condimento
aliñando rutas everywhere
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No me pidas arqueología pepinox, yo sólo estudio y escritura.
Se hace harto complicado seguir la pista de un "hermano" de jesús, pues ya es difícil seguir la de éste. Si consultamos la oficialidad, los evangelios canónicos no ayudan tampoco, ya que hay dos Santiagos y unos evangelios los mencionan como apóstoles y otros no aclaran quien es quien. Al ser los sinópticos copias entre ellos tampoco le doy importancia, es un cuento magnificado digamos. Pero es que se presupone que el Santiago hermano de jesús es otro, toma castaña. Parece que una de las estrategias de los apolo-jetas católicos ha sido desvirtuar a este último para juntarlo con uno de los anteriores y hacerle perder parentesco.
Aparte de eso nos quedan la epístola oficial, la de Santiago y también un protoevangelio más dos apocalipsis con el mismo "autor", estos tres últimos formalmente apócrifos.
Si estudiamos la epístola de Santiago según he mirado en varias fuentes, la datación del texto es complicada, tiene un estilo griego bastante elaborado, con cimientos en la filosofía estoica y la cínica -es una escuela de pensamiento griego no se alarmen- Pero lo más curioso es que conserva todos los formulismos judíos. O sea, hace una mezcla cultural tan dispar y ornada que parece la reordenación de un escrito judío siglos después, al que se le ha añadido algunos trazos del ministerio del mesías en un estilo francamente literario y más bien tardío por englobar tantas vertientes.
Parece que esta suerte de literatura mosqueó a Eusebio el compilador oficial, además del inmerso ceremonial judío, así que en principio no quiso introducirlo como texto canónico. Lutero sí que no se la tragó por no tener consonancias con las epístolas de Pablo.
Donde se menciona a Santiago como hermano de jesús es sobre todo en los Hechos de los Apóstoles, el texto más lejano y manipulado del NT, merecedor de capítulo aparte. Igual que el Apocalipsis, con todos los que había. La razón es que los cristianos a partir del siglo II intentaban ascender a discípulos o alumnos de jesús como fuera y hay un galimatías que no hay por donde cogerlo.
En definitiva, todo cuento y a ver quien la tiene más larga.
Finalmente me he fijado en el texto de Josefo donde se le nombra hermano de jesús. Por lo que parece el tal Jacobo que aparece aquí era un tio con ******** ya que cuenta Josefo que su lapidación provocó el sitiado de Jerusalén. O sea, se lo cargarían por principios de los años 60. Me queda claro lo siguiente: Pablo sabía que Jacobo era un caudillo, Cefas otro líder, así que intenta postularse por delante de estos dos. Recordemos que Pablo no tiene pajolera idea del jesús terrenal, como lo demuestran sus epístolas, así que por ahí hermano del mesías nanai. Primera conclusión pues.
Segunda conclusión en contra de su parentesco con jesús: El nazareno -recordemos que Nazaret no existía en el siglo I- si nos fijamos en la historieta del censo romano, nació en el año 4 antes de sí mismo, murió el 29 de la era moderna ¿Y era hermano de otro tio que murió de causa no natural más de treinta años después? Vale, aceptamos pulpo, sigo pues con algo más determinante:
A Jacobo, el que sea, los católicos lo han hecho evangelista, apóstol y no hermano de jesús. Observemos el testimonio de Josefo:
Siendo Anán de este carácter, aprovechándose de la oportunidad, pues Festo había fallecido y Albino todavía estaba en camino, reunió al sanedrín. Llamó a juicio al hermano de Jesús que se llamó Cristo; su nombre era Jacobo, y con él hizo comparecer a varios otros. Los acusó de ser infractores a la ley y los condenó a ser apedreados.
En los párrafos subsiguientes y en el mismo capítulo hay un Jesús de Damneo y otro Jesús de Galamiel. O sea, hay jesuses a manta.
Si a esto añadimos la extrañeza de los apologetas cristianos previos al compilador Eusebio del siglo IV en que Flavio Josefo no asociara jesús a cristo, nos hace pensar en la manipulación. No sabemos quien era ese jesús de Josefo.
Además ¿Cómo es posible? El cristo siempre de pasada -qué era eso- y si alguna vez alude a él, como en el testimonium flavianum, un agitador más de la prole. Flavio Josefo le escribe 18 capítulos a Salomón y a supercristo prácticamente nada, habiendo nacido poco después de la fin de aquél.
