió eso con facilidad. Y después se limpió el ojo ciego y fue al lavabo a escupir y no me acuerdo si se lavó las manos, pero lo que no se me olvida es el olor que inundó todo el ambiente y que no era como el olor a cosa nuestra, los occidentales. Era un olor como ferroso, un olor como si un perro enfermo se comiese algún producto químico caducado y cagase. No se parecía a nada que yo hubiese olido antes, ni tampoco después, por eso no os puedo especificar más el olor. Era la primera vez que una mujer cagaba en mi presencia, nunca antes había tenía el honor de presenciar ese acto tan íntimo. Mis otras mujeres nunca dejaron que las viera cagando.