Teniendo en cuenta que el señor Rodríguez es director de la Comisión de Fabricantes de Neumáticos, es sorprendente que no tenga la más remota idea de cómo funciona un neumático.
El 'rozamiento' no juega ningún papel en esto, el proceso que rige el funcionamiento de un neumático es la
'hiperelasticidad'
En una primera aproximación, un neumático es un sistema elástico: está formado por un gas, que en primera aproximación es elástico, encerrado en una cámara de caucho que, en primera aproximación también es elástica.
Cuando la rueda gira en contacto con la carretera, el caucho de la parte frontal del neumático es deformado hacia dentro, lo que consume energía, una energía que proviene del motor del coche y que queda almacenada en ese caucho deformado como un muelle.
En la parte posterior del neumático que se separa de la carretera al girar la rueda, el caucho que había sido comprimido hacia adentro se expande y devuelve la energía que había absorbido al comprimirse.
Si el caucho fuera completamente elástico, como los muelles de acero, la energía absorbida al comprimirse sería igual a la energía devuelta al expandirse y el neumático no consumiría energía al rodar. Si el caucho frontal frena el avance del coche por su resistencia a comprimirse, el caucho posterior 'empuja' al coche con la misma fuerza al expandirse.
La cuestión es que el caucho no es perfectamente elástico (tampoco el aire dentro del neumático lo es) y tiene un comportamiento ligeramente no-lineal.
Como la curva 'Dilatant Fluid' en este gráfico
Este cierto grado de no-linealidad produce histéresis: el camino de compresión no es exactamente el mismo que el de descompresión y en promedio, la fuerza que hace el caucho al expandirse es algo menor que la que absorbe al ser comprimido.
En (a) un material completamente elástico (lineal) como el acero que 'conserva la energía', en (b) un material no-lineal con histéresis.
El área marcada en rojo es la energía mecánica que consume el sistema al ser comprimido y luego expandido. Esta energía mecánica consumida de convierte en calor.
La cantidad de energía que absorbe el caucho y convierte en calor depende de lo 'cargado' que funcione ese caucho. Para cargas (fuerzas) pequeñas, el caucho es muy lineal y se comporta casi como un muelle de acero. Si se le somete a cargas más intensas, se va haciendo menos lineal y aumenta la energía que consume.
Lo cargado que funcione el neumático depende de la fuerza que se le aplique y de lo 'duro' que sea el caucho. Para una misma fuerza, un caucho 'blando' trabaja mucho más cargado (con una deformación mayor) que un caucho 'duro' (que se deforma menos para esa fuerza)
Este es el motivo de que los neumáticos de mayor agarre, que necesariamente tienen que ser más blandos, y trabajan más 'cargados' consumen más energía.
Este consumo de energía no solo es un problema, tiene también ciertas ventajas: por ejemplo absorber y eliminar convirtiendo en calor (amortiguar) la energía de choques o vibraciones.