En fin, es lo que hay.
Se hace harto complicado seguir la pista de un "hermano" de jesús, pues ya es difícil seguir la de éste. Si consultamos la oficialidad, los evangelios canónicos no ayudan tampoco, ya que hay dos Santiagos y unos evangelios los mencionan como apóstoles y otros no aclaran quien es quien. Al ser los sinópticos copias entre ellos tampoco le doy importancia, es un cuento magnificado digamos. Pero es que se presupone que el Santiago hermano de jesús es otro, toma castaña. Parece que una de las estrategias de los apolo-jetas católicos ha sido desvirtuar a este último para juntarlo con uno de los anteriores y hacerle perder parentesco.
Aparte de eso nos quedan la epístola oficial, la de Santiago y también un protoevangelio más dos apocalipsis con el mismo "autor", estos tres últimos formalmente apócrifos.
Si estudiamos la epístola de Santiago según he mirado en varias fuentes, la datación del texto es complicada, tiene un estilo griego bastante elaborado, con cimientos en la filosofía estoica y la cínica -es una escuela de pensamiento griego no se alarmen- Pero lo más curioso es que conserva todos los formulismos judíos. O sea, hace una mezcla cultural tan dispar y ornada que parece la reordenación de un escrito judío siglos después, al que se le ha añadido algunos trazos del ministerio del mesías en un estilo francamente literario y más bien tardío por englobar tantas vertientes.
Parece que esta suerte de literatura mosqueó a Eusebio el compilador oficial, además del inmerso ceremonial judío, así que en principio no quiso introducirlo como texto canónico. Lutero sí que no se la tragó por no tener consonancias con las epístolas de Pablo.
Donde se menciona a Santiago como hermano de jesús es sobre todo en los Hechos de los Apóstoles, el texto más lejano y manipulado del NT, merecedor de capítulo aparte. Igual que el Apocalipsis, con todos los que había. La razón es que los cristianos a partir del siglo II intentaban ascender a discípulos o alumnos de jesús como fuera y hay un galimatías que no hay por donde cogerlo.
En definitiva, todo cuento y a ver quien la tiene más larga.
Finalmente me he fijado en el texto de Josefo donde se le nombra hermano de jesús. Por lo que parece el tal Jacobo que aparece aquí era un tio con ******** ya que cuenta Josefo que su lapidación provocó el sitiado de Jerusalén. O sea, se lo cargarían por principios de los años 60. Me queda claro lo siguiente: Pablo sabía que Jacobo era un caudillo, Cefas otro líder, así que intenta postularse por delante de estos dos. Recordemos que Pablo no tiene pajolera idea del jesús terrenal, como lo demuestran sus epístolas, así que por ahí hermano del mesías nanai. Primera conclusión pues.
Segunda conclusión en contra de su parentesco con jesús: El nazareno -recordemos que Nazaret no existía en el siglo I- si nos fijamos en la historieta del censo romano, nació en el año 4 antes de sí mismo, murió el 29 de la era moderna ¿Y era hermano de otro tio que murió de causa no natural más de treinta años después? Vale, aceptamos pulpo, sigo pues con algo más determinante:
A Jacobo, el que sea, los católicos lo han hecho evangelista, apóstol y no hermano de jesús. Observemos el testimonio de Josefo:
Siendo Anán de este carácter, aprovechándose de la oportunidad, pues Festo había fallecido y Albino todavía estaba en camino, reunió al sanedrín. Llamó a juicio al hermano de Jesús que se llamó Cristo; su nombre era Jacobo, y con él hizo comparecer a varios otros. Los acusó de ser infractores a la ley y los condenó a ser apedreados.
En los párrafos subsiguientes y en el mismo capítulo hay un Jesús de Damneo y otro Jesús de Galamiel. O sea, hay jesuses a manta.
Si a esto añadimos la extrañeza de los apologetas cristianos previos al compilador Eusebio del siglo IV en que Flavio Josefo no asociara jesús a cristo, nos hace pensar en la manipulación. No sabemos quien era ese jesús de Josefo.
Además ¿Cómo es posible? El cristo siempre de pasada -qué era eso- y si alguna vez alude a él, como en el testimonium flavianum, un agitador más de la prole. Flavio Josefo le escribe 18 capítulos a Salomón y a supercristo prácticamente nada, habiendo nacido poco después de la fin de aquél.
En fin, es lo que hay.