Trasnochar. De joven la hora de llegada era directamente proporcional a lo bien que te lo habías pasado. Ahora prefiero irme a dormir a una hora prudente que seguir de juerga.
Los políticos de izquierdas me gustaron hasta los 30, los de derechas hasta los 50, y ahora repruebo a todos.
Los políticos de izquierdas me gustaron hasta los 30, los de derechas hasta los 50, y ahora repruebo a todos.